El Real Oviedo desaparece

ALFONSO SUÁREZ OVIEDO

AZUL CARBAYÓN

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Saul Berjon, en una accion con Iñigo Perez y Saul LFP

Los de Anquela caen de forma estrepitosa y víctima de sus errores en su visita al Numancia

29 abr 2018 . Actualizado a las 15:12 h.

Era prácticamente una final y el Real Oviedo la jugó de manera desastrosa. El equipo de la capital del Principado apenas compareció en Los Pajaritos y se llevó una merecida derrota (3-0) en un encuentro en el que ni siquiera se le puede echar la culpa a Pérez Pallas.

Los azules fueron inferiores a su rival y muestran una imagen muy mala en la fase decisiva del campeonato. Los resultados de la jornada dejan el playoff a solo tres puntos, pero las sensaciones son que la fase de ascenso está mucho más lejos. Urge un cambio cuanto antes en el seno del equipo oviedista, una verdadera reflexión que debe empezar por el capitán de la nave, Juan Antonio Anquela. 

Tras el mal encuentro frente al Valladolid, Juan Antonio Anquela decidió mover ficha. Era momento de cambiar algo en el equipo para darle un impulso nuevo en esta recta final. El técnico del Real Oviedo dibujó una alineación que recordaba al esquema de tres centrales, con Diegui, Mossa, Carlos Hernández, Christian y Verdés.

Sin embargo, el pitido inicial colocó de forma distinta a los azules. La línea de cuatro zagueros era clara, con Mossa en el extremo izquierdo, Aarón junto a Toché y Saúl Berjón partiendo desde la derecha. Una disposición novedosa por parte del preparador oviedista para la final de Soria.   

El encuentro comenzó como se esperaba, con un Numancia realmente intenso que buscaba rápido el área de Herrero. También arrancó como se esperaba Pérez Pallas, que amonestó a Verdés en el minuto 6 en una acción en la que a un árbitro normal le costaría pitar falta.

El control era de los locales en los primeros 20 minutos. Los de Arrasate pisaban mucha área asturiana, siempre con centros peligrosos y muchos futbolistas llegando al remate. La zaga oviedista achicaba balones, tratando de encontrar un contraataque rápido con Toché o Aarón.

Fue precisamente el murciano el encargado de recordar a los sorianos que confianzas, las justas. El atacante conectó una buena volea en un saque de esquina que Diamanka desvió en última instancia.

Mantuvieron los sorianos su intensidad y antes del descanso comenzaron a llegar las recompensas. Como ocurriera la jornada pasada, el Numancia castigó por partida doble a los de Anquela en apenas tres minutos. Dos goles que pudieron ser tres si no fuera porque Alfonso Herrero realizó una parada de muchos quilates a remate de Pere Milla.

En el minuto 33 se adelantaron los locales. Balón largo a la espalda de Christian, que había centrado su posición para ocupar el espacio que había dejado libre Carlos Hernández. Allí apareció Pablo Valcarce, que controló delante de Alfonso Herrero. Aarón acudió a la ayuda, pero el rebote benefició al soriano, que cedía para que Guillermo anotara el 1-0 sin apenas oposición.

Sin tiempo para reaccionar, o eso parece, el Numancia hizo el 2-0 en un saque de esquina ejecutado por Iñigo Pérez y que Pablo Valcarce, con su 1,75 metros de estatura, cabeceó totalmente solo en el área pequeña. Segundo error incomprensible de los de Anquela que se veían abajo en el marcador de forma merecida.

Sin reacción en la reanudación

El paso por los vestuarios no deparó, como se podía esperar, un cambio en el Real Oviedo. Lejos de venirse arriba, los de la capital del Principado recibieron un tercer gol que sentenciaba el encuentro. De nuevo, un balón parado. De nuevo, un fallo en la zaga azul. De nuevo, Pablo Valcarce solo en el área para batir a Alfonso Herrero.

Con todo perdido, Anquela decidió dar entrada a Linares por Aarón Ñíguez. El zaragozano salió desde el banquillo con rabia y ganas de luchar. En apenas seis minutos, ya había sido amonestado por una dura entrada a Escassi. El zaragozano, al menos, mostraba personalidad para no conformarse con el 3-0.

Pocos minutos después, el preparador oviedista apostaba por Fabbrini en lugar de Mossa. La última bala fue para Yaw Yeboah en lugar de Ramón Folch. Pese a los cambios, la manija seguía siendo para el Numancia, que sabía parar a los azules para no sufrir en defensa.

Además, cuando la zaga numantina no conseguía parar los envites asturianos, ahí aparecía Aitor Fernández. El cancerbero local se estiró de manera brillante para evitar el tanto de Linares en un buen cabezazo tras un centro desde la izquierda de Fabbrini.

La segunda mitad, desde el segundo gol de Valcarce, no existió. El Real Oviedo mostró una preocupante falta de capacidad para generar ocasiones de peligro. Un mal que lleva arrastrando durante muchos meses y que se ha multiplicado en la fase decisiva de la temporada.

El marcador final dejó a los azules muy tocados, aunque todavía a tres puntos del playoff de ascenso. Las matemáticas dicen que todavía hay opciones. Pero si los de la capital quieren tener la mínima posibilidad, urge un cambio cuanto antes. El próximo encuentro será en el Carlos Tartiere frente al Lorca. Un enfrentamiento en el que no hay exucusas. El Real Oviedo debe ganar.

Numancia: Aitor Fernández; Mediana, Carlos, Escassi, Saúl; Diamanka (Pablo Larrea, min 61), Iñigo Pérez; Marc Mateu, Pablo Valcarce, Pere Milla (Higinio, min 78), Guillermo (Manu Del Moral, min 73).

Real Oviedo: Alfonso Herrero; Johannesson, Carlos Hernández, Héctor Verdés, Christian Fernández, Mossa (Fabbrini, min 67); Folch (Yeboah, min 75), Mariga; Aarón Ñíguez (Linares, min 54), Saúl Berjón, Toché.

Goles: 1-0 Guillermo (min 33). 2-0 Pablo Valcarce (min 36). 3-0 Valcarce (min 53).

Tarjetas: El colegiado Pérez Pallas mostró amarillas al local Pablo Larrea, y a los visitantes Héctor Verdés, Johannesson, Folch y Linares.