El calvario de unos vecinos de Morcín por un piso cuya dueña tenía síndrome de Diógenes: «Tuvimos que marcharnos»

ASTURIAS

Llevan años denunciando el estado de insalubridad en el que se encuentra el edificio pero no han conseguido solucionar la «insoportable» situación. «El abandono por parte de las administraciones es total y absoluto», aseguran. La propietaria del inmueble ha fallecido recientemente sin embargo nadie se ha hecho cargo de vaciar el inmueble y los vecinos no tienen potestad para entrar a limpiarlo y acabar así con el hedor
11 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Cuando alguien tiene por vecino una persona que sufre síndrome de Diógenes lo más probable es que la convivencia se acabe convirtiendo en un verdadero dolor de cabeza. Los pacientes con este trastorno del comportamiento acaban aislándose voluntariamente en su propio hogar y comienzan a acumular en él grandes cantidades de basura y demás desperdicios. Llegan a convertir su vivienda en un auténtico vertedero del que se desprende un olor que hace que hasta sea «irrespirable» el edificio para el resto de personas que viven en él.
Si a esto le sumas que la persona tiene dos perros en casa y es conflictiva, suele agredir y amenazar verbalmente a los vecinos, además de no atender a razones ni hacerse cargo de los problemas ocasionados por averías en su vivienda, puede llegar a ser un calvario vivir en el mismo portal que ella. Por culpa de esta «insoportable» situación hay quienes abandonan sus inmuebles y deciden hacer vida en otro sitio como los propietarios del edificio número 3 de la urbanización de Las Mazas, en Morcín.
«No vivimos allí nadie, salvo un vecino», asegura Natividad Bulnes. La presidenta de esta comunidad de vecinos denuncia el estado de insalubridad en el que se encuentra el edificio después de vivir en él durante varios años una persona con síndrome de Diógenes. Hace además un llamamiento a las autoridades para poner fin a esta situación. «Se está exponiendo a todos los residentes y demás vecinos a un gravísimo e inminente riesgo para la salud», clama la riosana.

