El Instituto del Carbón defiende la independencia científica de su estudio sobre San Lorenzo

J. C. G. GIJÓN

GIJÓN

Ilustración del trabajo sobre el impacto ambiental de las actividades carboneras en el litoral gijonés del INCAR
Ilustración del trabajo sobre el impacto ambiental de las actividades carboneras en el litoral gijonés del INCAR INCAR

La doctora Isabel Suárez Ruiz, que encabeza el equipo que realizó el trabajo, se desmarca de toda voluntad «polémica o de denuncia» en una investigación que está «disponible para todo el mundo» desde el pasado septiembre

27 nov 2018 . Actualizado a las 08:24 h.

Pura investigación científica, «sin ninguna voluntad de polémica o de denuncia». El equipo de investigadores del Instituto Nacional del Carbón (INCAR) cuyo trabajo ha relacionado la presencia de trazas de carbón en la playa de San Lorenzo y otros entornos del litoral gijonés con el movimiento de graneles carboneros en El Musel no se encuentra cómodo con las polémicas. De ahí que su directora, la doctora Isabel Suárez Ruiz, haya insistido en reconducir todo debate al ámbito puramente científico ante el revuelo mediático y político causado por la divulgación de unas conclusiones que, recuerda, «ya habíamos presentado públicamente en acceso abierto para todo el mundo y que están sustentadas en datos contrastados y explicados en un lenguaje que cualquiera pueda entender».

En ese contexto, la científica del INCAR que lidera el equipo de cinco investigadores firmante del trabajo recalcaba ayer que el estudio no ha partido «de ningún encargo» sino de la iniciativa del propio grupo, como parte de una investigación de mayor rango. En ella se indaga sobre el impacto petrográfico de la actividad ligada a la minería del carbón en el litoral asturiano. La doctora Suárez Ruiz, expresidenta también de la Sociedad de Petrología Orgánica cuyo boletín publicaba el trabajo el pasado septiembre, se desmarcaba de este modo «de cualquier declaración que hagan los políticos» el mismo día en que la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón anunciaba su intención de solicitar al INCAR que se remita al ayuntamiento este nuevo estudio. La regidora recordaba en rueda de prensa que el ayuntamiento había solicitado con anterioridad al Instituto un informe a partir de muestras de carbón tomadas por la empresa municipal Emulsa para determinar «si se podía relacionar con el carbón del 'Castillo de Salas'» y que el trabajo «no llevó a ningún sitio». Hizo notar además que desde el INCAR «no se advirtió al ayuntamiento que se estuviera haciendo otro estudio».

Isabel Ruiz Suárez precisaba ayer que este último «se mandó publicar a finales de agosto» con el fin de estar listo para varios congresos y difundirlo a través de la revista de la Sociedad de Petrología Orgánica. La publicación forma parte «de un trabajo científico que nos propusimos en febrero para ver la trazabilidad del carbón desde la desembocadura del Nalón hasta la del Piles, en el que empezamos con las técnicas de petrografía orgánica y ahora vamos a seguir con otras», según la científica del INCAR; un trabajo que inscribe en la misma trayectoria de los que viene realizando desde que forma parte del instituto, y en la órbita académica de otros realizados en otros puntos del globo «que como Asturias tienen o han tenido una tradición minera».

Ni denunciar ni dejar de denunciar

«Es un trabajo científico como tantos otros del INCAR. No se trata de denunciar ni de dejar de denunciar a nadie. Las cuestiones políticas no nos interesan: en el grupo de trabajo de petrología orgánica somos investigadores. Investigamos y sacamos a la luz los resultados de las investigaciones porque hay que explotarlas y comunicarlas con palabras que entienda todo el mundo. Es lo que estamos haciendo y lo que hemos hecho toda la vida», zanja la investigadora, que recuerda que «el Consejo Superior de Investigaciones Científicas [del que forma parte el INCAR] tiene libertad de pensamiento y cátedra».

«Cualquier cosa que no sea científica no me interesa. Nosotros trabajamos al servicio de nosotros mismos, del CSIC, de la ciencia y de la investigación, y la difundimos porque estamos obligados a hacerlo, porque estamos pagados por dinero público y nos debemos a lo público, desde cualquier ciudadano anónimo a cualquier presidente o alcalde de lo que sea. Nada más», concluye la investigadora.