Fernando Álvarez y Rosa Capito, dueños de uno de los clásicos hosteleros de las Regueras, se jubilan dando las gracias a sus clientes por «cada visita, cada conversación, cada celebración compartida y cada recuerdo que nos llevamos para siempre». Le pasan el testigo a los hasta ahora dueños de El Casero de la Villa Condal, que continuarán con la misma filosofía.
04 dic 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Rozando los 40 años a su espalda, uno de los establecimientos con más solera de Las Regueras cambia de manos, pero no de espíritu. En apenas unos días, los dueños de este establecimiento ubicado en El Escamplero, Fernando Álvarez y Rosa Capito, se jubilan para ceder la gestión del negocio a los actuales propietarios de El Casero de la Villa Condal.
En una carta publicada en sus redes sociales, Rosa Capito y Fernando Álvarez explicaban que «después de 40 años abriendo nuestras puertas cada día, ha llegado el momento de decir adiós». «Nos jubilamos y con ello nuestro restaurante cerrará una etapa llena de trabajo, esfuerzo y, sobre todo, muchísimo cariño», continuaban. Han aprovechado la misiva para «dar las gracias de corazón a todos nuestros clientes, vecinos, amigos y familia» por «cada visita, cada conversación, cada celebración compartida y cada recuerdo que nos llevamos para siempre».
«Para quienes habéis formado parte de la historia del Tendejón, nos encantaría conservar un pedacito más de esos momentos», han destacado ambos hosteleros. Es por eso que han pedido a sus clientes habituales que si tienen fotos, recientes o antiguas, «recuerdos o cualquier memoria del Tendejón», las compartan con ellos, ya que «será un regalo enorme».
Para despedirse «como se merece, los días 15 y 16 habrá un aperitivo en el local». «Aunque cerremos las puertas del restaurante… nos seguiremos viendo por aquí; gracias por estos 40 años; gracias por ser parte de nuestra historia», concluye la carta.
Los que cogerán el testigo de Rosa Capito y Fernando Álvarez a comienzos del año que viene serán los responsables de El casero de la Villa Condal Mayte Martínez y Paco Berlanga, que cierra sus puertas «el próximo 8 de diciembre» tras «casi 12 años en Noreña, donde hemos tenido siempre la mejor acogida imaginable», con «muchas vivencias y muchos clientes que ya son amigos».
«Nos trasladamos al Tendejón de Fernando en El Escamplero (al lado de nuestra casa), donde a partir del 2 de enero os seguiremos recibiendo con la misma dedicación de siempre y esperando continuar la gran labor desempeñada hasta ahora por Rosa y Fernando, a los que deseamos una feliz jubilación», concluyen desde el restaurante sidrería El Casero de la Villa Condal.
En conversación con La Voz, Fernando Álvarez detalla que llevan «39 años y unos meses» al pie del cañón. «El día 16» celebrarán el último día en su restaurante y sidrería con clientes y amigos. Explica que están llevando la llegada de la jubilación «de momento con mucho ánimo», ya que «39 años y pico largos trabajando en el sector de la hostelería» y ya van llegando las ganas de disfrutar de la vida más allá de las jornadas maratonianas.
Explica que afrontan esta nueva etapa de sus vidas «con ganas e ilusión para ver si llegamos hasta los 126». Fernando Álvarez apunta que hace «15 días desde que se publicó en redes sociales» la noticia de que se jubilaban y cedían el testigo del local. Desde entonces «viene gente a comer, a cenar y a despedirse, porque son contactos de muchos años».
La decisión de jubilarse ha sido meditada, si bien la consideran necesaria. «Ves que te cansas, te agotas, que son muchos años y tienes una vida realizada», resalta. No obstante, se muestran «contentos porque se ha conseguido alquilar un negocio que está funcionando muy bien», de modo que «siga funcionando y se mantenga vivo, que es lo que gusta». Comenta que los futuros responsables del Tendejón «continuarán con el mismo nombre y van a seguir trabajando lo mismo que estamos trabajando», es decir, comida asturiana casera, cuidada y atención esmerada.