Artículo de opinión de Miguel Vicente
30 ene 2018 . Actualizado a las 15:09 h.Bertolt Brecht fue un dramaturgo y poeta alemán, nacido en Baviera. Hijo de padres acomodados en la burguesía y que tenía todo en la vida para vivir cómodamente.
Sin embargo, no eligió el camino fácil, buscó un camino diferente, más duro, pero que era el que lo representaba y sentía como suyo. Se enfrentó al orden establecido y ahí es nada, al mismísimo Hitler.
Hipérboles aparte, seguro que más de un oviedista se siente identificado con la figura de este revolucionario pensador.
Sobre todo los que lucharon hombro con hombro con su equipo en los campos de tercera, los que sobrevivieron a un nuevo descenso esta vez deportivo a la categoría innombrable. Los que entre las pocas alegrías de la época, disfrutaron del ascenso en Mallorca en la tanda de penaltis. Los que aguantaron la más larga de lo esperada travesía en el desierto de la segunda B. Los que vibraron con el nuevo ascenso en Cádiz y los que a día de hoy siguen al pie del cañón, una vez pasado lo más duro.
Bertolt Brecht dijo una frase que quedó para la posteridad: «Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles».
Como todos sabemos, este domingo se juega un partido marcado a fuego en el calendario. Un partido que para los que han sobrevivido a todos los traspiés tiene un sabor muy especial, pero sobre todo, un partido que ya han ganado antes de que empiece a rodar el balón. Disfruten del partido y de la semana todos los oviedistas, pero sobre todo, «los imprescindibles», que son los que más se lo merecen.
