Esta es la versión de Wielicki sobre el polémico no rescate en el GII

S.D.M. REDACCIÓN

DEPORTES

El alpinista polaco Krzystof Wielicki, en febrero de 1980, tras la primera ascensión invernal del Everest
El alpinista polaco Krzystof Wielicki, en febrero de 1980, tras la primera ascensión invernal del Everest

El alpinista polaco, premio Princesa de los Deportes 2018, niega que no hubiese querido ayudar a la expedición española. Dice sentirse muy afectado por la polémica

29 may 2018 . Actualizado a las 23:16 h.

Una carta fotografiada en twitter en el perfil de Sebastián Álvaro. Ese ha sido el medio utilizado por el alpinista polaco Krzysztof Wielicki, premio Princesa de los Deportes 2018, para responder a la polémica generada por su supuesta negativa a ayudar a una expedición española en un rescate a 8.000 metros de altura, en el Gasherbrum II (GII). Wielicki rechaza las acusaciones, asegura que tenía a miembros de su equipo en malas condiciones y que su prioridad era velar por ellos, dice no recordar la conversación que le atribuyen y además insinúa que los españoles no estaban bien preparados. El montañero polaco reconoce que está muy afectado por esta polémica que afecta a su prestigio. Por su parte, Sebastián Álvaro lamenta que no se haya hablado antes con el protagonista.

La polémica estalló este fin de semana. Alberto Ayora, coronel del Ejército de Tierra, miembro del Grupo Militar de Alta Montaña (GMAM) y responsable del Comité de Seguridad de la Federación Española de Montaña y Escalada (Fedme), denunciaba que en el 2006 Wielicki no había movido ni un dedo para rescatar a uno de sus hombres, el asturiano Quico Borja, que se encontraba en situación crítica tras sufrir una caída cuando descendía tras hacer cumbre en el GII. Ayora no solo se queja de su falta de ayuda, también de su actitud. Asegura que le dijo que cada uno tenía que hacerse responsable de los suyos, así que solo les dejó el material necesario para montar la operación de rescate y emprendió su camino de regreso al campamento base. Los españoles se las arreglaron para bajar a Borja en solitario. La última vuelta de tuerca es que mandó a recuperar su material sin ni siquiera interesarse por el herido. Hasta aquí la denuncia de la expedición nacional, que critica la concesión del premio Princesa de Asturias 2018, ya que no comparte que sea un montañero solidario.

La versión del cuestionado alpinista es bien diferente. Asegura que jamás pronunció las palabras que se le achacan y que ni siquiera recuerda haber hablado con Alberto Ayora. Tampoco cree que nadie crea esa versión, ya que ha participado en multitud de rescates, siempre que se le ha necesitado en la montaña y cita varios ejemplos. No entiende por qué lo sacan ahora, 12 años después, cuando no se dijo nada en su momento.

Su versión es que llegó al asturiano accidentado junto con un americano y que informó por radio de lo que había sucedido pero que sus compañeros polacos ya estaban bajando y que en el C4 solo quedaba el médico que les acompañaba. Asegura que él le mandó subirles medicamentos y material pero que el doctor, a los pocos metros, comenzó a sentirse mal y dio la vuelta, entregándole todo al montañero de la expedición español que iba a su lado. Aunque Wielicki no da su nombre, ese tenía que ser Ayora, que fue la persona que emprendió el rescate. Sin embargo, el resto de la versión no cuadra, ya que el militar español afirma que el polaco y él estaban juntos en el C4 y que ahí tuvo lugar esa conversación que ahora el otro protagonista niega.

Wielicki continúa diciendo que estaban intentado persuadir al asturiano herido para que bajara pero que se negaba, a la espera de sus compañeros. La versión de los españoles es que se había lesionado en su caída, en tobillo y cuello y que no tenía movilidad, por lo que tuvieron que descender gran parte del camino con él a cuestas. 

El polaco señala que él estaba preocupado por uno de los suyos, que no estaba en buenas condiciones, y por el resto de la expedición, ya que para algunos era su primer 8.000. También acusa a los españoles de no estar bien preparados y de no disponer de material adecuado.