Cristina Soto, psicóloga perinatal: «Hay un número elevado de separaciones después del proceso de reproducción asistida»
ASTURIAS

La coordinadora de la Comisión de Psicología Perinatal del Colegio Oficial de Psicología del Principado de Asturias (COPPA) defiende que debe haber apoyo psicológico en las unidades de fertilidad al tratarse de un «proceso duro» y para «no patologizar la maternidad»
14 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El deseo de ser madre puede ser una de las experiencias más profundas y emotivas en la vida de muchas mujeres y parejas, pero también puede acarrear importantes desafíos emocionales, especialmente cuando la reproducción asistida se convierte en la única opción. Cristina Soto, coordinadora de la Comisión de Psicología Perinatal del Colegio Oficial de Psicología del Principado de Asturias (COPPA), señala que este proceso va más allá de lo meramente médico y afecta significativamente la salud emocional de quienes lo enfrentan. Durante los tratamientos, las parejas suelen experimentar una «visión de túnel», centrada en la búsqueda de un embarazo, lo que puede llevarlas al aislamiento social y emocional. Soto enfatiza la importancia de contar con apoyo psicológico en las unidades de reproducción asistida, ya que la carga emocional puede ser tan intensa que requiere atención especializada. La presión, la incertidumbre y las expectativas pueden generar ansiedad, tristeza e incluso depresión, afectando no solo el bienestar individual sino también la relación de pareja. Reconocer y atender estos aspectos emocionales es fundamental para acompañar a quienes luchan por cumplir su sueño de ser padres, garantizando un proceso más saludable y humano.
Un primer apunte que hace Cristina Soto, que hace unas semanas ofrecía la conferencia «El deseo de ser madre/padre y la imposibilidad de serlo», es que en la actualidad se da la paradoja de que las unidades de reproducción asistida tienen más solicitudes que nunca cuando, a la vez, se da una bajada de la natalidad. En esto influye, dice, «la edad tardía en la que se decide» afrontar la maternidad y, a su vez, apunta, «influye en los tratamientos cuando se acude a la reproducción asistida y a la psicología» de cómo se afronta el proceso. Un proceso que es «muy duro», asegura, porque de forma previa ya ha habido un tiempo en el que se ha intentado ser padres sin conseguirlo y un diagnóstico de infertilidad y, posteriormente, empieza «un proceso largo» con muchas pruebas médicas y tratamientos hormonales, a lo que hay que sumar que las listas de espera en las unidades de reproducción asistida de la sanidad pública están, de media, en los seis meses.
«Todo ese tiempo de espera y de manejo de la incertidumbre afecta psicológicamente a quienes buscan ser padres mediante la reproducción asistida, a lo que se suma la presión añadida de ver cómo lo comentan al entorno», explica la experta en psicología perinatal, que también pone de relieve cómo afecta a cada uno de los integrantes de la pareja los ciclos fallidos, ya que asegura que supone «un problema emocional tremendo para la pareja».
Teniendo en cuenta el elevadísimo grado de afectación emocional que conlleva la búsqueda del embarazo mediante la reproducción asistida, Cristina Soto defiende la importancia del psicólogo perinatal en el proceso: «se necesita un psicólogo porque es un proceso duro, con mucha subida y bajada emocional, porque cada vez que un ciclo falla, hay un tiempo de duelo», indica la misma. Eso, añade, afecta a la pareja, que tiene «una visión de túnel» con el único enfoque de lograr el embarazo, «lo que hace que se olviden de otras áreas de su vida, incluso una de las más importantes, que es el apoyo social». La doctora en psicología apunta que en muchos casos dejan de relacionarse con su grupo de amigos porque hay parejas que van a tener un bebé o ya lo tienen y se suma «la presión de la familia que les preguntan para cuando el bebé». La consecuencia de esto, traslada, es que hay parejas que deciden no contar que han acudido a la reproducción asistida y ahí comienza un «aislamiento» nada beneficioso para su bienestar emocional.
Otra consideración que hace es que, psicológicamente, los integrantes de la pareja hacen una gestión diferente. «A la mujer es a la que se le hacen más pruebas y a la que afecta más el proceso a nivel físico y a nivel emocional porque también influye el tratamiento hormonal», manifiesta Cristina Soto, que releva que por ello «la mujer tiene más problemas de ansiedad y depresión durante el proceso», mientras que «el hombre sufre más el estigma social», indica. Es más, expone que afecta hasta tal punto que «hay un número elevado de separaciones después del proceso de reproducción asistida» al tratarse de un proceso «artificioso» que llega a influir hasta en la sexualidad de la pareja.
Apoyo del entorno social de la pareja
La experta en psicología perinatal considera muy importante, por tanto, «no patologizar la maternidad» ni el hecho de estar en una unidad de reproducción asistida, por lo que contar con un acompañamiento y guía durante el proceso es fundamental para mantener una buena salud emocional. Así, plantea que es muy importante contar con el apoyo de la familia y amigos y también con el acompañamiento de un psicólogo perinatal que ayude a la pareja a gestionar las emocional en todo el proceso y, sobre todo, cuando hay resultados fallidos. «Mi recomendación es que busquen el apoyo social y también que entren en grupos de apoyo, con personas que están pasando por el mismo proceso», recomienda la doctora en psicología, que entiende que es muy válido «sentir apoyo y nivel de pertenencia». Igualmente, ve necesario «que haya más psicólogos que acompañen en estos procesos en la gestión de las emociones» que ayuden a la pareja a adaptarse cuando no se consiguen los resultados esperados, así como a «gestionar los duelos» en los ciclos fallidos. «Y también hay que enseñar a la pareja a recuperar esas partes de su vida que han perdido y que les unían como pareja. Porque cuando se meten en la unidad de reproducción asistida pierden cosas válidas que hacían juntos», manifiesta Cristina Soto.
Así, el manejo de las expectativas que se crean los integrantes de la pareja de forma individual y en conjunto es muy importante para la experta en psicología perinatal, que llama la atención sobre que, en los procesos de reproducción asistida, y también cuando se tiene un bebé, «se crean expectativas que no son reales». «Hay muchos mitos en torno a la maternidad, que puede ser maravillosa, pero también debe entenderse como una pérdida para una misma porque todo se centra en el bebé», añade. En este sentido, hace referencia a que «entran en conflicto los roles de la mujer».
«Pues en las Unidades de Reproducción Asistida ocurre lo mismo. Cuando se diagnostica la infertilidad, el deseo de ser madre o padre se acrecienta, pero hay que mantener a raya las expectativas respecto a lo que es la realidad. Hay que aprender a transitar por el dolor y a que no todo es maravilloso para, así, ajustar las expectativas», comenta la psicóloga perinatal, que como conclusión destaca la importancia de que las parejas tengan apoyo social y eviten el aislamiento, y también el apoyo de la figura de un psicólogo que las ayude a gestionar tantas emociones que se tienen durante el largo proceso que se empieza cuando se acude a una unidad de fertilidad.