La llegada del talentoso centrocampista gallego puede modificar el plan principal de Ziganda
05 feb 2022 . Actualizado a las 10:17 h.Pocas veces un mercado de invierno ha permitido al Real Oviedo disfrutar de la oportunidad de incorporar a dos futbolistas importantes y contrastados. Sin duda alguna sobre su rendimiento inmediato. Ni siquiera los aterrizajes en su momento de Andriy Lunin, Luismi, Simone Grippo o Rodri Ríos ofrecían esa certeza. Muchos venían de largos periodos de inactividad o con problemas de lesiones recientes.
No es el caso de Rodrigo Tarín y Hugo Rama. El central ha acumulado casi 40 partidos en Segunda en año y medio con el Leganés. Anteriormente, sumó más de 30 en Primera con los madrileños. Rama, por su parte, ha sido titular en 17 ocasiones esta misma temporada. El fichaje del gallego ha sido una sorpresa tremenda. Una gran gestión de la dirección deportiva. Un futbolista al que «no podíamos renunciar», como explicó José Ángel Ziganda en rueda de prensa.
¿Qué esperar de Hugo Rama?
Si por algo destaca el futbolista de Oroso es por su talento innato para el fútbol. Es de esos futbolistas diferentes sobre un terreno de juego. Pero no es su única cualidad. El pasado miércoles, en rueda de prensa, Rubén Reyes desentrañó uno de los motivos que más llaman la atención del gallego: «Tiene unos datos de correr en alta intensidad que están al alcance de pocos».
Una cualidad muy a tener en cuenta y siempre demandada por José Ángel Ziganda. La repetición de esfuerzos. La capacidad de incorporarse al ataque y rápidamente regresar para la fase defensiva. No muchos futbolistas cuentan con esa posibilidad a lo largo de un choque.
Pero Rama no se queda ahí. El centrocampista, criado en las canteras del Celta de Vigo y del Deportivo de La Coruña, sabe cómo darle fluidez o calma al fútbol de un equipo, siempre según las necesidades. Siempre lúcido en sus pases y en sus decisiones en la medular. El gallego ya se echó el Lugo a la espalda durante la época de Mehdi Nafti al frente del banquillo en el Anxo Carro. Aquel curso. El futbolista añadió cuatro dianas a sus notables prestaciones y un gran rendimiento a balón parado.
¿Cambio de sistema?
«Iremos viendo. En casa, últimamente, el 4-4-2 nos está dando muy buen resultado». Cuco Ziganda no quiso adelantar acontecimientos sobre el encaje de Hugo Rama en su esquema. A priori, no parece un mediocentro que se adapte para jugar con dos puntas. En Lugo, su mejor rendimiento tuvo lugar como enganche en un 4-2-3-1. Una posición que ya supo explotar recientemente Nahuel Leiva en la capital del Principado. Una lesión de Puma Rodríguez, actual futbolista del Sporting, permitió ver a Rama partir también desde la banda izquierda, aunque ese rol parece reservado a Borja Sánchez o Jorge Pombo.
La segunda alternativa podría ser regresar al 4-3-3 con el que se inició la pretemporada y las primeras jornadas ligueras. Por aquel entonces, Jimmy, Javi Mier y Marco Sangalli formaban una medular a la que le faltaban muchas piezas. Cuco cambió de plan acertadamente a mitad de temporada ante las lesiones del donostiarra, de Luismi Sánchez y del propio Mier. La llegada de Rama podría devolver esa primera idea, sobre todo a domicilio.
