Javi Cueto: «Representar al Oviedo con la camiseta del primer equipo es lo más grande»

Pablo Fernández OVIEDO

AZUL CARBAYÓN

Javi Cueto, durante un encuentro del Vetusta
Javi Cueto, durante un encuentro del Vetusta Real Oviedo

La Voz de Asturias charla con el delantero del Vetusta, gran talento de El Requexón y pieza clave del filial. Este domingo jugará un partido fundamental ante el Sporting B

07 mar 2021 . Actualizado a las 10:30 h.

19:00 horas del viernes. Un día y medio antes de que el Vetusta se juegue media temporada ante el Sporting B, Javi Cueto (Gijón, 2001) recibe la llamada de LA VOZ DE ASTURIAS. El delantero, durante el enésimo trayecto de la semana desde la capital del Principado hasta Villaviciosa, donde vive con sus padres y su hermana, analiza sus años en la cantera del Real Oviedo y la temporada del filial azul. Estudiante de Fisioterapia, tiene contrato con el club carbayón hasta 2023 y el pasado mes de septiembre, ante el Mirandés, debutó en el fútbol profesional a las órdenes de Ziganda. Esta temporada, la primera como jugador sénior, suma 6 goles en Segunda B. Es la gran referencia del segundo equipo más importante de la entidad oviedista y lo asume con pasión y responsabilidad. 

-Llegó a El Requexón en edad cadete. ¿Cómo recuerda su fichaje?

-Con muchísima ilusión. Me lo dijo la gente del Roces y después el Oviedo se puso en contacto con mi familia. No me lo creía. Que un club tan grande estuviese interesado en mí era una pasada.

-Y fue bien la cosa.

-Empecé en los Tensi, con Jandro Robles de entrenador. Los compañeros me acogieron de manera espectacular. Tenía miedo a no encajar y fue todo lo contrario. Todavía mantengo amigos y con la mayoría estoy en contacto.

-Debutó en Segunda B con 17 años.

-Me fui adaptando a lo que era el Real Oviedo y, ya en el segundo año como juvenil, Javi Rozada me dio mucha confianza. Crecí y me pude hacer un 'huequito' en aquel gran equipo, todo era más fácil porque se estaba jugando muy bien. El míster me comentó que iba a tener minutos y traté de llevarlo con la mayor normalidad posible. Mi familia me acompañó y pudieron viajar a Amorebieta, fue una experiencia brutal.

-El curso pasado todavía era juvenil, pero ya fue uno más en el filial.

-Fue una temporada difícil, aunque me sirvió para aprender muchas cosas. Sobre todo, a la hora de gestionar el día a día y afrontar cada partido como una oportunidad para mejorar. Y esto ocurría tanto cuando era suplente como titular. Todo aquello me sirvió para este año.

-Está quemando etapas muy rápido, algo que no era habitual en la cantera del Oviedo.

-Tengo que agradecer al club y a mis agentes el trabajo que están haciendo. Hay mucha confianza entre todos y los pasos que se están dando creo que son positivos. Todo es más fácil si la relación es así de buena.

-¿Ya piensa en el primer equipo?

-Yo me centro en entrenar cada día y en jugar cada fin de semana. No pienso en nada más que en ganar al Sporting este domingo.

-¿Esta temporada era el primer gran reto de su carrera?

-Intento mejorar cada curso y todos son y serán importantes, pero sí es verdad que este pedía dar un paso adelante para crecer como jugador y persona. Es mi primer año sénior e intento devolver cada fin de semana la confianza del club.

-¿En qué cree que ha mejorado?

-Gestiono mejor los esfuerzos y entiendo cada día más lo que me pide el equipo. Jugar para ellos es mi principal objetivo. Que puedan desahogar el juego conmigo si así lo necesitan y adaptarme a lo que pida cada partido.

-Ya se ha enfrentado a centrales de mucha experiencia. ¿Cuál ha sido el partido más difícil?

-Los centrales de la Cultural y del Numancia, por ejemplo, son defensas con bastantes partidos en el fútbol profesional en sus botas. Nadie te regala nada y tienes que ganarte tu espacio como sea. Me encuentro cómodo en esa lucha, la verdad. Tengo la suerte de compartir muchos entrenamientos con gente como Christian, Grippo, Arribas o Carlos Hernández. Y eso es un máster para los que somos delanteros. Son duros [risas], pero me ayudan muchísimo y me tratan genial.

-Su mejor partido de la temporada, independientemente de los goles.

-Creo que el más completo fue el derbi de Mareo. Por el resultado y por el juego. No marqué, pero pude ayudar al equipo y la victoria en los minutos finales supo muy bien.

-Hablaba de los centrales del primer equipo. ¿Cómo vivió el debut en Anduva?

-Ya solo viajar con el primer equipo, concentrarme o estar en el banquillo era increíble. Imagina jugar. El partido se complicó con el gol del Mirandés, llovía, el césped estaba pesado y hacía frío, pero lo único que quería era salir al campo y ayudar. Era un partido cabrón, pero la experiencia fue espectacular. Nunca hay partido malo para jugar, no podemos poner excusas porque hacemos lo que más nos gusta. Para un canterano, poder representar al Real Oviedo con la camiseta del primer equipo es lo más grande.

-Sangalli empató el partido en el 90'.

-Lo primero que hice fue coger el balón y lanzarlo lejos. La alegría era máxima. Después, ya no me acuerdo hacia dónde corrí [risas].

-Paso de viajar con el Oviedo para verlo como un aficionado más a ser uno de los protagonistas.

-Se sufre más en la grada, eh. Cuando te vistes de corto estás tan metido en el partido que no piensas en mucho más allá.

-Se está hablando mucho de los delanteros del primer equipo.

-El papel del delantero es difícil. Injusto, en muchas ocasiones. Siempre te valoran por los goles y no se mira mucho más allá. El trabajo que se hace por el equipo también es importante. Ahora parece que Gustavo está algo más estancado, pero antes jugó a la perfección.

-Defíname a los tres: Rodri Ríos.

-De Rodri destacaría su personalidad y el carácter: nunca se rinde y es muy trabajador. Y sabe moverse muy bien en el área.

-Blanco Leschuk.

-Gustavo da mucho aire al equipo y aporta un montón en el juego ofensivo. Junta al equipo, le da aire. Y también tiene remate.

-Samuel Obeng.

-‘Samu' es una bestia física que en cualquier desmarque puede generar una ocasión de gol.

-¿Ayuda que el míster del primer equipo fuese delantero?

-Los consejos del Cuco son buenísimos. Muchos entrenamientos están enfocados a los movimientos que pueden ayudar al punta, tanto desmarques como finalización. Tenemos buen ‘feeling' y siempre que podemos conversamos sobre fútbol.

-Volvamos al Vetusta. La derrota en Soria, sobre todo por cómo se produjo, fue un palo.

-No estuvimos a la altura, nos costó demasiado sobreponernos a los errores. Somos un equipo joven y aprendemos cada fin de semana, el partido en Soria ya está olvidado y solo pensamos en el domingo.

-El domingo reciben al Sporting B (El Requexón, 16:00 horas).

-Es una final y estamos muy ilusionados. Estamos convencidos de que vamos a sacar el partido adelante.

-Solo quedan tres partidos y todo está muy igualado. ¿Ya hacen cuentas?

-Mirar más allá del derbi sería un error. Ganar al Sporting nos da la vida a nivel clasificatorio, pero también sería un plus anímico para afrontar las últimas dos jornadas.