El Oviedo y su reválida ante una defensa de cinco: así prepara Ziganda la visita del Huesca

Pablo Fernández OVIEDO

AZUL CARBAYÓN

José Ángel Ziganda golpea un balón en El Requexón
José Ángel Ziganda golpea un balón en El Requexón Real Oviedo

El conjunto azul trabaja en El Requexón los ataques posicionales condicionados al sistema del equipo oscense. Luismi y Costas no completaron sesión

10 feb 2022 . Actualizado a las 09:33 h.

El pasado domingo, el Real Oviedo se chocó ante un muro llamado Amorebieta. Los de Ziganda fueron incapaces de meter mano a un equipo ordenado, pegajoso en las marcas y en los duelos que protegía su portería con una línea de cinco defensas y tres mediocentros por delante. El ataque posicional ante defensas organizadas es el arte más difícil de dominar en el mundo del fútbol actual, pero en una categoría en la que no hay tantos futbolistas capaces de desequilibrar en el uno contra uno, dicha dificultad se multiplica. Así es la Segunda División.

Por ello, el Cuco trabaja en El Requexón a sabiendas de que el domingo tocará otro examen similar. El Huesca visita el Carlos Tartiere (16:00 horas) y, si las bajas con las que llegan en defensa no lo impiden, Xisco Muñoz pondrá en liza un once con tres centrales, carrileros y un centro del campo poblado. En general son jugadores más ofensivos y con menos talento defensivo que los del Amorebieta, sí, pero la estructura será similar y el reto volverá a estar ahí para el Real Oviedo. En cuanto a las bajas, la lesión de Pulido y la sanción de Florian Miguel, centrales indiscutibles, obligará a Xisco a recomponer la defensa, con David Timor y Cristian Salvador como principales candidatos a ocupar dicha línea.

El cuerpo técnico azul trabaja en ambos supuestos y este miércoles en El Requexón se pudo ver. Muchas semanas después, Ziganda abrió la puerta a los medios de comunicación que habitualmente cubren la actualidad azul en la ciudad deportiva oviedista y el entrenamiento dejó detalles de cómo el Oviedo prepara el duelo del domingo. Sin bajas, con todos los futbolistas de la primera plantilla disponibles y con Mangel como única representación del Vetusta, la sesión arrancó pasadas las 11:00 horas tras la típica sesión de vídeo. 

Una vez finalizado el calentamiento, la acción arrancó en el campo nº4. José Ángel Ziganda dividió a la plantilla en dos grupos: él se encargó del trabajo táctico más puro y Bingen Arostegi de los ejercicios de finalización. El Cuco planteó una tarea en la que una línea de cuatro en defensa (Lucas, Tarín, Calvo y Cornud) y dos pivotes (Luismi y Brugma) defendían un ataque posicional formado por tres centrocampistas (Jimmy, Montiel y Hugo Rama) y tres atacantes (Jirka, Matheus y Pombo). Con el paso de los minutos, Ziganda añadió un central más en defensa y Costas se unió a Tarín y Dani Calvo.

Mientras que el objetivo del equipo que atacaba era mover a la defensa de cinco, encontrar los espacios entre central y lateral y saber madurar la jugada, el conjunto que defendía también era exigido al tener que iniciar el juego bajo presión y encontrar la manera de progresar. Con el paso de los minutos los equipos fueron variando y se pudo ver a una línea de centrales formada por Costas, Calvo y Christian, un doble pivote con Jimmy y Javi Mier o la habitual pareja de delanteros con Bastón y Obeng. En el otro lado del campo, el ejercicio de finalización que dirigía Arostegi también estaba condicionado por el sistema de tres centrales y carrileros que podría poner en liza el Huesca.

El entrenamiento, que duró casi dos horas, finalizó con unos partidos reducidos en los que reinó la competitividad y las ganas de agradar al míster, pero también el buen ambiente. Pombo y Bastón fueron los más destacados de cara a puerta y Ziganda quiso incitar a sus futbolistas a probar desde larga distancia, instaurando la norma de que los goles fuera del área valían doble. David Costas y Luismi, con molestias pero sin aparente gravedad, no participaron en estos partidillos. Cuando la sesión ya había finalizado y la mayoría de los futbolistas ya se dirigía a los vestuarios, Obeng, Jirka y Borja Sánchez se quedaron en el campo para afinar la puntería ante Femenías y Tomeu Nadal. 

El Oviedo volverá al trabajo este jueves y repetirá entrenamiento viernes y sábado, siempre en la ciudad deportiva y a las 10:30 horas. El domingo, otro partido importante ante un Huesca que llegará al Tartiere tras golear al Mirandés.