Vallas rojas para defender la bandera azul en el puerto deportivo

J. C. G. GIJÓN

GIJÓN

Una valla cierra el acceso a una de las rampas del Puerto Deportivo mientras al fondo se celebra el acto de izado de la Bandera Azul
Una valla cierra el acceso a una de las rampas del Puerto Deportivo mientras al fondo se celebra el acto de izado de la Bandera Azul

El izado del distintivo medioambiental coincide con la polémica por la creciente presencia de desperdicios en la dársena, que se intenta evitar con cierres y sanciones

13 jul 2018 . Actualizado a las 18:07 h.

«Me da mucha pena ver que todo está vallado. He visto muchísimos puertos de Francia, Inglaterra, Suecia y jamás he visto nada así: he visto a la gente disfrutando del entorno de un puerto deportivo, pero también tengo que decir que no he visto esta guarrería, lo que la gente deja en el paseo y las rampas». No deja de ser paradójico que la directora del puerto deportivo de Gijón, Flor Guardado, haya empezado por manifestar pesar en un día en el que las instalaciones portuarias de la dársena gijonesa están, oficialmente, de celebración. Pero el izado de la bandera azul que las instalaciones han recuperado este año y que reconocen su calidad medioambiental coincide con una fuerte oleada de rechazo ciudadano ante el deterioro del entorno, y en particular de sus aguas, por los desperdicios originados por los usuarios de la zona, las actividades de ocio y festivas que se incrementan en estas fechas y sobre todo los botellones que se realizan los fines de semana en las rampas que flanquean la antigua Rula. Ello hasta tal punto que ambas aparecen cerradas por sendas vallas rojas instaladas por la Policía Portuaria que, lamentablemente, resultan más vistosas que la bandera azul que este mediodía izaban la responsable del puerto, el director general de Pesca, Alberto Vizcaíno, y el concejal de Seguridad Ciudadana, el forista Esteban Aparicio.

Flor Guardado, Esteban Aparicio y Alberto Vizcaíno izan la Bandera Azul en el Puerto Deportivo de Gijón
Flor Guardado, Esteban Aparicio y Alberto Vizcaíno izan la Bandera Azul en el Puerto Deportivo de Gijón

Por ello, Flor Guardado ha recalcado que el distintivo azul «no es solo una bandera que va a ondear un año» sino que espera que «cuando todo el mundo vea esa bandera sepa que tiene que hacer un esfuerzo para que no se tiren cosas al agua o a la calle, se recojan excrementos y se haga todo lo posible para estar en una ciudad limpia que, al final, es un puerto limpio». Un buen deseo que seguramente no vaya a ser suficiente. Al margen del incivismo, complica la situación esa dualidad ciudad-puerto que lo es también en lo administrativo, y que estos días vuelve a poner sobre el tapete la cuestión de a quién corresponde tomar cartas en el asunto, y de qué manera.

Vallas cerrando el acceso a una de las rampas del Puerto Deportivo de Gijón
Vallas cerrando el acceso a una de las rampas del Puerto Deportivo de Gijón

Esteban Aparicio, que es también presidente de Emulsa, empresa municipal encargada de la limpieza y el medio ambiente urbano en Gijón, ha recalcado esta mañana que, conforme al pliego de concesión de la Autoridad Portuaria a la Unión Temporal de Empresas (UTE) que gestiona el puerto deportivo, la limpieza de la lámina de agua es «responsabilidad de la entidad adjudicataria». Tanto él como su directora se sentarán el próximo jueves, como lo hicieron el año pasado, para buscar soluciones en el corto y en el largo plazo. El Festival Arcu Atlánticu y el de la Sidra están en ciernes, y se celebran en la zona de la dársena y -recordó Guardado- tienen las «consecuencias lógicas de actos y eventos turísticos en los que se hacen actividades gastronómicas y se bebe», algo que «origina basuras y que hay que tener previsto».

No todos los restos provienen de la ciudad

Aparicio, por su parte, precisó que no todos esos restos provienen de actividades de la ciudad, sino también de los propios usuarios del puerto deportivo y de «lo que traen las corrientes», porque la dársena «no es una piscina». «Nosotros podemos colaborar a la hora de avisar a la gente y en la vigilancia con la policía portuaria, pero lo que hay en la zona portuaria no lo depositamos desde Gijón; hay parte que se deposita desde los propios usuarios del muelle o gente que sin ser usuaria penetra en zonas que antes no estaban restringidas, pero que habrá que restringir», ha argumentado.

Aunque la concienciación medioambiental sigue siendo la estrategia preventiva que todos aceptan, no parece que esté teniendo demasiado impacto. Lo admitía el propio edil forista ante la desoladora estampa de la playa de Poniente después de la última Foguera de San Xuan. De ahí que se esté haciendo un esfuerzo «en colaboración con la Policía Portuaria», plasmado en las 40 denuncias por botellón realizadas. «Los medios se ponen», ha recalcado: «Otra cosa es que los ciudadanos, los propios y los que nos visitan, sean conscientes, utilicen papeleras, contenedores y si comen o beben algo en uno de nuestros maravilloss bancos compartidos, lo recojan».

«Si la concienciación ciudadana falla, quedan lamentablemente las medidas sancionadoras», ha señalado Aparicio, que ha descargado de responsabilidades a los hosteleros de la zona. Al contrario, ha elogiado su colaboración en campañas como las de los vasos reutilizables o promoviendo el uso de vasos de plástico, pero -ha añadido- «otra cosa es que los pongamos a hacer de policías».

Todo ello no está reñido, según Esteban Aparicio, con la recuperación de la bandera azul. «La falta de limpieza es ocasional, las instalaciones están en condiciones», ha subrayado, aprovechando además para aludir a la Q de Calidad de la playa de San Lorenzo, tras los episodios de contaminación por coliformes, las manchas y la aparición de espumas como las de esta semana. «El estándar de calidad está alto», ha asegurado, convencido de que solo la falta de depuradora en la zona Este hurta al arenal gijonés su propia bandera azul.