El último fado de Cristiano Ronaldo

Toni Ardá

DEPORTES

DPA vía Europa Press | EUROPAPRESS

27 sep 2022 . Actualizado a las 10:02 h.

En la temporada 1997-1998, Jerry Krause era el gerente general de los Chicago Bulls, equipo dominador de la década de los 90 en la NBA, con Michael Jordan en sus filas y Phil Jackson en el banquillo.

Viendo que su equipo se envejecía y era necesario un cambio de rumbo, decidió que sería la última temporada del entrenador, pasara lo que pasara. Phil Jackson se fue con el anillo en el dedo esa temporada. También se retiró por segunda vez Michael Jordan. Phil Jackson estaba viejo, Jordan estaba mayor, pero los Chicago Bulls, 24 años después, siguen sin ganar la NBA.

Phil, sabiendo que aquella sería su última temporada en la franquicia de Illinois, la denominó the last dance (el último baile), en alusión al último recorrido que harían como equipo. También dijo que jamás volvería a entrenar. No fue así, ya que volvió a ejercer y ganó cinco anillos de campeón más.

Si yo fuera Cristiano Ronaldo, y haciendo honor a ese maravilloso canto que define a Portugal y a sus gentes, denominaría a este mundial El último fado, contando y cantando sus experiencias de vida, desde su primera Copa del Mundo, disputada en Alemania en el año 2006, hasta esta próxima de Catar, que se celebrará este año 2022.

Cristiano Ronaldo ya no es el que todos pudimos disfrutar en su etapa en el Real Madrid. Ahora poco juega en el Manchester United, pero que nadie dude de que será protagonista del último fado de la selección portuguesa.

¿En qué consistirá su papel? Será su líder natural, el gran capitán, un segundo entrenador... lo que él quiera.

Él será capaz de acercarse al seleccionador, Fernando Santos, para proponer lo que considere. También se podrá acercar a Cancelo, a João Felix, a Bernardo Silva, a Diogo, a cualquier integrante del vestuario para poner toda su experiencia al servicio del grupo.

Quizás como Rudy Fernández, capitán de la selección española de baloncesto que se acaba de proclamar campeona en el recién terminado Eurobasket disputado en Alemania, jugará poco, o jugará mucho, no lo sé.

En lo que mejor ha hecho siempre, hacer goles, seguro que no destacará, pero sí tendrá la autoridad para mirarle a los ojos a quien él quiera y dirigir al equipo.

El Mundial será el mejor momento para decir adiós a una élite. No solo a Cristiano, probablemente también a Messi, Modric, Thiago Silva, Luis Suárez, Di María y a un gran número de jugadores que se apagarán en la galaxia para dejar paso a una nueva era.

Habrá un cambio de generación que podremos ver en directo, y Cristiano puede ser el jugador que ceda el testigo a ese otro grupo de estrellas que brillan con Portugal y, quizás, como Phil Jackson se despida, no con un anillo, pero sí con la Copa del Mundo.