El Real Oviedo, que amplía su colchón con el descenso, completó un encuentro muy plano ante un Fuenlabrada que tampoco mereció mejor premio
26 jun 2020 . Actualizado a las 01:05 h.El mejor:
Grippo: 7,5. El central se estrenó en la nueva normalidad y, además, jugó sus primeros minutos como jugador carbayón en el Carlos Tartiere. Sólido y sin errores junto a Arribas, demostró que se puede contar con él en esta recta final de Liga. Estuvo contundente la defensa de los centros laterales y, en ocasiones, dejó varios pases que rompieron líneas del rival.
El once
Lunin: 6. Sin casi trabajo durante los 90 minutos, cuando el Fuenlabrada achuchó un poco y sacó algún saque de esquina y centro lateral el guardameta ucraniano resolvió de manera solvente. Un seguro.
Lucas Ahijado: 6. Continúa con su progresión. Es, junto a Arribas y a Luismi, el único futbolista azul que ha jugado los 90 minutos de los cuatro partidos, pero es que lo disimula muy bien. Es un portento físico y ahora, con ritmo de competición, está mejorando su juego. Le falta atreverse más en campo rival, y decidir mejor.
Arribas: 7,5. Gran encuentro junto a Grippo. El madrileño, además, se fajó de lo lindo en su duelo con Sekou Gassama, uno de los delanteros más complicados de defender de la categoría. Al margen de algún susto con balón, dejó otro partido notable. Y ya van varios.
Mossa: 4,5. Le sigue costando un mundo completar un partido correcto. Precavido con balón, cuando el rival presionaba y le exigía, el valenciano no era capaz de mostrar esa frescura de ideas de antaño. En defensa midió mal un par de saltos y le pudo costar caro al Oviedo.
Luismi: 5,5. Comenzó el encuentro de manera brillante, liderando con balón los pocos ataques posicionales del Oviedo y controlando su zona cuando el Fuenlabrada tenía el balón. En los minutos finales del primer tiempo dejó un par de errores y tras el descanso no fue a mejor. Sufrió y pudo notar la carga de minutos.
Lolo González: 5. Le costó entrar en el partido, sobre todo cuando le tocaba participar en la circulación de balón, pero acabó el primer tiempo cumpliendo. Después fue desapareciendo y salvo en las disputas áreas con el rival casi no entró en juego. Pudo marcar rozando el 40', pero Freixanet lo evitó.
Obeng: 3,5. Un cero a la izquierda en el ataque del Oviedo. Fuera de su posición natural, el ghanés sufre mucho para conectarse al juego. Casi siempre mal perfilado y eligiendo la peor opción, solo desbordó una vez en una banda izquierda que no era el fuerte del Fuenlabrada. Muy impreciso con balón, tanto en el control como en el pase.
Jimmy: 5. Por tercer partido consecutivo, al ovetense le tocó jugar en una demarcación que no es la suya. Como mediapunta, estuvo muy desconectado de todo salvo en ciertos momentos del primer tiempo, cuando logró conectar con Luismi y jugar fácil a los costados. Pero muy poco más. Extraña y mucho la decisión de Ziganda.
Yoel Bárcenas: 4,5. El panameño sigue sin estar, pero se le sigue esperando. Un par de detalles en forma de conducción ya en el segundo tiempo y muy poco más. El Oviedo necesita que sume de una vez.
Ortuño: 5. Durante el primer tiempo fue el punto de apoyo de un Oviedo que solo encontraba en el ariete murciano la forma de instalarse en campo rival. Y no lo hizo mal. Eso sí, como viene acostumbrando en las últimas jornadas, estuvo fallón cerca del área y la zona de remate. Le falta chispa.
Desde el banquillo
Borja Sánchez: 5,5. La gran esperanza del Real Oviedo entró, tocó un par de balones y el partido ya era otra cosa para los azules. Apareció por todos lados y, aunque todavía no esté al 100%, volvió a demostrar que su sola presencia cambia todo.
Rodri: 3,5. Difícil aportar menos. El soriano no tuvo su noche y perdió prácticamente todos los balones que tocó, siendo una falta provocada cerca del área la única nota positiva de su encuentro.
Ibra: -. Jugó poco más de diez minutos y casi no entró en contacto con el balón.
Sangalli: -. Similar a Ibra. Conectó un par de veces con Lucas, no estuvo afortunado en el pase en la última acción y se acabó el partido.
