El HUCA incorpora una nueva técnica de monitorización cerebral para mejorar el diagnóstico de la epilepsia
ASTURIAS
Con este tipo de exámenes, los profesionales pueden evaluar de un modo más preciso las características de las crisis de sus pacientes y el contexto clínico en el que se producen
07 ago 2025 . Actualizado a las 13:21 h.El Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) ha incorporado la monitorización vídeo-electroencefalográfica de larga duración, una nueva prestación para el abordaje de la epilepsia y otras patologías neurológicas graves.
Esta técnica permite registrar simultáneamente la actividad cerebral y el comportamiento del paciente durante un periodo de tiempo prolongado, lo que aumenta las probabilidades de detectar crisis que, por su baja frecuencia, no resultan fáciles de captar, ha informado el Gobierno asturiano.
Con este tipo de exámenes, los profesionales pueden evaluar de un modo más preciso las características de las crisis de sus pacientes y el contexto clínico en el que se producen. De esta forma, se facilita un diagnóstico «más ágil y certero» y es posible clasificar mejor el tipo de crisis, así como distinguir entre episodios epilépticos y otro tipo de trastornos.
Las pruebas también ayudan a evaluar la eficacia del tratamiento pautado para ajustarlo si hace falta, lo que repercute directamente en la mejora de la calidad de vida de las personas afectadas. Desde su implantación en noviembre de 2024 hasta ahora, un total de 28 personas se han beneficiado de esta técnica diagnóstica, principalmente niños, niñas y adolescentes.
Para llevarla a cabo se ha habilitado una sala específica en la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos, equipada para garantizar la seguridad, el bienestar y la privacidad de pacientes y acompañantes. Esta prestación se va extendiendo progresivamente a la población adulta.
La incorporación de esta técnica en el HUCA evita desplazamientos a otras comunidades que hasta ahora eran las de referencia para realizar este tipo de estudios: Madrid y Cataluña, en el caso de menores, y País Vasco y Galicia para adultos.
Las personas que se someten a estas pruebas deben ingresar durante un período de 24 a 72 horas, un tiempo durante el que se monitoriza de forma continua la actividad eléctrica cerebral mediante electroencefalograma, junto con una grabación sincronizada en vídeo del comportamiento del paciente. Los neurofisiólogos se encargan de analizar estos registros, tanto en tiempo real como de forma diferida.
La atención se realiza con un enfoque multidisciplinar, dado que durante el tiempo de ingresos los facultativos responsables y el personal de enfermería de la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos trabajan en estrecha coordinación con el Servicio de Neurofisiología para garantizar una asistencia precisa y adaptada a cada situación.