Los críticos del proyecto del Chao Samartín manejan datos «falseados», dice el alcalde de Grandas

J. C. G.

CULTURA

Castro Chao Samartin
Castro Chao Samartin Turismo Asturias

Eustaquio Revilla achaca motivos «personales» a los críticos que pretenden paralizar su ejecución y les insta a que las sustenten en un informe técnico para «poder contestar»

16 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

«No es una polémica de carácter técnico. Lo que se están vertiendo son opiniones, pero no hay ningún informe de carácter técnico que diga que el proyecto esta mal. La única evidencia real que hay es el propio proyecto, y contra él no hay nada. No hay ningún informe técnico que diga absolutamente nada». El alcalde de Grandas de Salime, el socialista Eustaquio Revilla, replica en esos términos a las duras críticas recibidas en las pasadas semanas por el controvertido proyecto de intervención en el Chao de Grandas de Salime y la petición de la retirada de financiación ministerial a fin de impedir su realización. Pero no solo eso: el regidor  también asegura que no solo no se han «justificado de manera técnica» las serias objeciones planteadas, sino que las críticas «falsean algunas de las cuestiones que plantea el proyecto» o se basan en «otro proyecto» que el aprobado.

Las réplicas del regidor de Grandas de Salime se enmarcan en el último capítulo -por el momento- de una larga serie de encontronazos administrativos, políticos y legales en torno al emblemático yacimiento castreño de la Edad del Bronce. En este caso, la petición por parte de la Asociación Profesional de Conservadores y Restauradores de Bienes Culturales de España (ACRE) y de la Asociación de Arqueólogos, Conservadores y Museólogos de Asturias (APACMA) de la retirada del 1% cultural concedido por el Ministerio de Cultura a un proyecto que han descalificado desde el punto de vista técnico y considerado incluso «muy lesivo» para el yacimiento. El propio consejero de Cultura anunciaba, en base a todo ello, la revisión del proyecto hace unos días.

Sin embargo, Eustaquio Revilla echa de menos concreción en los reparos de los arqueólogos y especialistas en conservación patrimionial. «Las críticas a un proyecto no pueden ser que me guste más o me guste menos. Si no lo justificas de manera técnica, no hay nada que hacer. Lo que prevalece es el proyecto, que es lo que está aprobado», señala el alcalde, que dice desconocer los «puntos concretos» que se ponen en cuestión. Algo que atribuye al hecho de que «están trabajando sobre supuestos», no «sobre proyecto». Al menos, sobre el aprobado. 

«Lo que han hecho es falsear algunas de las cuestiones que plantea el proyecto; en ningún momento se plantea la creación de un centro de interpretación, como dicen las críticas, algo que no sé de dónde lo habrán sacado. A lo mejor es que han mirado otro proyecto. Lo tenemos aquí para que lo vea el que quiera. Alguna publicación ha salido con infografías sobre el proyecto que son absolutamente falsas», explica Revilla.

A su parecer, todo responde a intereses «personales». «Lo que tengo muy claro es que hay una gente que quería intervenir en esto, que no ha podido intervenir y que a partir de ahí intentan tumbarlo», apunta el regidor grandalés, que echa la mirada al pasado para recordar el momento en el que «salen a la luz intervenciones poco acertadas, ilegales, del anterior equipo de excavación, que estuvo aquí durante 20 años». «Prácticamente todas las consolidaciones y restauraciones que se hicieron, se hicieron sin proyecto, sin autorización de patrimonio, y no es una opinión mía; ya existen informes técnicos que avalan que se ha estado interviniendo de manera ilegal absolutamente», contraataca Revilla, que espera, no obstante, que esas «críticas personales» se concreten en algún momento.

«A base de opiniones no vamos a ningún lado», zanja el alcalde, que espera «poder contestar» a pareceres basados, por el contrario, en un informe técnico redactado a tal fin. Y que esa es la única crítica que vale.