El sueño, en entredicho

LA VOZ REDACCIÓN

AZUL CARBAYÓN

Borja Bastón se prepara para lanzar el penalti ante el Lugo
Borja Bastón se prepara para lanzar el penalti ante el Lugo LaLiga

Tres jornadas sin conseguir la victoria dejan el playoff en una situación límite para el Real Oviedo

22 may 2022 . Actualizado a las 19:40 h.

A falta de un partido para la conclusión del campeonato, el Real Oviedo ha dejado de depender de sí mismo para clasificarse para la próxima fase de ascenso. La derrota ante Las Palmas (1-2), la primera desde el mes de marzo, pone a los asturianos contra la espada y la pared. La victoria ante la UD Ibiza es obligatoria y esperar que canarios o Girona pierdan sus partidos.

Tres jornadas sin ganar, con dos empates y una derrota, han desinflado las aspiraciones carbayonas. Resultados independientes, pero que ofrecen algunos puntos en común en todos ellos.

Cuando los empates no sirven

Los dos empates ante Málaga y Zaragoza sirvieron para alcanzar y adelantar al Girona en la tabla. Con perspectiva, en estos dos choques se abrió la puerta para que la UD Las Palmas disfrutara de una oportunidad única de colocarse en playoff. Se pasó de disfrutar de cinco puntos de ventaja (63-58 en la jornada 38) a solo uno justo antes del decisivo enfrentamiento (65-64).

El frenazo en puntuación azul quedó oculto por los problemas que mostraban Girona o Ponferradina. El empate de La Rosaleda, ante un equipo coqueteando con el descenso fue el punto inicial, pese a que el Real Oviedo alargaba su impresionante e histórica racha de resultados.

Balón parado y una frontal despoblada

Un equipo que había recibido 34 goles en 39 partidos ha recibido 5 en los últimos 2. De repente, la solidez defensiva ha quedado en entredicho. Especialmente doloroso fue el día del Zaragoza, con el equipo maño desnudando al Real Oviedo en cada balón parado. Un gol en un saque de banda y dos en saques de esquina.

La UD Las Palmas también superó a Femenías tras un balón parado. El gol de Moleiro recordó en cierto modo al segundo de Bermejo en el 3-3 en el Tartiere. Un despeje a la frontal del área donde aparece solo un jugador rival que dispara sin oposición alguna por parte de los oviedistas. Ayer, fue Dani Calvo. El lunes, Obeng. Esas acciones también influyen.

Un ataque que va por impulsos

Ha sido, seguramente, el mal que ha acompañado al Real Oviedo durante todo el curso y que volvió a aparecer en el peor momento. El ataque carbayón se mueve por impulsos y por la inspiración de sus mejores hombres. Los goles de Bastón, los chispazos de Borja Sánchez, el arranque de temporada de Viti, los momentos de Brugman o el final de temporada de Montiel han servido para que los de Ziganda lleguen en la lucha a la última jornada, pero tampoco han sido suficientes.

La producción ofensiva en La Rosaleda fue muy baja, sobre todo en un partido en el que una victoria suponía prácticamente sellar el playoff. Ante el Zaragoza, el equipo se volcó más con corazón que con ideas y se quedaron a 11 metros de lograr la remontada. Ayer, con media hora por delante para conseguir un gol, los asturianos apenas inquietaron la portería rival.