El fichaje del año es de Uniqlo

DEPORTES

OLI SCARFF | AFP

Los expertos respaldan la inversión de 259 millones realizada por la textil japonesa para robarle a Nike a Roger Federer, de 37 años, ofreciéndole diez años de patrocinio

11 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Ni la Juve con Cristiano, ni aunque el Real Madrid se hiciese con Mbappé. El fichaje del año lo cerró Uniqlo hace apenas diez días. Le costó 259 millones de euros y lo ató por diez años. ¿El nombre del deportista que ha roto el mercado? Roger Federer.

No es la cifra, pero las circunstancias que confluyen en la operación (Federer llevaba veinte años de relación con Nike, a quien hasta ahora nadie había osado plantar cara; además el tenista cumplirá en unos días 37 años de edad) hacen del fichaje de Federer, que vive otro momento dorado en su carrera, uno de los grandes hitos de la historia del patrocinio deportivo.

Para los profanos podría parecer una operación de alto riesgo, pero los especialistas aplauden la valentía de la firma textil japonesa y la permanencia como rédito intangible de los valores que representa Federer y que sirvieron de argumento a Uniqlo para romper el mercado.

Para entender una decisión de este tipo, hay que tener en cuenta el proceso previo que las firmas de la talla de la japonesa llevan a cabo antes de elegir al patrocinado. Según alguno de los especialistas consultados, esta acción trasciende al aspecto deportivo y son cifras difíciles de cuantificar. Para ello, las multinacionales realizan análisis cualitativos de la persona a la que quieren vincularse. Se reúnen grupos de opinión y se les cuestiona sobre el personaje, se recaban y se puntúan los valores que transmite a ojos de la gente y se ponderan para buscar un perfil que se adapte a esos conceptos. Cuando se firma en base a unos valores, se blindan (como en el caso de Armstrong) por si el patrocinado falta a ellos en un momento dado y genera una situación que podría ser causa no solo de disolución del contrato, sino de una indemnización al patrocinador. En este sentido, el riesgo es mayor cuando se trata de un deportista individual que cuando se invierte en la imagen de un equipo.

En cuanto a la duración del contrato, los especialistas consultados por La Voz explican que podría estar sujeto al número de impactos y campañas, y no tanto a la extensión temporal del mismo.

En una línea parecida se manifiesta el profesor de economía de las universidades de Vigo y San Petersburgo, Ángel Barajas. «Dado que Uniqlo no se especializa en ropa deportiva, Federer es un perfil bueno para este tipo de empresa, aprovechando su tirón para trascender el ámbito deportivo o incluso para introducirse en el ámbito deportivo. Haber firmado diez años refuerza esta idea», explica.

«Federer se distingue por su elegancia, y es la línea que quiere transmitir Uniqlo. Esa es una de las bases del patrocinio: debe haber una identificación entre patrocinador y patrocinado. Por ejemplo, Nadal no encajaría porque representa otros valores, como tenacidad, resistencia, fuerza... va como anillo al dedo a Nike», analiza.

«Sin duda, Federer se retirará antes de que expire el contrato, pero sucede como con los actores, que su persona trasciende a su propia actividad. La ventaja del patrocinio deportivo la identificación con los valores, pero si no la hay, el patrocinio no funciona», concluye.