El Patio de Butacas entra en la élite al conseguir una estrella de la «Guía Michelín» de las coctelerías: «Ahora nos conocerán fuera de nuestras fronteras»

Manuel Noval Moro
Manuel Noval Moro REDACCIÓN

ASTURIAS

Alberto Díaz y Tania López en la gala de Top Cocktail Bars, tras recibir una Estrella Top Cocktail Bars
Alberto Díaz y Tania López en la gala de Top Cocktail Bars, tras recibir una Estrella Top Cocktail Bars

La coctelería de Pola de Siero se convierte en la primera de Asturias en lograr la distinción más alta de la gastronomía líquida, y en la única de la península situada en una localidad que no es capital de provincia

15 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Alberto Díaz y Tania López acudieron a la gala de la guía de cócteles más prestigiosa de la Península Ibérica, Top Cocktail Bars, celebrada recientemente en el Teatro Magno de Madrid, con unas expectativas muy claras. Confiaban en que El Patio de Butacas, la coctelería que ambos regentan en la plaza de Les Campes de Pola de Siero, mantuviera la mención en la guía con la que ya contaba el año pasado. No era poca cosa, porque significaba estar entre los locales dignos de ser conocidos por sus cócteles. 

La gala comenzó, precisamente, con las menciones, y ahí se llevaron la primera sorpresa. El nombre de su coctelería no apareció. Sí aparecieron distinguidas con sus respectivas menciones el Varsovia, de Gijón, y Malasaña, de Oviedo. Los sierenses se miraron extrañados en cuanto acabaron las menciones y no estaban entre ellas. «Empezamos a pensar que, si nos habían invitado, sería por algo», relata Tania. Entonces, con los nervios a flor de piel, oyeron algo que nunca hubieran pensado antes de acudir a la gala. Cuando empezaron a nombrar las coctelerías que habían recibido la mayor distinción, una Estrella Top Cocktail Bars, apareció el nombre de El Patio de Butacas. La alegría fue desbordante, porque la distinción sitúa a la coctelería polesa en la élite de la península.  

Solo 19 coctelerías de España y Portugal han logrado esta alta distinción. Además, se da una circunstancia que es, quizá, más meritoria. El Patio de Butacas es la coctelería situada en la población más pequeña no solo de esta edición sino de toda la historia, y es la única que no está ubicada en una capital de provincia. Es, asimismo, la única de Asturias. Para un local así, sostiene Tania López, «este galardón es un trampolín para darse a conocer más allá de sus fronteras, para atraer a nuevos clientes que quieran probar nuevas formas de entender la gastronomía líquida». La estrella coloca a Pola de Siero en el mapa de la coctelería. 

¿Y qué ha llamado la atención del jurado? Sobre todo, el concepto del local poleso, que elabora sus cócteles con producto local, las nuevas metodologías incorporadas al trabajo en barra, su idea de recolección, de sostenibilidad, de cuidado del producto, de la transformación a través de técnicas de cocina tradicional e innovadora, su ambiente y su personal atento y amable. 

Tania López explica que en El Patio de Butacas están «muy volcados con coctelería con raíz, que usa las cosas que tenemos nuestro alrededor, materia prima de los bosques y de la zona rural del entorno». La mayoría está recogido en los bosques y caleyas de la parroquia sierense de Santolaya, donde aprovechan helechos, dientes de león, ortigas o zanahorias silvestres: «cualquier cosa que nos encontremos». Además, tienen un pequeño huerto en el que plantan tomate, apio y otras muchas plantas que aprovechan para elaborar los cócteles. 

El Patio de Butacas lleva haciendo cócteles desde que abrió sus puertas en 2018, y no ha dejado de buscar, de profundizar en una forma de hacer sus creaciones que los hace distintos. Estar ligados al entorno les da a sus cócteles un valor añadido. Aunque no dejan de hacer cócteles clásicos, lo importante es que ponen su granito de arena con su carta propia de coctelería de autor. Todos los años hacen una presentación de sus novedades, y cada temporada que pasa crecen en sofisticación y profundizan en su arraigo al entorno. 

Su carta actual —que no tardarán en cambiar: presentan la próxima en noviembre— refleja el carácter y singularidad de su propuesta. Titulada «Melecina», está inspirada en la medicina tradicional asturiana y el poder curativo de las plantas. Cada cóctel lleva el nombre científico o botánico del ingrediente principal, y en la carta aparecen las coordenadas de dónde se recogió la planta, la graduación alcohólica o el tipo de vaso recomendado. Algunos ejemplos destacados son «Urtica», que lleva licor de ortiga, ginebra, llantén, vino blanco tipo Albarín infusionado con diente de león e incluso rabanitos encurtidos como guarnición; «Beta Vulgaris», inspirado en la remolacha, combina ron, miel, hinojo y vinagre de manzana; «Prunus», hecho con ciruela lactofermentada, brandy, pipas de calabaza, abeto y vinagreta, o «Juglans», que combina whisky de nuez tostada, miel de cáscaras de nuez verde, vermú, ceniza y burbujas, con un concepto que gira en torno al «riego cerebral».

Un trabajo minucioso, pegado a la tierra y con personalidad que ha elevado a este local de Pola de Siero a los altares de las coctelerías más reputadas de la península ibérica.