En esta comunidad de vecinos llevan varios años conviviendo con el insoportable olor que sale de la vivienda de una asturiana con síndrome de Diógenes. Cada vez que salen al rellano o entran al portal deben taparse la nariz para no tener que aguantar tal hedor. Pero la situación se volvió inaguantable cuando a principios de 2021 comenzaron a tener goteras en el edificio y serios problemas de humedades, «tanto en zonas comunes como privadas», por culpa de una avería en el baño de esta vecina.
«Le solicitamos de modo amable que, por favor, colaborase y abriese su vivienda para que un fontanero pudiese entrar y solventar la avería por el bien de todos los vecinos. Le dejamos además bien claro que no iba a tener que pagar nada porque el seguro de la comunidad se iba a hacer cargo de todo», dice Natividad. Pero, el caso que esta vecina les hizo, aseguran, fue omiso. Se negó a abrirles la puerta y no puso medio alguno para arreglar la avería. De sus tuberías seguía, por tanto, saliendo agua que se filtraba por todas partes.
La situación se agravó hasta tal punto que «el agua chorreaba directamente por los cielos rasos y los techos de las viviendas inferiores». Al no ser capaces de poner solución a este problema no les quedó más remedio que tomar medidas judiciales. «Contratamos una abogada e interpusimos una demanda por lo civil. Se lo notificamos también al Ayuntamiento de Morcín pero lo único que me dijeron fue que era un asunto privado y que ellos no podían interferir en ese sentido», dice la que es presidenta de dicha comunidad.
Pasados unos años y sin solventar la situación esta problemática vecina se ausentó «varios días» de su domicilio. Como con ella convivían dos perros y dada la situación de insalubridad del hogar, los vecinos comenzaron a preocuparse por la vida de estos animales. «Interpretamos que estaban sin comida ni bebida» y decidieron ponerlo en conocimiento de la Guardia Civil. Remitieron además un escrito al Ayuntamiento para que salvasen la vida de estos chuchos que permanecían «encerrados» en la vivienda.
«Se personaron agentes del Seprona y actuaron de modo urgente. Sacaron a los perros y desde el Ayuntamiento se encargaron de poner una nueva cerradura. Esas llaves quedaron en custodia de la Guardia Civil a disposición de la vecina», cuenta Natividad, antes de recalcar que esta fue la «única colaboración» que tuvieron por parte de las autoridades. «Mira que denunciamos varias veces la situación y advertí que las goteras estaban poniendo en peligro la estabilidad del edificio y, por ende, a los vecinos que residían en él, pero nunca se nos hizo caso», lamenta.
Montones de basura por todas partes
Al cabo de los meses y, para más inri, esta vecina decidió hacer vida en el hall de entrada del edificio. «Como ya no tenía luz en casa y ya no le cogía más mierda en ella instaló su nueva residencia en el portal». Como estaba ocupando una zona común, la presidenta de la comunidad no le quedó más remedio que llamar a la Guardia Civil para que actuara en consecuencia. Pero para su sorpresa el agente que la atendió le respondió que «estaban para asuntos penales y no civiles».
«Me dijo además que si no queríamos tener eso ahí que lo limpiáramos y tiráramos por nuestra cuenta y riesgo», apunta indignada Natividad. «Desde el Ayuntamiento ya nos dejaron claro que eran temas privados y que ellos en eso no podían interferir independientemente de lo que comunicásemos», añade, no sin antes lamentar la situación de «desamparo y abandono institucional, tanto a nivel local como municipal», que están teniendo. «Es tremendo», clama.
Tres años después de cursar la correspondiente denuncia, desde el juzgado les citaron para presentar todas las pruebas oportunas. «Teníamos cita para el 8 de julio de este año pero finalmente se aplazó porque supuestamente no podían notificarle a este señora el juicio ni comunicarle que habíamos presentado una demanda», señala Natividad harta de las consecuencias que están sufriendo los vecinos por culpa del «abandono total y absoluto por parte de las administraciones». «El bloqueo institucional es permanente», recalca.
Hallan muerta a la vecina
El hedor, mientras tanto, seguía campando a sus anchas y cada vez era «más insoportable». Como apenas había quien respirase nada más poner un pie en el portal, los vecinos, aseguran, volvieron a poner el pasado sábado 5 de octubre una denuncia en el cuartel de la Guardia Civil de Riosa. Se personaron, por tanto, varios agentes en las inmediaciones del domicilio y hasta una dotación de bomberos. Cuando lograron entrar en la vivienda hallaron el cadáver de la mujer «en un avanzado estado de descomposición».
«Llevaba muerta varios días entre la basura que ella misma había acumulado durante décadas. Tuvieron hasta que acceder los bomberos con bombonas de oxígeno para sacar el cuerpo. Así que imagínate el olor», dice Natividad, antes de señalar que los agentes dejaron abiertas las puertas y ventanas de la vivienda para que el desagradable olor se esfumase pero esto no permitió solucionar la situación. «Echaron un spray para neutralizar el hedor y ahora persiste más el olor a humedad que a otra cosa», asegura.
Siguen sin solución
Con el fallecimiento de la vecina, el resto de propietarios del edificio creían que el Ayuntamiento de Morcín o los propios Servicios Sociales iban a tomar cartas en el asunto. Sin embargo, «insisten en que es un problema privado y que la competencia recae en manos de sus familiares». «Si hubiese tenido familiares cercanos se hubieran preocupado por ella y no hubiese acabado en este estado. Nadie sabía que había fallecido porque nadie se puso en contacto con ella», manifiesta la presidenta de la comunidad.
Si quieren entrar en el inmueble para limpiar y arreglar la avería tienen que «solicitar una orden judicial y sufragar todos los gastos». «Pero, ¿por qué tenemos que pagarlo nosotros? Entiendo que el Ayuntamiento de Morcín no tenga competencias suficientes y carezca de un protocolo de actuación pero por lo menos que se encarguen de trasladar la situación a una instancia mayor porque se necesita una intervención urgente. Ya no es solo el olor sino el riesgo para la salud de las personas», clama.

El juicio está fechado para el 14 de enero de 2025. Tendrán, por tanto, de no resolverse antes la situación, que esperar tres meses para poder presentar el certificado de defunción de la mujer y demás pruebas. «Tampoco sabemos qué nos va a deparar el juicio porque cuando denunciamos era para que la vecina colaborase y abriese su vivienda para poder acceder a ella y que un fontanero arregle la avería porque nos estaba cayendo el agua a chorros por el techo», recuerda.
A nivel particular, Natividad Bulnes ha presentado un escrito a la Consejería de Salud solicitando una actuación «urgente». «La insalubridad y la inseguridad de este inmueble hace que se esté exponiendo a todos los residentes, a los vecinos y a la población a un gravísimo e inminente riesgo para la salud», alerta. «Salvo un vecino tuvimos que marcharnos de nuestras viviendas y buscarnos la vida porque esta situación es insoportable», dice confiada en que se ponga cuanto antes solución.