«¿Cómo no se va a recordar a los chavales lo que pasó en Mauthausen?»

J. C. G. GIJÓN

GIJÓN

Aida Oceransky
Aida Oceransky

Los promotores del homenaje a las víctimas del campo de concentración que no apoyó el PP y la presidenta de los judíos asturianos critican los argumentos del concejal popular Manuel del Castillo para justificar su abstención

11 oct 2018 . Actualizado a las 08:52 h.

«¿Cómo no vas hablar de ello? ¿Cómo no vas a hablar a los chavales del acontecimiento más terrible de la historia de la humanidad, en el que murieron 30 millones de personas? ¿Cómo no vas a recordar a los españoles que acabaron en Mauthausen? No se puede decir que eso ya pasó. Al contrario. Hay que recordarlo y mantener la memoria viva de esa gente para que no vuelva a pasar, para que no se permita que vuelva a pasar». Aída Oceransky, presidenta de la comunidad judía en Asturias, acaba de tener noticia de la intervención del edil popular Manuel del Castillo en el pleno de Gijón a propósito de la abstención de su grupo en un homenaje institucional a las víctimas asturianas del campo de concentración nazi de Mauthausen. En nombre de su grupo, Del Castillo defendió ayer que se trata de «historias que ya pasaron» y que «no interesan a nuestra generación y menos a nuestros hijos». Oceransky replica: «No lo puedo creer, y más si forma parte de un grupo político. Si se atreve a decir semejante disparate es porque no ha leído, porque no tiene ninguna formación y ninguna sensibilidad; no puede ser que ignore cómo murieron aquellos 30 millones de personas y que piense que los chicos no tienen que saberlo».

La portavoz de la comunidad judía en el Principado participa todos los años, en mayo, en el homenaje que se tributa a las víctimas -asturianas y no- de los campos de concentración ante el monolito junto a la senda litoral del Cervigón, en Gijón. Una iniciativa que elogia porque «a las víctimas de Mauthausen hay que recordarlas permanentemente porque fueron asesinadas por la sinrazón» y «para que las familias tengan el consuelo de saber que se les recuerda».

Oceransky apunta que, en esa dirección, «la Unión Europea aprobó hace 15 o 16 años una comisión encargada exclusivamente sobre lo que fue el Holocausto, la Shoah, y lo que pasó en la II Guerra Mundial para que los chicos, las generaciones nuevas entiendan que no se puede estar en posturas extremas». Y trae un ejemplo más cercano: «Hoy mismo he oído que en el País Vasco se ha encargado a un historiador que cuente la historia de ETA en los colegios vascos a los chicos porque tienen un interés especial en que los chavales sepan eso de lo que no se habla y en que no se olvide, ni a las víctimas». «Cuanto más», añade, «la mayor tragedia, la historia más cruel y deleznable que ha padecido la humanidad».

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Emilia Vázquez, integrante del Ateneo Obrero y la encargada de presentar y defender la iniciativa que apoyaron todos los grupos municipales salvo el popular, responde, como Aida Oceransky, con una pregunta y en un tenor muy similiar. «¿Desde cuándo a nuestros hijos o al futuro de cualquier sociedad no le interesa conocer la historia de su pasado, sobre todo cuando es una tragedia de las proporciones que tuvieron los campos de concentración y de exterminio?», se cuestiona. Y ofrece lo que, en su opinión, es la respuesta: «La única explicación que tienen esas declaraciones es lo de siempre en una parte de la derecha: esparcer mierda. Hubo de esta parte, pero también hubo de esta otra, siempre hubo buenos y malos en todas las ideologías, todos estamos por la reconciliación… Pero en algunos la reconciliación es el olvido y el enterramiento, y para otros, entre los que nos contamos los que presentamos la moción es recuperar la memoria, dignificar a las víctimas y seguir para adelante teniendo en cuenta la historia».

Trasfondo político

La parte de la historia que no se quiere recordar por parte del PP, según Emilia Vázquez, no es la del nazismo y sus atrocidades. Para la impulsora de esta iniciativa, la clave está en el hecho de que la mayor parte de las víctimas de Mauthausen a las que se quiere reconocer eran combatientes republicanos exiliados que fueron capturados en Francia. Es en esa cadena histórica que lleva, hacia atrás, hasta el golpe de Franco y en el advenimiento de su dictadura donde está la clave, para la integrante del Ateneo Obrero. «No quieren recordar la parte de la historia que no les interesa y la parte que no les interesa, la parte en la que no salen bien parados. La historia de la unidad de España, la bandera, todo eso… ¿se les olvida alguna vez? ¿Dicen que no tiene importancia y que lo mejor es seguir adelante y olvidarse? No», vuelve a preguntarse y a responderse. «Hubiera sido tan simple como reconocer que sucedió una historia y que hubo unos sujetos que merecen vuestro reconocimiento», asegura Emilia Vázquez que dijo, al término de la sesión del pleno, al portavoz popular, Pablo García.

Desde la Federación Asturiana Memoria y República (FAMyR), Rafael Velasco apunta a esa misma línea de fondo. «Creíamos que el PP iba a poder intentar marcar la diferencia, porque incluso desde los sectores más revisionistas siempre se intenta demostrar que franquismo no es lo mismo que fascismo y nazismo. Pero ha mantenido esa coherencia que mantienen el asuntos como el Valle de los Caídos y la Ley de Memoria Histórica que dejaron sin ejecutar y que ahora Pablo Casado propone derogar».

Dentro de esa «coherencia» a la que alude Velasco, el abogado e integrante de FAMyR recuerda que hay «matices» y lugares «donde hay más prudencia y otras donde hay menos» en las posiciones del PP. «Por ejemplo, en Cangas de Onís rechazó esta misma moción pero en Oviedo hubo unanimidad. Esperábamos que se alcanzase también en Gijón, pero optó por una abstención a nuestro entender vergonzante».

«Solo pedimos que el PP responda a la misma filosofía que aplican para defender la la Ley de las víctimas de terrorismo, pero en este caso dicen lo contrario, como si hubiera víctimas de primera y de segunda y como si el hecho de que hayan pasado más años significa que no hubiera deseo de memoria, verdad y justicia», añade Velasco. Y apunta, a ese respecto, hacia una actitud que considera como un buen ejemplo, pero desde la izquierda

«Siguen obsesionados con recordar en cada una de estas ocasiones el 'gulag' soviético o Siberia, cuando la inmensa mayoría de la izquierda y en concreto de las fuerzas del ayuntamiento sobre esos crímenes y disparates es, desde hace tiempo, la de la correspondiente autocrítica, desmarque y condena».