Adiós al contrabajista Gary Peacock, grande del jazz y pilar clave del trío de Keith Jarrett

Héctor J. Porto REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

Jack DeJohnette, Gary Peacock (de pie, a la derecha) y Keith Jarrett, durante un ensayo
Jack DeJohnette, Gary Peacock (de pie, a la derecha) y Keith Jarrett, durante un ensayo daniela yohannes | ecm

El músico estadounidense trabajó también con otros pianistas fundamentales en la perspectiva contemporánea como Paul Bley y Bill Evans

09 sep 2020 . Actualizado a las 13:48 h.

Es una leyenda del jazz, uno de los grandes nombres de la historia del contrabajo, un adelantado a su tiempo que tocó con otros pioneros de primer orden. Y es que Gary Peacock es uno de los pilares fundamentales del trío de Keith Jarrett, una de las formaciones más afinadas de los últimos cuarenta años en la escena internacional. Pero también clave en la carrera de Paul Bley -otro de los pianistas imprescindibles de la perspectiva contemporánea del género-, con quien colaboró durante más de treinta y cinco años.

Peacock (Burley, Idaho, 1935) falleció a los 85 años, según confirmó su familia en un comunicado que difundió la emisora estatal NPR y en el que explicaba que «murió en paz el viernes 4 de septiembre en su residencia de Nueva York». A aunque no menciona las causas del óbito, últimamente se le había visto en un deteriorado estado físico.

Corroboraba la noticia en redes sociales el baterista Jack DeJohnette -con quien compartió cuatro décadas en el trío de Jarrett-: «Lamentamos, con profunda tristeza, el fallecimiento del gran Gary Peacock. Tuve la suerte de haber pasado más de treinta años tocando música increíble con él, tanto por separado como en el trío con Keith Jarrett. Gary tenía un gran sonido, sentimiento y una imaginación altamente creativa. Tengo mucho amor y gratitud por su contribución a la música que denominamos jazz».

Influenciado por héroes clásicos como Paul Chambers y Ray Brown, su amistad con Scott LaFaro lo encaminó hacia Ornette Coleman y ya no se apeó de la senda de las vanguardias, de los enfoques más contemporáneos. Su entonces esposa la compositora, cantante y pianista Annette también tuvo mucha influencia en esta decisión. Ese vínculo con LaFaro lo llevó a sustituirlo -para entonces había fallecido y ya estaba en su lugar Chuck Israels- en el trío del pianista Bill Evans en 1963, colaboración registrada en el álbum Trio 64. Ahí estaba el percusionista Paul Motian, con el que Peacock mantuvo una relación casi tan fructífera como con DeJohnette. Ese camino de innovación lo corroboró con sus abundantes trabajos con el pianista Paul Bley y el saxofonista genio del freejazz Albert Ayler, con los que grabó numerosos discos. En esa trayectoria incluso tocó eventualmente en 1964 -dos meses- con Miles Davis, en un momento en que el trompetista se vio temporalmente en su banda sin Ron Carter.

Fue en 1977 cuando Peacock grabó para el sello ECM como líder de un trío con Keith Jarrett y Jack DeJohnette el álbum Tales of Another, su primera colaboración juntos y que se acabó convirtiendo en el verdadero origen del trío de Jarrett -conocido por su revisión de estándares del jazz-. Su primer registro de estudio data de 1983; de hecho, su título es Standards, volume 1. Fue uno de los descubrimientos mayores de la historia del jazz en la segunda mitad del siglo XX, la cima de la improvisación. La formación tocó y grabó por todo el planeta.

Último álbum

Su más reciente grabación que alcanzó el formato de álbum editado (Somewhere) se tomó en directo en el Concert Hall de Lucerna, en Suiza, en julio del 2009. Su último concierto tuvo lugar el 30 de noviembre del 2014 en el New Jersey Performing Arts Center. Son más de treinta años en que el trío funcionó como una máquina de precisión, viva, creativa, original, armónica, afinada, sutil, innovadora, inconfundible... Uno de los tríos más en forma de todos los tiempos, que deja más de veinte discos atestiguándolo y que es uno de los fundamentos del sello de Manfred Eicher, ECM.

En el 2015 Jarrett dejaba caer que la magia había terminado y aludía a dificultades genéricas, cansancio y a algunos problemas de oído cada vez más graves de Peacock. Es verdad que el bajista siguió trabajando, por ejemplo con el pianista Marc Copland y el baterista Joey Baron. En noviembre del 2017 aún tocaron, por ejemplo, en el Jazz Standard de Nueva York y en el Festival de Jazz de Buenos Aires.

«Poseía un gran sonido, sensaciones y una imaginación muy creativa. Fue su álbum Tales of Another lo que nos unió; después de eso, decidimos seguir tocando juntos, y el resto es historia», proseguía DeJohnette en sus redes sociales, donde unas semanas atrás -el 18 de agosto- había colgado una fotografía de su visita a la casa de los Peacock en la que se veía al baterista (con mascarilla) y el contrabajista charlando amigablemente en el porche.