La alcaldía de Gijón aguarda aspirantes: ¿hay alguien ahí?

J. C. Gea GIJÓN

GIJÓN

A un año de las municipales, los nombres propios brillan por su ausencia en las candidaturas de las formaciones en la corporación. Solo está claro que Moriyón no podrá ser la candidata forista

19 abr 2018 . Actualizado a las 08:33 h.

Carmen Moriyón no optará por tercera vez a la alcaldía de Gijón. Y si optase, no podría hacerlo al menos bajo las siglas de Foro Asturias. A un año de las próximas elecciones municipales, esa es por el momento la única certeza en positivo que cabe albergar acerca de quién tomará posiciones en la parrilla de candidatos a empuñar el próximo bastón de mando en la mayor ciudad asturiana. La certidumbre no se basa  necesariamente en ninguna decisión personal de la actual regidora ni en el incierto decurso de la vida política municipal en un año bajo el clima borrascoso de las prórrogas. Son los estatutos de su propio partido los que determinan en su Artículo 30 que ninguno de sus cargos en labores de gobierno podrá permanecer en ellas más allá de los ocho años: los mismos que en 2019 se cumplen del inesperado acceso a la alcaldía de Moriyón. Salvo este descarte forzoso, en las inmediaciones de la salida por el oro municipal de lo único que se tiene constancia es de la buena disposición del portavoz y secretario general de Xixón Sí Puede, Mario Suárez del Fueyo, a encabezar las listas de su formación… si así se le encomienda al final de un proceso que no se presenta ni mucho menos sosegado en el seno de la Candidatura de Unidad Popular. El resto es, prácticamente, silencio. Nadie más asoma; nadie más se ha dado por definitivamente descartado. El mensaje oficial es que aún queda mucho año por delante y que antes de un otoño que traerá tantas primarias como castañas, no hay nombres propios.

Foro Asturias

Aun así, las casas de apuestas políticas ya empiezan a lanzar conjeturas. En el caso del partido en el gobierno local, las normas internas de Foro Asturias hacen a priori un flaco favor a las expectativas de repetir mandato, al menos si estas se basan en la disponibilidad de una candidatura con tirón contrastado. Si hay que hacer caso de las pocas estadísticas que ya intentan vislumbrar lo que sucederá en 2019 -una de ellas, el Asturbarómentro del pasado febrero- Carmen Moriyón se ha convertido con mucho en la política más reconocida (en ambos sentidos de la palabra) de la corporación. Los encuestados le concedían un aprobado alto -el único entre los ediles- y la confirmaban como la dirigente local más popular, conocida por más del 92 por ciento de los consultados. El único sucesor concebible de Moriyón al día de la fecha, el vicealcalde Fernando Couto, ha consolidado mucho poder dentro de los muros consistoriales, pero falta por ver si además mantiene los poderes como cabeza de cartel.

Claro que decir de Moriyón que es una alcaldesa «popular» en este caso es especialmente inadecuado. Una de las incógnitas en las primarias foristas del próximo otoño en Gijón está en si el partido de Álvarez-Cascos buscará corregir con sus candidatos el desvío respecto a la tendencia re-convergente con el PP en el resto de Asturias, salvo alguna excepción. A Gijón no han llegado esos aires de reencuentro, y la fricción es más que bronca entre la matriz y los escindidos.

Asturbarómetro

Partido Popular

La tendencia notablemente ascendente de los populares en el Asturbarómetro y la notablemente descendente de Foro dan en principio la razón a la estrategia del exportavoz Mariano Marín, basada en castigar el hígado de Foro en sus entendimientos con la «izquierda radical» de Xixón Sí Puede. Es previsible que su sucesor en la portavocía después de la ascensión de Marín a la Delegación de Gobierno y su consiguiente desaparición de la política municipal siga por ese camino, incluso con mayor agresividad. En primera fila del grupo popular, Pablo González puede reforzar sus buenos mimbres para encabezar una lista en un PP  bajo la pax asturiana de Mercedes Fernández. Pero de ella será, finalmente, la decisión, ya que los populares seguirán designando candidato a través de su comité autonómico, convenientemente refrendado desde Génova; algo que no se prevé que suceda en todo caso antes de principios del próximo año. No hay que descartar tampoco alternativas como el regreso a Gijón de jóvenes delfines como el diputado regional David González Medina, quizá aún demasiado joven para el perfil del votante popular.

