Menos pobreza, pero más vulnerabilidad en familias jóvenes y mujeres: los datos del bienestar asturiano

Sergio Muñoz Solís
Sergio M. Solís REDACCIÓN

ASTURIAS

F. Sotomonte

En 2024, la tasa de pobreza en Asturias se situó en el 15,6%, una de las más bajas del país. Sin embargo, el perfil de mayor vulnerabilidad lo forman hogares con hijos, personas en régimen de alquiler, en situación de desempleo o discapacidad, y jóvenes menores de 18 años

20 oct 2025 . Actualizado a las 05:05 h.

El último Informe sobre el Estado de la Pobreza y el Territorio 2025, elaborado por la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social, sitúa a Asturias entre las comunidades con mejores resultados del norte de España. Según los datos correspondientes a 2024, la tasa AROPE, que mide el riesgo de pobreza y exclusión social, se mantiene en niveles moderados respecto a la media nacional, si bien se observan áreas de vulnerabilidad vinculadas al acceso a determinados bienes y servicios.

En 2024, la tasa de pobreza en Asturias se situó en el 15,6%, una de las más bajas del país, muy por debajo de la media estatal (25,8%). Esta cifra equivale aproximadamente a uno de cada seis asturianos viviendo con ingresos inferiores al umbral de pobreza nacional. Cuando se aplican los umbrales de renta regionales, la proporción de población en pobreza se mantiene prácticamente igual, reflejando una menor desigualdad interna que en otras regiones españolas.

El informe también destaca que, sin las transferencias públicas como pensiones o prestaciones sociales, la pobreza alcanzaría en Asturias el 48% de la población, lo que subraya el fuerte papel de las políticas sociales y, especialmente, del sistema de pensiones. De hecho, solo las pensiones por jubilación reducen la tasa de pobreza regional en 26 puntos porcentuales, un efecto reductor que duplica el registrado en comunidades como Baleares.

El indicador de carencia material y social severa (CMSS), que evalúa la imposibilidad de acceder a siete o más de trece elementos básicos (desde mantener la vivienda a temperatura adecuada hasta disponer de conexión a internet o poder permitirse carne o pescado cada dos días), presenta en Asturias resultados relativamente favorables respecto al conjunto estatal. En 2024, el informe constata una mejora en los pagos de vivienda y suministros, situando a la comunidad entre las que reducen los retrasos en facturas y alquileres, junto con Baleares, Canarias, Galicia y Navarra.

La situación también mejora en los indicadores de pobreza energética: el porcentaje de hogares que no pueden mantener su vivienda a una temperatura adecuada ha descendido tras el repunte registrado durante la crisis energética, aunque sigue siendo superior a los niveles de 2008 y 2015. En cuanto a la imposibilidad de conectarse a internet para uso personal, la tasa regional continúa siendo baja en comparación con otras comunidades, lo que refleja un avance en la digitalización doméstica y la accesibilidad tecnológica de los hogares asturianos.

Otro de los componentes del AROPE, la baja intensidad en el empleo en el hogar (BITH), muestra también una evolución positiva. En 2024, Asturias figura entre las regiones con menor proporción de personas que viven en hogares con escasa actividad laboral, situándose dentro del grupo de comunidades con BITH reducido junto a Galicia, Cantabria, Navarra, Castilla y León y Euskadi. El dato regional ronda el 8,5%, muy por debajo del 12% registrado en Andalucía o del 10,7% en Castilla-La Mancha.

Desde 2015, la intensidad laboral en los hogares asturianos ha mejorado de forma sostenida, alineándose con los objetivos marcados por la Agenda 2030. Este indicador es, según el informe, el único que a nivel estatal cumple las metas establecidas en materia de inclusión social.

La pobreza severa (personas con ingresos inferiores al 40% de la mediana nacional, es decir, menos de 7.723 euros anuales por unidad de consumo) afecta al 8,4 % de la población española, pero Asturias presenta cifras más bajas que la media. Además, el estudio constata que la proporción de personas en el primer decil de renta (los ingresos más bajos) ha disminuido en la región respecto al año anterior.

El estudio subraya las persistentes diferencias entre el norte y el sur de España. En conjunto, las comunidades septentrionales presentan tasas de pobreza y exclusión significativamente menores. Mientras la tasa de pobreza en el norte se sitúa en torno al 13,9%, en el sur alcanza el 27,2%, una brecha que se ha ampliado en los últimos años pese a las mejoras generales.

La pobreza en Asturias afecta con más intensidad a mujeres y hogares con hijos

El perfil de mayor vulnerabilidad lo forman hogares con hijos, personas en régimen de alquiler, en situación de desempleo o discapacidad, y jóvenes menores de 18 años, que han visto deteriorada su situación durante el último año en casi todos los indicadores de la tasa AROPE, que mide el porcentaje de la población que se encuentra en riesgo de pobreza, privación material y social severa o baja intensidad de empleo.

El alto coste de los alquileres y de las hipotecas, bajos salarios, empleo precario y desempleo son los principales factores de pobreza y exclusión social que hacen necesario fortalecer el escudo social con ayudas y subvenciones, ha explicado Loreto Ventosa, técnica de EAPN-AS, durante la presentación del informe. «Asturias mejora pero lentamente porque las desigualdades de género, edad, y situación laboral persisten, la pobreza infantil aumenta y sigue siendo el reto más urgente», destaca el informe.