El reto demográfico y laboral de Asturias: el crecimiento se estanca y la fuga de talento se reduce pero sigue activa

Manuel Noval Moro
Manuel Noval Moro REDACCIÓN

ASTURIAS

La calle San Francisco de Oviedo es una de las más concurridas
La calle San Francisco de Oviedo es una de las más concurridas Héctor Herrería

El saldo entre contratos que se firman en la región y de asturianos que firman fuera es negativo, de -7.338 contratos; en 2018 la cifra tocó fondo con -19.000

31 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Asturias cerró 2024 con una población de 1.009.599 habitantes, lo que supone un leve incremento respecto al año anterior: un 0,35%. Aunque este dato resulta algo esperanzador teniendo en cuenta el descenso poblacional que ha venido experimentando la región en estos últimos años, el panorama sigue siendo preocupante. Porque los indicadores son claros: la natalidad es baja, hay un envejecimiento claro de la población y la dinámica laboral, aunque mejora respecto a los últimos años, continúa expulsando talento. Son más contratos los que firman los asturianos fuera de la región que los que atrae Asturias a su territorio.

Asturias es la comunidad autónoma con la tasa de natalidad más baja de toda España, con apenas 4 nacimientos por cada 1.000 habitantes. Por otra parte, la región también ocupa el nada halagüeño primer puesto en envejecimiento de la población: según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2024 el índice de envejecimiento alcanzó el 257,3%, lo que supone que hay 257 personas mayores de 64 años por cada 100 menores de 16.

Asociados a esta deriva demográfica están los datos laborales. Según un informe de la multinacional española de recursos humanos y gestión del talento Eurofirms People First, hay cierto lugar al optimismo conforme a los datos de los últimos años. Porque el Principado registra, desde 2015, un saldo negativo de contratos: salen más contratos laborales hacia otras regiones que los que entran. En 2018, el saldo fue de -19.000 contratos. Sin embargo, este saldo se ha reducido más de la mitad. Porque en 2024 la pérdida se redujo a -7.338 contratos. De todos los contratos registrados en 2024 (245.480) un 11% salieron fuera de Asturias, y de este total de contratos migrados, sólo en Madrid se concentraron un 27%.

Por otra parte, el informe revela que casi el 40% de los contratos registrados en 2024 en Asturias se concentraron en actividades de restauración, comercio y servicios personales. Estas áreas, a menudo asociadas a empleos de menor estabilidad o cualificación, condicionan la capacidad de la región para generar empleo de calidad que fije población activa y joven. En este sentido, cabe destacar el caso de las mujeres, que en la hostelería tienen una presencia mucho mayor que la de los hombres. Del total de camareros que fueron contratados el año pasado, 20.005 eran mujeres y 7.378, hombres, lo que supone un 73% de trabajo femenino frente al 27% masculino. 

«La despoblación en zonas como las de la ‘España vaciada’ presenta retos significativos, pero también oportunidades»

Este patrón de despoblación y movilidad laboral no es exclusivo de Asturias. El informe de Eurofirms pone de manifiesto que es una dinámica compartida por muchos de los territorios de la «España vaciada», donde provincias como Zamora, Ourense o León han perdido hasta un 20% de su población en las últimas dos décadas, han experimentado un envejecimiento considerable y han vivido una merma importante en el mercado laboral.

Eloi Tarrés, líder de Market Intelligence de Eurofirms Group, ha señalado que, con todo, «La despoblación en zonas como las de la ‘España vaciada’ presenta retos significativos, pero también oportunidades para impulsar modelos de desarrollo más sostenibles». Lo importante, a su juicio, es «generar oportunidades atractivas para aquellos profesionales que buscan crecer en entornos más alejados de los grandes nichos de población».

Y pone a Palencia como un ejemplo claro de que es posible revertir la tendencia. La provincia castellana registró en 2024 un saldo positivo de 10.486 contratos, situándose como un polo de atracción laboral en su comunidad, con un modelo industrial capaz de atraer mano de obra cualificada.

Podría decirse que Asturias se sitúa en un punto intermedio. No alcanza la gravedad de fuga de empleo de las provincias más afectadas por la despoblación pero tampoco ha conseguido implantar un modelo sólido de atracción y retención de talento que asegure su futuro. La región cuenta con un sector turístico en alza y también con una tradición industrial que, bien reconducida, podría ayudar a recuperar su esplendor tanto demográfico como económico.