El bueno, el feo y el malo del Real Oviedo

Gonzalo González OVIEDO

AZUL CARBAYÓN

LFP

Así quedan repartidos los papeles tras la victoria azul en el derbi

05 feb 2018 . Actualizado a las 09:33 h.

Llegó el partido del que tanto se habló, comenzó de la peor manera posible y terminó como toda la afición azul llevaba tantos años soñando. Victoria que deja al Real Oviedo empatado a puntos con el segundo clasificado, al cual se enfrentará en una semana, y duro golpe al eterno rival que siempre le da un plus a al gran partido azul, algo más que los 3 puntos. Anquela y la grada carbayona lograron imprimir en su equipo la garra que necesitaba un encuentro así y los azules salieron victoriosos en un partido que costará borrar de la memoria de la capital del Principado. 

Cada vez que los azules hacen un partido completo se hace difícil repartir papeles como «el feo» o «el malo», y mucho más cuando ese partido completo se produce justo cuando se tenía que producir. Por eso esta semana hacemos una excepción en la sección para honrar a un equipo que ante todo y por encima de detalles individuales es eso, un equipo del cual se puede sentir orgullosa su afición:

El bueno: Forlín

La defensa es clave en partidos en los que los nervios juegan un papel protagonista, y el argentino no mostró ni una pizca de intranquilidad en los 90 minutos de encuentro. Seguro en cada jugada de ataque y fundamental al cruce en momentos que podrían haber sido decisivos en contra del marcador azul. Forlín sigue mostrando una mejoría clara desde que empezó su andadura como carbayón y la grada ya lo tiene como uno de los suyos. El oviedismo siempre busca ídolos que lo dejen todo en el campo y el zaguero da el perfil.

El mejor: Saúl Berjón

El partido de ayer también ofrecía una oportunidad de venganza poética a los canteranos azules que vivieron en sus carnes los peores momentos del club de la capital, y Berjón pudo formar parte del equipo que por fin pudo responder sobre el campo a todo lo sucedido durante estos 14 años. El nivel que está mostrando esta temporada no baja ni un milímetro y en el encuentro de ayer dejó claro quién mandaba en su banda. Participó en el 1-1 y creó peligro hasta el último instante del partido. 

El superior: Mossa

No es fácil pasar a la historia del Real Oviedo pero el pelirrojo ayer consiguió escribir una página que va a ser imposible de arrancar. Como él mismo decía, su función en este equipo no es la de marcar goles, pero con los dos chicharros que se sacó de la manga es más que difícil creerlo. Partido perfecto del lateral que no por marcar los dos goles azules del encuentro dejó de trabajar tanto en ataque como en defensa. Sólo queda decir gracias y esperar que alguna vez que otra se anime a probar disparos lejanos.