El Oviedo intentó realizar un fichaje hasta poco antes del cierre del mercado

Pablo Fernández OVIEDO

AZUL CARBAYÓN

Tito Blanco, director deportivo del Real Oviedo
Tito Blanco, director deportivo del Real Oviedo Real Oviedo

Los despachos del Carlos Tartiere vivieron una jornada tranquila, pero en la que Tito Blanco y su equipo trabajaron hasta la medianoche en busca de la guinda para la plantilla de Bolo

02 sep 2022 . Actualizado a las 09:20 h.

Fue una jornada de infarto en el fútbol español. Clubes de Primera y Segunda División apuraban hasta el final sus opciones de reforzarse y los rumores primero, y los comunicados después, se intercalaban durante las últimas horas del jueves 1 de octubre. En el Real Oviedo se vivió con más tranquilidad el cierre del mercado veraniego, pero no se estuvo lejos del anuncio oficial. Pasada la medianoche, las luces de las oficinas del Carlos Tartiere se apagaron y, ahí sí, todo el pescado ya estaba vendido. 

El escenario que se utilizará para los conciertos de San Mateo, instalado en el aparcamiento exterior del Tartiere, obligaba a poner los ojos en el aparcamiento interior. Normalmente, los directivos oviedistas aparcan sus vehículos fuera, delante de las oficinas, pero el cerramiento que llega hasta la acera le dio más intimidad al cierre de mercado. Había que mirar a la cuesta del aparcamiento subterráneo. Por ahí salía, a eso de las 21:00 horas, David Mata, el gerente del club. Pero la actividad no frenaba. 

A las 21:20 se cumplió una de esas tradiciones que marcan los finales de mercado más activos: la llegada del repartidor de pizzas al Carlos Tartiere. La noche iba para largo, parecía. 20 minutos después, el responsable de relaciones institucionales del Real Oviedo, César Martín, también se sumaba a la comitiva en el estadio. El objetivo de la dirección deportiva que lidera Tito Blanco -que en estos últimos días de mercado contó con la ayuda de Carlos Carreño, su nueva mano derecha en el club- era ponerle la guinda a la plantilla de Jon Pérez Bolo, y eso fue una opción hasta los últimos minutos del mercado. Con Miguelón inscrito, los deberes pasaban por reforzar uno de los costados en ataque. El Oviedo lo intentó, pero la operación se cayó por cuestiones que no dependían del club azul. 

Pasadas las 00:00 horas, ya con el viernes 2 de octubre marcado en el calendario, el Carlos Tartiere se fue vaciando. Coches y coches, en los que iban desde miembros del departamento de comunicación hasta directivos, comenzaron a desfilar por la cuesta del aparcamiento subterráneo del estadio. ¿El último? El de Tito, director deportivo oviedista. En ese preciso momento se acababa el mercado de verano para el Real Oviedo.