El renacer de David Rocha

Pablo Fernández OVIEDO

AZUL CARBAYÓN

Rocha celebra su tanto frente al Sevilla Atletico
Rocha celebra su tanto frente al Sevilla Atletico LFP

El extremeño se ha destapado como uno de los hombres clave de Anquela

08 feb 2018 . Actualizado a las 09:04 h.

Durante los años en Segunda B, el oviedismo se acostumbró a ver pasar jugadores muy válidos que, tras una mala temporada, se veía como prácticamente imposible que pudieran acabar dando un buen rendimiento con la camiseta azul. Al final, este buen rendimiento deseado solía llegar cuando el futbolista abandonaba la disciplina carbayona y firmaba por un conjunto de aspiraciones menos urgentes. 

Todo apuntaba a que David Rocha iba a formar parte de este numeroso grupo. El extremeño llegó el pasado verano para darle al Real Oviedo de Fernando Hierro un punto de jerarquía con balón y de movilidad en una medular demasiado defensiva. Pero la aventura no empezó bien. Una lesión muscular no le dejó entrar en la rotación hasta finales de septiembre y, cuando lo logró, Hierro comenzó a usarlo en banda. Ante la falta de hombres exteriores, el malagueño optó por usar al 20 de falso extremo, alejándolo del balón y exigiéndole un trabajo diferente en el costado

Rocha salvo la papeleta como pudo pero pasó a ser casi intrascendente en el juego de un equipo que nunca encontró su rumbo durante el curso. Tras la marcha de Hierro y la llegada de Juan Antonio Anquela, el mediocentro extremeño parecía estar en la rampa de salida. Pero nada más lejos de la realidad. Tanto la dirección deportiva como el cuerpo técnico le aseguraron que era uno más y que contaban con él, los compañeros le eligieron como uno de sus capitanes y fue uno de los futbolistas más utilizados en la pretemporada.

El primer punto de inflexión llegó en la tercera jornada de Liga. Tras empezar el partido en el banquillo, Rocha cerraba la goleada al Reus con un gran lanzamiento de falta. El gol no fue determinante en el resultado, pero la sensación de liberación y la celebración con sus compañeros adelantaban que algo había cambiado. Después de ser titular en 9 de las primeras 15 fechas del campeonato, la jornada 16 fue el segundo punto de inflexión de la historia de Rocha en Oviedo.

Tras perder en Zorrilla por 3-1, el Oviedo recibía al Numancia y Anquela apostaba, por primera vez desde el inicio, por el esquema de tres centrales y dos carrileros. El once inicial que se puso en liza aquel día es el que ya todo el oviedismo se sabe de memoria, formando Rocha y Folch el doble pivote. Junto al ex del Reus, el extremeño se ha erigido como una pieza clave en el sistema azul. Su ferocidad e intuición en la presión, intensidad en el repliegue y una nada desdeñable llegada al área contraria son ya rasgos fundamentales en el entramado de Anquela. A todo esto hay que añadir el ser un jugador temido en las acciones a balón parado, sumando tantos clave en Lorca y Sevilla.

Patrik Hidi y McDonald Mariga, que llegaron en verano para ser uno de los puntos fuertes del nuevo Real Oviedo, no han podido acumular minutos debido al renacer de un David Rocha que, a sus 33 años recién cumplidos, parece haber encontrado en la capital del Principado su lugar ideal. Y al oviedismo le gusta esto.