Dos siglos en la élite de la pintura: los premios se rinden al Museo del Prado

s.d.m.

CULTURA

Museo del Prado
Museo del Prado

Los jurados reconocen su trayectoria pero también su adaptación a la tecnología del siglo XXI para romper los límites de la divulgación

30 abr 2019 . Actualizado a las 17:44 h.

No es solo por su asombroso fondo pictórico, ni por sus 200 años de trayectoria. También se ha tenido en cuenta su adaptación a los tiempos, su esfuerzo por la conservación y la divulgación, la faceta educativa y también el uso de las herramientas del siglo XXI, desde su moderna web a las cuentas en redes sociales. El Museo del Prado es el premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades por el compromiso de sus trabajadores, de los patronos, de los amantes del arte y del público generalista que a diario hace colas para descubrir sus fondos. «Su contribución al desarrollo humanístico de la sociedad pasada, presente y futura» ha pesado lo suficiente en el jurado, presidido por Víctor García de la Concha, como para que no hubiese muchas dudas.

El galardón es un reconocimiento pero también un impulso para la pinacoteca. Cuenta Taciana Fisac, catedrática de Estudios de Asia Oriental y uno de los jurados, que al Prado le quedan algunos territorios por conquistar para poder estar al mismo nivel que el resto de museos de referencia mundial y uno de ellos lo componen los países que ella estudia. El periodista y profesor norteamericano Alan Goodman ha alabado la labor que se de investigación que se sigue desarrollando y que abre las puertas a historiadores del arte de todo el mundo. 

Los mundos virtuales ya los maneja con soltura el museo madrileño. La asturiana Irene Cano, directora general de Facebook España, ha explicado que «tiene cientos de miles de seguidores al mismo nivel que el resto de los museos más grandes y prestigiosos del mundo». Cano ha señalado que a través de las plataforma sociales miles de usuarios acceden al museo sin necesidad de desplazarse. Por esa razón, ha alabado la importante labor de divulgación que está desarrollando y el proceso de adaptación los tiempos que ha liderado.

Al borde de los dos siglos

La fecha para la concesión del premio es clave. El próximo 19 de noviembre se cumplen dos siglos de su inauguración. Ese día, el 19 de noviembre de 1819 abría sus puertas el Real Museo de Pinturas y Esculturas, con el objeto de albergar las obras de las colecciones reales que se habían comenzado a formar en el siglo XVI, de la mano de Carlos I y que fueron enriquecidas por sus sucesores. El primer catálogo del que se tiene constancia ya refiere un total de 311 pinturas. El segundo paso fue abrirse a otras obras. Pasó a llamarse Museo Nacional de Pintura y Escultura y sumó 1.510 títulos más. 

Su nombre fue antes popular que oficial. El museo ocupó el gabinete de ciencias naturales, obra de Juan de Villanueva, en lo que se conocía como Prado de los Jerónimos, así que pronto se le llamó Museo del Prado. No obstante, este no fue su designación oficial hasta principios del siglo XX. Desde entonces no ha parado de crecer, ni sus fondos ni el espacio que ocupa. 200 años después de su fundación ha crecido con reformas y ampliación, se ha enriquecido con colecciones y ha potenciado su faceta educativa. 

Fondos actuales

En la actualidad, cuenta con una colección de cerca de 8.000 pinturas, de las que 1.700 están expuestas en su sede principal, en el edificio Villanueva, en Madrid. Más de 3.200 se distribuyen entre 255 instituciones culturales de toda España. Por sus salas pasan cada año casi tres millones de visitantes, de los que aproximadamente la mitad son extranjeros. El complejo del museo está integrado por varios inmuebles. Además del ya citado edificio Villanueva, vuenta con el Claustro de los Jerónimos, el Casón del Buen Retiro, el edificio administrativo de la calle de Ruiz de Alarcón y el Salón de Reinos del Palacio del Buen Retiro. Suman en total más de 45.000 metros cuadrados de superficie útil.

Museo del Prado
Museo del Prado

Dicen sus gestores que «el Prado es conocido más como museo de pintores que de pinturas por la singularidad de su origen dependiente del mecenazgo real de los siglos XVI y XVII, orientado a reunir el mayor número de obras posible de los artistas preferidos». Por esa razón cuenta con los mayores conjuntos de El Bosco, Tiziano, El Greco, Rubens, Velázquez o Goya, algunos casos con más de un centenar de obras. Desde su fundación, ha incluido más de 2.300 pinturas y una gran cantidad de esculturas, estampas, dibujos y otras piezas gracias a donaciones. Ese es el caso de las Pinturas negras de Goya o El barbero del papa de Velázquez. 

Relación con Asturias

La gran pinacoteca mantiene una relación fluida con Asturias y con sus centros culturales, que se verá fortalecida con los actos de su bicentenario. Este mes de noviembre traerá a Gijón un retrato de Jovellanos pintado por Goya. Se exhibirá por primera vez en el palacete en el que nació, hoy convertido en museo. Se cree que esta obra fue pintada en Aranjuez, en el mes de abril de 1798, cuando Jovellanos era ministro de Gracia y Justicia.

El año pasado, el Museo de Bellas Artes de Asturias acogió entre marzo y junio la exposición temporal Arte y Mito. Los dioses del Prado, organizada por el Museo del Prado y la Obra Social La Caixa, con la colaboración del Bellas Artes. La muestra recorría la mitología clásica a través de una selección de 31 pinturas, 17 esculturas y dos medallas, de autores como Ribera, Rubens, Zurbarán, Corrado Giaquinto o Martínez del Mazo.