La Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública hace balance de la última década
10 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Asturias es una de las comunidades autónomas que mejor ha resistido el avance de la privatización sanitaria en España y todo ello a pesar de que la evolución dentro de la comunidad refleja un incremento del sector privado, pero lejos de las dimensiones de otros territorios. Así lo refleja al menos el último informe sobre la privatización de la sanidad en las comunidades autónomas, publicado por la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP), y que destaca que el Principado figura entre las comunidades de menor velocidad de privatización, junto a Cantabria, Navarra y Castilla-La Mancha.
El estudio atribuye esta posición a varios factores estructurales, uno de ellos de forma destacada y es la existencia de cargos sanitarios con dedicación exclusiva (con una bonificación por esa dedicación a la pública que, según los autores del informe tiene gran influencia), y un bajo peso de la concertación y del gasto en seguros privados. Todos estos elementos, señala la FADSP, han permitido que Asturias conserve un sistema sanitario menos dependiente del sector privado que la media nacional, aunque en porcentaje de atención en mutuas sí está por encima del promedio del estado.
En el índice global de privatización 2024, Asturias obtiene 18 puntos, por debajo de la media estatal de 21,3 y muy lejos de los valores más altos registrados en Madrid, Canarias, Baleares y Cataluña, que rondan los 27-28 puntos. Este resultado sitúa al Principado en la parte más baja de la estadística sobre privatización sanitaria, se trata del balance de una década; en 2014 sumaba 12 puntos, frente a los 18 actuales; en ese tiempo la privatización sanitaria ha crecido en el Principado pero de forma más contenida que en otros territorios.
En concreto, el informe detalla varios indicadores que explican la menor privatización sanitaria en Asturias, donde se mantiene un modelo público más estable. El gasto en seguros privados es de 153 euros por habitante al año, una de las cifras más bajas del país, mientras que el porcentaje del gasto sanitario público destinado a conciertos se sitúa en el 6,2 %, claramente inferior a la media nacional. También el porcentaje de camas privadas sobre el total hospitalario es reducido, con un 11,47 %, y las consultas privadas registran solo 33,8 por cada 1.000 habitantes, uno de los valores más bajos del conjunto autonómico. Además, el 23 % de la población acudió a un médico privado en el último año, una proporción considerada baja-media según el estudio.
En todo caso el informe subraya que más del 90 % del empleo en la sanidad privada asturiana es a tiempo parcial (un porcentaje muy elevado que según indica el estudio, también se da en el País Vasco) y ocurre especialmente en áreas como cirugía o anestesia. Esto implica que la mayoría de los profesionales compatibilizan su trabajo en el sistema público y el privado, lo que limita la expansión de la sanidad privada a gran escala.
También apunta que Asturias, pese a registrar un gasto sanitario de bolsillo (esto es, la cantidad de dinero que las personas o familias pagan directamente por servicios de salud, como copagos, deducibles y coseguros, en el momento de recibir la atención) de 575 euros al año, ligeramente superior a la media nacional, la FADSP matiza que esta diferencia se explica por la relación entre ese gasto y el nivel de renta, sin que suponga un aumento real del peso del sector privado.
Las más privatizadas
El informe, que analiza variables correspondientes a 2023 y 2024, vuelve a situar a Madrid como la comunidad con mayor nivel de privatización sanitaria, seguida de Canarias, Baleares y Cataluña. En el extremo contrario, junto a Asturias, se encuentran Navarra, Castilla-La Mancha y Cantabria, regiones donde los servicios públicos de salud mantienen una mayor autonomía frente al sector privado.
En el conjunto de España, la FADSP calcula un grado medio de privatización de 21,3 puntos sobre 34, un ligero descenso respecto al año anterior (21,58). Sin embargo, advierte que la falta de transparencia de muchas comunidades dificulta un análisis más exhaustivo de la evolución del sistema sanitario.
La organización señala que Madrid lidera la clasificación desde hace más de una década, y que la privatización se ha acelerado en regiones como Extremadura, Andalucía y la Comunidad Valenciana, esta última ya próxima a incorporarse al grupo de comunidades con mayor privatización.