Xixón Sí Puede

Las aproximaciones entre Foro Asturias y Xixón Sí Puede también pueden tener un peso decisivo en lo que suceda en la Candidatura de Unidad Popular (CUP) y en las declaradas aspiraciones de Mario Suárez del Fueyo a repetir como su aspirante a la alcaldía. Ya lo están teniendo de hecho en forma de fuertes tensiones entre la mayoría del grupo municipal encabezado por Mario Suárez del Fueyo y el sector representado por la díscola Verónica Rodríguez. Tras ella, en el complejo mapa interno de los morados, se alinean sectores descontentos con los balones de oxígeno que XsP ha tendido a Foro en momentos delicados para los casquistas y -según sus críticas- con la excesiva autonomía de las decisiones en la Casa Consistorial respecto al ideal asambleario del régimen interno. Es lo que se dirimirá en las inminentes primarias, que en principio solo deciden la renovación orgánica de la CUP, pero que serán decisivas para las otras primarias: las que determinarán en otoño la composición de las listas para 2019. Casi unas primarias en doble vuelta, según las ven algunos.

Izquierda Unida

Mucho más tranquilas pintan las aguas en Izquierda Unida, donde, a diferencia de lo sucedido al final del mandato municipal anterior, no hay asomo de discrepancias. Al menos, no de fondo. No parece haber reproches de envergadura en el interior de su coalición al papel del dueto Aurelio Martín-Ana Castaño, por lo que será el proceso interno el que decida si el primero repite como candidato, algo para lo que el discreto Martín ni se postula ni se descarta. Tampoco se advierten movimientos en la casa de la que Faustino Sabio es coordinador local. Las prospecciones no apuntan a variaciones significativas en la representación municipal. Pero, eso sí -apunta Martín- en lo que suceda de cara a la confección final de programas y candidaturas tendrá mucho que ver también lo que IU ventee en «sectores de la sociedad gijonesa» externos al local de la calle Lastres.

PSOE

En el caso de las formaciones de izquierda, ese mirar hacia afuera para calibrar entendimientos estará sin duda muy presente también, aunque de otro modo, en sus respectivos procesos preelectorales. El Asturbarómetro apuntaba hacia un descenso del total de la suma de concejales PSOE-XsP-IU que imposibilitaría incluso cualquier debate sobre el posible tripartito, incluso uno tan tempestuoso y, al cabo, frustrado como el de 2015. Es verdad que la encuesta devuelve al PSOE la condición de partido más votado, pero más por los deméritos de Foro y su pérdida de tres concejales que por los méritos promios, como lo confirma la desaparición de uno de sus siete concejales, del mismo modo que XsP perdería uno de sus 6 actuales. Después de un conflictivo proceso de renovación interna, un PSOE bastante tocado ante la opinión pública gijonesa necesita candidatos que inviertan esa tendencia a la erosión del voto. José María Pérez, que salió por dos veces derrotado como candidato ante los sanchistas de Barbón, no parece en principio el candidato idóneo para transmitir la renovación fuera de la Casa del Pueblo: necesitaría creérsela antes.

¿Quién se la cree y es capaz de convertirla en combustible electoral? El nuevo secretario general Iván Fernández Ardura dejó claro que su prioridad es recuperar la alcaldía de Gijón, pero no para sentarse en el sillón de alcalde. Su lugar está en el organigrama, no en el grupo municipal. Dentro de este hay quien apuesta por Monchu García, que no quedó quemado a pesar de concurrir sin éxito a las primarias. Fuera, como sucediera también para esos mismos comicios internos, también hay quien mira hacia los dos Blancos -los exconsejeros Tino y Pachi Blanco- del mismo modo que hay quien da al primero por amortizado. La reaparecida Dulce Gallego parece centrada en principio en sus tareas internas en la vicesecretaría general. El resto: incertidumbre

Ciudadanos

FInalmente, Ciudadanos espera sus primarias también en otoño sin dejar traslucir quién será el elegido o la elegida para captar el previsible crecimiento de votos que las tendencias otorgan a los naranjas en todos los niveles de la política española. En el caso de Gijón, el Asturbarómetro les concedía en febrero un importante paso de 1 a 4 concejales y un papel, por tanto, decisivo en la configuración de la próxima corporación gijonesa. José Carlos Fernández Sarasola aplica la respuesta de manual: disponibilidad y lo que decida el partido. Fuera de los despachos municipales, se habla de posibles rostros nuevos en el territorio del centrismo local... Nuevos en la política, pero no en absoluto en la vida empresarial e institucional gijonesa. Pero nadie muestra y mucho menos confirma los posibles nombres en la recámara.