El suelo de Gijón, zona prohibida para la patata (y su polilla)

J. C. G. GIJÓN

GIJÓN

Terreno recién sembrado de patatas, entre Montiana y Poago
Terreno recién sembrado de patatas, entre Montiana y Poago

El Ayuntamiento recuerda a los agricultores de la zona rural que se mantiene la prohibición de plantar el tubérculo y reitera las medidas a aplicar como concejo infestado

02 feb 2018 . Actualizado a las 16:38 h.

La polilla de la patata quizá no tenga el mordiente de hace unos meses en los titulares, pero sigue ahí: dispuesta a propagarse y a arruinar todo cultivo del tubérculo que se ponga a su alcance. Para quien lo haya olvidado -o decida olvidarlo- el Ayuntamiento de Gijón ha enviado una circular para recordar que en el concejo está prohibido plantar patatas hasta dentro de dos años, que se prohíbe trasladar fuera del municipio las que ya se tengan almacenadas y es obligatorio igualmente eliminar los rebrotes de años anteriores.

Los agricultores lo tienen claro desde que en marzo del pasado año recibieran las primeras instrucciones tras la irrupción en la parroquia de Montiana de la llamada polilla guatemalteca, pero el Ayuntamiento les acaba de refrescar estos tres puntos básicos, junto a otros cuatro igualmente esenciales, para cortar el avance que a la voraz y destructiva tecia solanívora que tanto daño ha hecho a la producción en zonas limítrofes, como Galicia. El comunicado se limita a subrayar las medidas recogidas en la declaración oficial de Gijón como zona infestada, publicada el pasado 13 de novimenre por la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales del Principado.

Además de las tres actuaciones citadas, se recuerda a los potenciales cultivadores o a quienes puedan almacenar patata en sus propiedades, por lo general agricultores que la utilizan para su propio consumo, que se debe proteger el tubérculo ya almacenado -y proveniente de compra- con una malla mosquitera de 6x9 hilos por centímetro cuadrado, lo suficientemente tupida como para impedir que el insecto llegue a la patata. Respecto a la compra, se aconseja comprar cantidades pequeñas, no más de las que se puedan consumir en un plazo de tres meses tras su adquisición y almacenamiento.

La limpieza es también esencial. Todo resto de patata debe ser eliminado del entorno, y en ningún caso -precisa la circular- se las debe dejar abandonadas en el campo o entre el estiércol.  Finalmente, se recuerda que cualquier sospecha de presencia de la plaga en patata almacenada debe ser puesta en conocimiento del departamento de Sanidad Vegetal en el correo svegetal@asturias.org o en el teléfono 985284967.