Los tres desafíos en el regreso del Real Oviedo

ALFONSO SUÁREZ OVIEDO

AZUL CARBAYÓN

Ziganda en El Requexón
Ziganda en El Requexón Real Oviedo

El conjunto de Cuco Ziganda afronta importantes retos 57 días después del último entrenamiento en El Requexón

09 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Se terminó la espera. Casi 60 días después, el Real Oviedo regresa a su casa para retomar los entrenamientos que se suspendieron el pasado 13 de marzo a causa de la pandemia por Covid-19. En total, 57 días han sido los que el conjunto azul ha estado lejos de El Requexón. Hoy, 9 de mayo, los azules retomarán las sesiones en la ciudad deportiva siguiendo el estricto protocolo diseñado por Sanidad y LaLiga. En esta primera fase, los futbolistas se tendrán que ejercitar de manera individual

Son varias las claves que todo jugador debe cumplir, como llegar vestidos con la ropa de entrenamiento, calzarse las botas o playeros con los que entrenarán antes de bajar del coche, usar una botella de agua particular, no usar vestuarios o no exceder los seis futbolistas por terreno de juego. El conjunto carbayón ha planificado sesiones de 12 futbolistas repartidos entre los campos 1 y 2 de El Requexón. 

Pero, además de estas reglas básicas para minimizar el riesgo de un posible contagio, José Ángel Ziganda y los suyos tendrán que hacer frente a importantes retos para los 11 encuentros que quedan por disputar y que resultan básicos para el futuro deportivo del conjunto asturiano. 

1. Vigilar el estado físico

Casi dos meses es un mundo en la preparación física de cualquier deportista de alto nivel. Pese a los esfuerzos individuales de cada futbolista por mantenerse en forma, es lógico que los jugadores hayan perdido chispa y fondo. Los profesionales pasan cuatro semanas sin calzarse las botas en verano. En esta ocasión, han estado ocho. El doble. Por ello, la vuelta a la normalidad supone un reto mayúsculo para cualquier equipo desde el punto de vista de la preparación física, más todavía cuando en el horizonte aparece una Liga a 11 partidos en la que cada punto cuenta para escapar del descenso. 

Resulta fundamental que los futbolistas hayan cumplido con su trabajo individualizado durante el confinamiento. Solo así será más sencillo recuperar la forma física en este pretemporada improvisada durante el mes de mayo.  

2. Recuperar el estado anímico previo al parón

No es ningún secreto que la suspensión del fútbol llegó en mal momento para un equipo que había conseguido enlazar dos victorias consecutivas, salir de puestos de descenso y que estaba a punto de afrontar dos encuentros seguidos como local. Tras tocar fondo ante el Lugo, Ziganda recompuso a su equipo a través de la defensa y sumó seis puntos que cambiaron la cara a equipo y afición. 

Este subidón se ha esfumado tras 57 días de encierro. Aunque la clasificación se mantiene exactamente igual, el Real Oviedo ha perdido ese impulso moral que se había ganado con sus triunfos ante el Tenerife y el Extremadura. Recuperar ese positivismo es otra de las metas que han de marcarse Cuco y los suyos en estas primeras semanas de entrenamiento. 

3. ¿Será posible mantener la dinámica de resultados?

El tercer desafío es precisamente alargar al máximo la corta, pero buena, racha de resultados obtenida en el mes de marzo. Los de la capital del Principado pasaron de ser penúltimos a cuatro puntos de la salvación tras caer ante el Lugo a terminar fuera del descenso dos jornadas después. 

Ahora, con 11 encuentros por delante, el Real Oviedo tiene la misión de certificar la salvación y evitar un descenso con el que se ha estado coqueteando durante todo el curso. Once finales y un campeonato imprevisible, ya que nada será parecido a lo que era antes del coronavirus. Es imposible adivinar cómo va a afectar este parón a cada equipo. Por eso, Ziganda y los suyos deberán afrontar el difícil reto de mantener la dinámica conseguida ante Tenerife y Extremadura y, de paso, alejarse lo máximo de un descenso que se antoja dramático esta temporada.