Erice pone el morbo

ALFONSO SUÁREZ OVIEDO

AZUL CARBAYÓN

Erice Albacete Real Oviedo.Erice, justo antes de anotar su gol frente al Alcorcon
Erice, justo antes de anotar su gol frente al Alcorcon Albacete Balompie

Primera visita del excapitán del Real Oviedo a la que fuera su casa durante 4 años

14 feb 2018 . Actualizado a las 13:59 h.

Es innegable. Más allá de los puntos, el enfrentamiento entre Real Oviedo y Albacete del próximo sábado tiene el interés del regreso de Jon Erice al Carlos Tartiere. Fueron 4 años en los que el navarro vivió de todo en la capital del Principado, desde sin sabores como no clasificarse para el playoff el primer año hasta tocar la gloria aquel 31 de mayo en el Carranza. 

Sin embargo, si algo parece haber quedado de la estancia de Erice en Asturias es su salida del club azul, polémica y con excesivas tiranteces. El centrocampista no ha negado jamás que jugar en el Tartiere siempre ha sido un privilegio, calificándolos como los mejores años de su vida. 

El excapitán azul siempre ha estado en el centro de la polémica desde la marcha de Sergio Egea del banquillo oviedista, así como de la elección de David Generelo como su sustituto. El desastroso final de temporada del Real Oviedo, que se quedó fuera del playoff cuando luchaba por el ascenso, fueron una herida en la afición que no llegó a cicatrizar. 

Muchos pidieron su salida aquel verano. Sin embargo, Erice se mantuvo un año más en la capital del Principado, volviendo a ser titular en la mayoría de encuentros con Fernando Hierro en el banquillo. La reconciliación fue posible mientras los resultados acompañaron. Cuando las victorias comenzaron a escasear, los pitos y los desencuentros regresaron. 

Cuando la temporada tocaba a su fin, una crítica en una tertulia de radio desembocaron en una riña del excapitán con Ignacio Suárez, miembro de Symmachiarii, en la puerta de la tienda del aficionado. Aquello fue la gota que colmó el vaso y la estancia de Jon Erice en el Real Oviedo llegó a su fin. El club le apartó de la disciplina del equipo y poco más de un mes después hacía oficial su despido, pese a que al navarro le quedaban un año de contrato. 

El resto de la historia es por todos conocido. El centrocampista recaló en el Albacete, donde llegaría semanas después Susaeta, uno de sus mejores amigos, sino el mejor, en su estancia en Oviedo. El sábado, el navarro podrá volver a pisar el Tartiere por primera vez tras su salida, aunque no así Néstor por culpa de una cláusula en el acuerdo para su desvinculación. El recibimiento de la afición oviedista está por ver, pero nadie cree que vaya a existir indiferencia.