El lujo del chapuzón en casa: estos son los concejos con más piscinas por vecino de Asturias

ASTURIAS

Los municipios más residenciales y turísticos destacan en la lista, al ser más propensos a la existencia de viviendas unifamiliares y fincas
07 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Aunque el termómetro en Asturias no alcanza estos días las temperaturas extremas del sur del país, el calor del mes de agosto aprieta lo suficiente como para que una piscina cercana sea un bien más que deseado. Sin embargo, el acceso a este pequeño lujo veraniego varía enormemente según el lugar donde se viva. Para entender mejor esa diferencia entre los concejos asturianos, basta con cruzar los datos oficiales del catastro sobre la existencia de piscinas no cubiertas con las cifras de población por municipio recogidos por el INE. El resultado ofrece una radiografía reveladora de la geografía asturiana: dónde hay más piscinas, dónde menos, y sobre todo, dónde son más frecuentes en proporción a la población. Un contraste claro que dibuja dos Asturias: la urbana, más densa y con menos espacio privado, y la rural, más dispersa y sorprendentemente bien equipada.
El caso más destacado es el de Villaviciosa, que se sitúa como el concejo con mejor promedio de toda Asturias: con 15.342 habitantes y 433 piscinas registradas, la proporción es de apenas 35 habitantes por piscina. Se trata de un territorio con un perfil residencial y turístico que favorece la existencia de viviendas unifamiliares y segundas residencias, lo que contribuye notablemente a este registro.
También sobresalen, aunque en menor medida, otros municipios costeros como Ribadesella (5.552 habitantes y 85 piscinas, 65 habitantes por piscina) o Colunga (3.148 habitantes y 47 piscinas, 67 por piscina). Estos concejos reflejan cómo la disponibilidad de terreno y el tipo de vivienda permiten una mayor presencia de piscinas en entornos menos densos y más dispersos.
En el otro extremo se sitúan los concejos con peor proporción, donde la cifra de habitantes por piscina supera con holgura los mil. Es el caso de San Martín del Rey Aurelio, con 15.405 habitantes y 6 piscinas, lo que arroja una ratio de más de 2.500 habitantes por piscina, o Mieres, con 36.132 habitantes y 26 piscinas, una proporción de 1.389 habitantes por piscina. Algo similar ocurre en Somiedo, que con 1.065 habitantes y tan solo una piscina registrada presenta otra ratio elevada. Aller, pese a contar con más de 10.000 habitantes, apenas registra 10 piscinas, lo que implica más de 1.000 habitantes por cada piscina. Estas cifras confirman que las antiguas cuencas mineras, pese a su clima veraniego similar al de otras zonas, no se han desarrollado en torno a viviendas con espacios exteriores amplios.
Gijón, la ciudad más poblada de Asturias con más de 268.000 habitantes, cuenta con 1.062 piscinas, lo que la sitúa a la cabeza en cifras absolutas. Sin embargo, si se analiza el número de habitantes por piscina, la ratio es de unos 253 por piscina, lejos de las cifras más favorables del medio rural. Le siguen Oviedo (365 piscinas para 220.543 habitantes, 604 por piscina) y Siero (313 piscinas para 52.593 habitantes, 168 habitantes por piscina), que presenta la mejor media entre los grandes municipios urbanos.
Por otro lado, algunos municipios intermedios, como Llanes (13.549 habitantes y 126 piscinas, 107 habitantes por piscina) o Llanera (13.938 habitantes y 106 piscinas, 131 por piscina), muestran ratios favorables que los sitúan entre los mejores, superando incluso a grandes ciudades, gracias a su tipología residencial dispersa.
Concejos como Illano (289 habitantes y 1 piscina, 289 por piscina) o Cabranes (1.097 habitantes y 4 piscinas, 274 por piscina) presentan cifras que, aunque elevadas en comparación con los mejores, siguen siendo más favorables que las de muchas zonas urbanas.
En resumen, aunque las ciudades concentran más piscinas en números absolutos, el medio rural asturiano, más disperso, con vivienda unifamiliar y mayor espacio disponible, lidera con claridad en cuanto al número de piscinas por habitante. Esta tendencia revela cómo el estilo de vida y la estructura del parque inmobiliario condicionan directamente el equipamiento privado, configurando una Asturias con dos velocidades en cuanto al ocio doméstico.