Artículo de opinión de Miguel Vicente
12 dic 2017 . Actualizado a las 21:02 h.Al comienzo de la temporada mucho se habló de la necesidad de contratar un nuevo delantero que acompañase a Toché y Linares en la función de goleador del equipo.
La edad, tanto de José Verdú como de Miguel Linares, apoyaban aún más si cabe los argumentos de los que como yo, creíamos conveniente tener otro 9 en la plantilla.
La lesión de Toché abrió la puerta para que Linares volviese a jugar de delantero centro, no en banda o como segunda punta. Esa situación hizo saltar las alarmas de muchos oviedistas, que pensaron que el idilio de Linares con el gol ya estaba caducado. Afortunadamente se equivocaron. Vaya si lo hicieron.
Desde su presencia en el 11 titular, Linares no ha parado de ser determinante en el juego del equipo. Metiendo goles y generándolos, como frente a Osasuna, poniendo un balón de lujo a la cabeza de Diegui, tras gran jugada personal.
Miguel Linares puede tener aciertos y errores como todos los delanteros. A principio de temporada se encontró varias veces con la madera en ocasiones muy claras, lo que a buen seguro le espoleó aún más para querer reivindicarse como goleador. Podemos decir que lo ha hecho, ha vuelto. La muñequera vuelve a lucir al viento.
En el campo tiene todo para gustar a la afición carbayona. Rápido, correoso, luchador incansable, en ocasiones hasta sacando de quicio a los rivales. Toda una serie de cualidades que encantan a la gente del Tartiere, siempre buscando extensiones de ella en el campo. Lo era Michu, lo era Cervero, también Esteban. Linares con la ovación del domingo tras el cambio, demuestra que no hace falta ser asturiano ni oviedista de cuna para entrar en tan selecto club.
Los jugadores tan competitivos como Miguel Linares suelen serlo porque algo despierta su hambre. Si en la extensa carrera deportiva de Miguel Linares hay algo que pueda despertar esa voracidad creo que será el poder debutar en Primera División. De hacerlo, sus opciones pasan por lograrlo tras ascender con Real Oviedo. Ojalá ese hambre se haga extensivo a muchos jugadores de la plantilla. Ojalá todos luchen como Linares.
Miguel Linares, Uno di noi.
