El cielo limpio de Asturias que mira a las estrellas

Manuel Noval Moro
Manuel Noval Moro REDACCIÓN

ASTURIAS

Vista del cielo con estrellas en Asturias
Vista del cielo con estrellas en Asturias Glendor Díaz

La región cuenta con lugares sin polución y con baja contaminación lumínica que son ideales para contemplar a simple vista Vía Láctea, Andrómeda, Marte o Saturno

03 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Las estrellas están siempre ahí, pero pocas veces las vemos debido al exceso de luz artificial o a la falta de pureza del aire. Sin embargo, hay lugares en los que mirar al cielo es asomarse a la belleza del firmamento. Asturias cuenta con varios de esos lugares. Están, mayormente, en las alas y en la zona sur. Y uno de ellos tiene la certificación Destino Turístico Starligth por la fundación homónima, que garantiza que, si el tiempo acompaña, la experiencia será buena sí o sí: el concejo de Allande.

Una de las limitaciones de Asturias es, precisamente, el tiempo. Que no siempre acompaña. Aunque sea verano, es posible que las nubes tapen el cielo un buen número de días. Pero, aun así, siempre dan tregua y nunca dejan de regalarnos alguna noche despejada. ¿Y qué se ve desde Asturias en esos lugares altos, con el aire limpio y lejos de las luces artificiales?

Cielo estrellado en Asturias
Cielo estrellado en Asturias Xuan González

La astrofísica asturiana Lucía González Cuesta, que con su proyecto Allande Stars no deja de promulgar las excelencias del cielo de Asturias, habla del montón de cosas que se pueden ver desde la región.

En primer lugar, la Vía Láctea, las estrellas de nuestra galaxia que forman una franja que atraviesa el cielo de lado a lado. «Es muy bonito de ver, y solo se ve en zonas con cierta oscuridad en el cielo», señala. El cielo, además, cambia a lo largo del año. Se ven distintas partes de la bóveda celeste según la época en la que estemos.

Ahora en verano, por ejemplo, se ve en el cenit, muy encima de nuestras cabezas, el llamado Triángulo de Verano, tres estrellas que llaman la atención por su brillo: Deneb, en la constelación del Cisne; Vega, en la constelación de la Lira, y Altair, en la constelación del Águila. Estas tres estrellas son «de las más brillantes esta época y se distinguen muy bien».

J. C. Casado

Otras estrellas y constelaciones que están cerca de la estrella polar, llamada así porque está alineada con el eje de rotación de la tierra, se pueden observar todo el año: es el caso de las famosas Osa Mayor y Osa Menor, y también de Casiopea.

Además, se pueden apreciar diferentes lluvias de estrellas, provocadas por pequeñas partículas de polvo y roca que un cometa deja a su paso en su movimiento de traslación alrededor del sol: las Perseidas o Lágrimas de San Lorenzo están entre las más conocidas.

Si hay suerte se puede distinguir, asimismo, la galaxia de Andrómeda, una mancha de color claro que solo se ve a lo lejos cuando el cielo está realmente despejado. Con que haya una capa fina de humedad, es posible que ya no se vean estos objetos de los que llega la luz más débil. Asimismo, en esta época se ven a simple vista los planetas Marte y Saturno.

Una imagen tomada por la nave Cassini de Saturno desde el espacio. Es la primera en la que Saturno, las lunas y sus anillos, así como la Tierra, Venus y Marte son todos visibles.
Una imagen tomada por la nave Cassini de Saturno desde el espacio. Es la primera en la que Saturno, las lunas y sus anillos, así como la Tierra, Venus y Marte son todos visibles. NASA

Para distinguir todos estos astros es buena idea no solo ir a los sitios adecuados sino hacerlo acompañados de gente que conozca bien el firmamento. Lucía González se dedica, precisamente, a ello desde hace años. Con su empresa Allande Stars combina la observación del cielo nocturno con otras experiencias como el disfrute de espacios naturales, el patrimonio o la gastronomía.

En su opinión, el turismo astronómico tiene mucho potencial en Asturias, no solo en su territorio sino en otros muchos en los que se dan las condiciones ambientales y lumínicas. Porque además del cielo, la región ofrece otras muchas cosas complementarias. “Es un lugar con mucha fuerza para el turismo de estrellas”, señala.

Para que la visibilidad sea mayor, lo ideal es que sean espacios altos y con buena circulación del aire. De esta manera, al estar lejos de la luz artificial y contar con una mayor transparencia de la atmósfera, se consigue tener una visibilidad mucho más nítida de los astros.

Los eclipses

Asturias tiene en el horizonte una serie de acontecimientos astronómicos de primera magnitud que seguramente atraerán a mucha gente a su territorio: tres eclipses de sol en tres años sucesivos. El más atractivo, el primero de ellos: un eclipse total que tendrá lugar el 12 de agosto de 2026, que provocará la oscuridad total en la región durante algo menos de dos minutos.

Eclipse solar total tomada desde Svalbard (Noruega)
Eclipse solar total tomada desde Svalbard (Noruega) HAAKON MOSVOLD | EFE

Lucía González está trabajando ya para conseguir que la observación del acontecimiento se lleve a cabo con las mayores garantías. A su juicio, hay que ser muy previsores porque se desplazará mucha gente a Asturias para verlo, y es necesario que haya un orden para que todo salga bien.

Por lo pronto, están colaborando en varias zonas de Asturias para localizar los puntos de la región que pueden ser más interesantes para la observación. Un buen día para estudiarlo será el 12 de agosto de este año. Ese día podemos buscar el sol hacia las ocho y media de la tarde y comprobar si tenemos un buen ángulo de visión. Porque esa será la posición exacta en la que se cubrirá el sol por completo un año más tarde.

Observación del cielo en Asturias
Observación del cielo en Asturias Glendor Díaz

Allande Stars dedicará mucho trabajo divulgativo no solo al día del eclipse sino a la semana en la que se desarrolle, para aprovechar el acontecimiento e invitar a la gente a conocer mejor la bóveda celeste. Los dos años siguientes habrá otros dos eclipses, que desde Asturias se verán sólo parcialmente, aunque tienen también mucho interés.

Eso sí, lo más importante es la seguridad. Por lo pronto, la astrofísica recuerda que «está terminantemente prohibido apuntar al sol con ningún tipo de instrumento astronómico o con prismáticos, porque puedes quedar ciego, en muy poco tiempo te puede provocar daños irreparables en la retina, es muy peligroso y no se puede hacer».

Tampoco sirven los negativos de las fotos de antes, ni las radiografías ni las gafas oscuras convencionales. «Lo único para observar de forma segura son las gafas de eclipse homologadas, con normativa ISO y el marcado de la Unión Europea; y también las gafas de soldar a partir del número 14; por debajo, no son seguras; y aun así, aunque tengamos las gafas correctas, no debemos mirar al sol durante más de dos minutos», explica.

Será, sin duda, todo un acontecimiento pero, hasta entonces, todavía habrá muchas noches propicias para mirar arriba. Si el tiempo acompaña, merece la pena apartarse del mundanal ruido y asomarse a contemplar el espectáculo siempre asombroso del cielo estrellado.