El candidato a presidir el Partido Popular emula a Aznar en un acto junto a Feijoo en Galicia
12 jul 2018 . Actualizado a las 17:53 h.Tanto José Manuel García Margallo como María Dolores de Cospedal tienen claro que detrás de las palabras, gestos y movimientos de Pablo Casado está la sombra de José María Aznar. Lo han reconocido a lo largo de las últimas semanas, a pesar de que ambos protagonistas hayan rechazado las etiquetas. Una de sus acciones más recientes fue el fichaje para su equipo de María San Gil, una de las políticas más cercanas al expresidente popular. Pero la que ha provocado más reminiscencias al antiguo dirigente popular tuvo lugar este miércoles en Santiago de Compostela, durante la visita del candidato a presidir el partido.
Junto a Alberto Núñez Feijoo y ante decenas de simpatizantes, Casado comenzó a hablar sobre el Camino de Santiago. Después de recordar que había hecho un tramo de la ruta, subrayando que pasa por Ávila, expresó su afinidad por el idioma gallego. «Gostaríame falar en galego», dijo primero, para después añadir: «Lo hago en la intimidad», ya medio en broma y con clara referencia a las palabras que más de veinte años atrás dejó Aznar sobre el catalán.
En 1996, a Aznar no le alcanzaban los votos para alcanzar la Moncloa. Había obtenido 156 escaños y necesitaba el apoyo de Jordi Pujol para ser investido presidente. Surgió el Pacto del Majestic, nombre del lujoso hotel barcelonés donde tuvieron lugar las reuniones entre CiU y el PP, que desembocó en una relajación de la línea dura que habían mantenido los populares con el presidente catalán y un nuevo modelo de financiación, entre otras concesiones, que sirvió a Aznar para gobernar.
En medio de aquellos acuerdos, Aznar dejó unas declaraciones en TV3 que le han perseguido a lo largo de su carrera política. «La lengua catalana es una de las expresiones más completas», comenzó su discurso. «No solo la leo desde hace muchos años, la entiendo. Cuando estoy en círculos reducidos no muy amplios, la hablo también», dijo textualmente, aunque para el recuerdo quedó el «yo hablo catalán en la intimidad» que, 22 años después, emulaba Pablo Casado llevándolo al gallego.
