Laura Miranda, Miss Universo Asturias: «Los certámenes de belleza no buscan solo un físico, persiguen la autenticidad»
ASTURIAS
La modelo madrileña, con raíces asturianas, compagina su carrera profesional con el voluntariado en ASEMPA y se prepara ahora para representar al Principado en la final nacional
15 may 2025 . Actualizado a las 10:34 h.El pasado 9 de mayo, la Sala Dragón acogió la final del concurso de belleza Miss Universo Asturias en Gijón. La gala contó con la participación de las 16 finalistas asturianas, candidatas a representar al Principado en la gran final nacional, sin embargo, tan solo una se alzó con el título. La modelo madrileña de ascendencia asturiana, Laura Miranda, se hizo finalmente con la tan codiciada corona. Pero ¿qué hay realmente detrás de estos concursos? Miranda lo tiene claro: «Los certámenes de belleza no buscan solo un físico, persiguen la autenticidad».
Muchas niñas sueñan con ser modelo, cantante o actriz. Sueñan que un cazador de talentos les pare por la calle y les diga que cumplen el perfil perfecto para estos trabajo. Parece un sueño, casi irreal, sin embargo, es la historia de la propia Laura Miranda. Con tan solo 16 años, paseaba junto a su madre por la Puerta del Sol, en Madrid, cuando un extraño se les acercó con una propuesta directa.
«Su hija tiene cuerpo de modelo, estamos muy interesados y nos ha llamado mucho la atención», fueron las palabras del hombre de la agencia que haría que la carrera de Laura como modelo despegara. «Yo estaba muy emocionada, pero mi madre tenía algo más de cabeza. Hice las pruebas y fue mi primera toma de contacto con el mundo del modelaje», recuerda Miranda. Desde entonces, no ha parado de trabajar.
«Comencé desfilando trajes de flamenca», relata. La Fashion Week de Madrid no tardó en llegar, tras ella, llegaron los shooting, pero la verdadera pasión de Laura era el modelaje de pasarela.Aunque nunca le ha faltado trabajo en el sector, Laura decidió compaginar su vocación con la formación. Actualmente cuenta con un grado en Administración y Finanzas y formación en Pilates Mat y Pilates Patológico. Su sueño: abrir su propio centro deportivo.
Aunque se crio en Madrid, hace cinco años su familia regresó al Principado, donde Laura había pasado numerosos veranos durante su infancia. No sabía entonces que esa tierra le otorgaría uno de sus mayores logros: la corona de Miss Universo Asturias. «No paraba de salirme publicidad del certamen y mi familia me decía que tenía que ser una señal». Fue entonces cuando la joven de 23 años decidió presentarse a su primer concurso de belleza. Tras la inscripción, comenzaron las pruebas. «En el primer casting éramos muchísimas chicas. Teníamos que contar quiénes éramos, nuestra historia de vida, nuestros propósitos y por qué queríamos ser Miss Universo Asturias».
Superadas las distintas fases del proceso, Laura se coló entre las dieciséis finalistas. Ahora, solo quedaba prepararse para la gran final. «Durante semanas hemos estado preparando el baile, conociendo a los patrocinadores, haciendo las fotos oficiales y haciendo promoción por toda Asturias. Se podría decir que mis domingos eran de la directora del certamen», relata Miranda en tono de humor.
El 9 de mayo llegó el gran día. Era la última oportunidad para que las candidatas demostraran por qué merecían la corona. La primera criba incluyó una entrevista privada, una coreografía grupal, y las pasarelas en bañador y vestido largo. De ahí salieron las diez semifinalistas. Luego llegó la primera ronda de preguntas, que redujo el grupo a cuatro finalistas. En la segunda ronda, Laura tuvo que dar respuesta a la gran pregunta: «¿Cuál es tu mayor miedo?». «No sé exactamente con qué palabras respondí, porque todo pasó muy rápido, pero mi mayor miedo es, en el futuro, mirar hacia el pasado y sentir que no he hecho algo bueno con mi vida», asegura la joven.
Finalmente, Laura Miranda fue coronada como Miss Universo Asturias y será la encargada de representar al Principado en el certamen nacional. Junto a ella, llegaron a la gran final Nora García, como primera finalista; Yasmina Pérez, como segunda; y Alejandra Calero, en tercer lugar.Para la nueva Miss, el título fue totalmente inesperado: «Cuando dijeron mi nombre estaba súper emocionada, en shock, no sabía cómo reaccionar. Te quedas obnubilada», confiesa. Aunque Laura se ha mostrado más que agradecida con el título, asegura que sus compañeras, con quienes ha forjado una estrecha relación, «también se merecían ganar».
Autenticidad frente a superficialidad
¿Qué hay detrás de los concursos de belleza? ¿Son meramente superficiales? Laura confiesa que, antes de presentarse al certamen, también tenía una imagen preconcebida de que estos concursos eran algo superficial. «Pero cuando entras, te das cuenta del trabajo que hay detrás, de las historias que tiene cada mujer y de cómo se intenta dar visibilidad a campañas sociales y oenegés». Prueba de ello es la diversidad presente en la final. «Escogieron a chicas completamente diferentes, con distintos cuerpos y estaturas». Una muestra clara de «los certámenes de belleza no buscan solo un físico, persiguen la autenticidad»
Voluntariado y acompañamiento
Además de trabajar como modelo y formarse como instructora de pilates, Laura también encuentra tiempo para el voluntariado. Colabora activamente con ASEMPA —la Asociación de Enfermedades Neuromusculares del Principado de Asturias—, donde acompaña a pacientes al médico, ayuda en la organización de mercadillos solidarios y les hace compañía en su día a día. Pero para ella, se trata de una relación bidireccional. «Es una ayuda mutua. Ellos me han enseñado a abrir los ojos y ver la vida de otra manera».
Ahora, Laura Miranda se prepara para representar a Asturias en la gran final de Miss Universo España. Para ello, cuenta con el apoyo de un equipo profesional «maravilloso» que no solo la entrena para las pruebas, sino que también la prepara psicológicamente. Aunque la asturiana es consciente de que se enfrenta a una competición exigente que cuenta con un alto nivel, tiene claro su objetivo: «Quedar en el top cuatro».