El paraíso tampoco se escapa de las críticas: estas son las reseñas que los turistas más «haters» dejan sobre Asturias

Está claro: ni todas las estrellas brillan en el universo de internet ni el paraíso se escapa de las críticas. Este verano, Asturias, paraíso natural por excelencia, ha vuelto a colgar el cartel de completo, seduciendo a miles de visitantes con sus espectaculares paisajes, su impresionante costa y su deliciosa gastronomía. La mayoría de los turistas, satisfechos, se deshacen en elogios en la red, pero en el inmenso mar de opiniones que se pueden encontrar en foros y blogs, siempre hay quien encuentra motivos para la queja, aunque sea por cuestiones tan incontrolables como el tiempo. Así, mientras que una gran mayoría comenta maravillas del territorio, de la hospitalidad asturiana, de la fabada y, por supuesto, de la sidra, los turistas más ‘haters’ dejan constancia de su descontento con reseñas que pueden ir desde lo insólito hasta lo surrealista o lo divertido, si se toman con humor. Dentro de ese abanico, hay voces que señalan las colas, la dificultad para encontrar aparcamiento, la falta de plazas para acceder a los Lagos de Covadonga, que al llegar a estos se hayan encontrado con niebla o, paradójicamente, que consideren «una pena que al volver a este lugar hayan montado este negocio» por «la cantidad de gente» o, incluso, que esa cantidad de gente se dedique «a molestar a las vacas que están allí pastando y descansando». Así que la conclusión de un turista que visitó Asturias este mismo mes de agosto es que «muy bonito, pero de bienestar animal nada».

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No obstante, en lo que a un lugar tan turístico como es Covadonga y sus lagos se refiere, las críticas van, sobre todo, por el trámite y el coste que supone reservar plaza para acceder en autobús, por lo complejo que resulta encontrar sitio para dejar el coche o, para los que nos realizaron el trámite de reservar plaza, «descubrir (después de conseguir una plaza de aparcamiento) que no había boletos para el autobús a los lagos». Así, hay quien se confiesa en Tripadvisor «decepcionada» antes de comentar su «mala experiencia» porque «cuando nos dejó el autobús (previo pago de 24 €, 4 personas) reservado con 5 días de antelación, no se veía nada (de eso nadie tiene culpa). El autobús nos recogía a las 20:50, cual fue nuestra sorpresa que a las 19:00 cerraron los baños a pesar que los autobuses nos recogían a esa hora». También hay quien titula su reseña como «amputados en Covadonga» y escribe: «soy una persona con movilidad reducida (75%) y al vivir en Francia tengo las tarjetas oficiales francesas. Parece ser que aquí en el acceso a los lagos de Covadonga se pasan por el forro tu minusvalía. Te piden una tarjeta especial, aunque el gobierno español dé por buena la tarjeta europea francesa». Por cuestiones como estas, estos turistas puntúan su visita a Asturias con una o, a lo sumo, con dos estrellas.

Santa María del Naranco, aunque en las reseñas de Google tiene un 4,7 sobre 5 de puntuación, tampoco es de la devoción del cien por cien de sus visitantes y hay quien opina en este foro que es una «iglesia con poco encanto y limpieza selectiva», aunque deja como añadido para quien le pueda interesar que «la parte más blanca y «bonita», casualmente, es la que primero se ve al subir. No sabemos si se puede acceder al interior porque no había ningún cartel, pero vimos a un par de personas salir de dentro y las puertas cerradas, quizá era una visita privada…». La respuesta a este comentario es que «no hay visitas privadas. Las visitas son guiadas» y que el servicio se puede consultar en la web del monumento.

Los bufones de Pría también causan «desencanto» a turistas que nos han visitado este año porque a pesar de que fueron «con la marea alta, no pudimos ver los chorros de agua y nos dejó decepcionados. Es cierto que se escucha el ruido de los bufones, pero nada de expulsar agua», escribe un visitante de Vigo.

Buena puntuación y comentario con ‘pero’

Si se miran las reseñas de lugares con interés arquitectónico, como pueden ser el Centro Niemeyer, en Avilés, o La Laboral Ciudad de la Cultura, en Gijón, igualmente se puede encontrar alguna que otra crítica, aunque quienes comentan hayan dejado el máximo de estrellas posibles y los consideren lugares «excelentes». En el caso del Centro Niemeyer, una visitante que acudió hace un mes considera que «con lo bonito q es Avilés, este sitio desmerece... asfalto y más asfalto, demasiado moderno para este lugar tan precioso». Y La Laboral tampoco se escapa de alguna que otra crítica, aunque en general las reseñas sean muy positivas. Así, una visitante comenta que, si bien La Laboral es «esa edificación impresionante, desde cualquier ángulo», sin alguien que explique y haga una interpretación del conjunto «es difícil de entender cómo algo tan «hermoso» se encuentra casi vacío y casi olvidado». Así, agradece al guía que los acompañó en la visita porque gracias a su explicación «marcho menos deprimida de este lugar».

Otro lugar tan emblemático como el puente romano de Cangas de Onís, con su 4,7 sobre 5 de puntuación en Google, tampoco se libra de alguna que otra crítica aunque los comentarios sean mayoritariamente para reconocer y alagar lo bonito que es y lo bien conservado que está. Un visitante de hace una semana indica en su reseña que si bien «el lugar es precioso, o lo era, ahora mismo con tantísima gente intentando captar su imagen se ha convertido en un lugar masificado en el que muchos no pasan ni 5 minutos (lo justo para la foto)». Y si este le dejaba dos estrellas de cinco posibles, otro turista que lo visitaban hace dos semanas puntúa a este monumento con las cinco estrellas posibles dejando en su comentario el ‘pero’: «muy bonito y auténtico. Grandes vistas, aunque muy masificado». Y en esto coincide otra visitante de hace un mes: «muy bonito, merece la pena, pero siempre hay mucha gente».

En conclusión, aunque este verano Asturias está dejando un sabor mayoritariamente bueno en las reseñas de los turistas, al Principado y sus recursos turísticos no le faltan matices críticos y observaciones que piden ajustes y mejoras, «apuntes» que igual hay que ver como un catálogo de incidencias. Eso sí, algunas corregibles y otras no, por eso de que no hay manera de controlar el tiempo que hace en los Lagos de Covadonga o las mareas que hacen que los Bufones de Pría sean un espectáculo de la naturaleza.

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