Las mujeres del Acuario de Gijón dan la cara por la ciencia

E. G. B. GIJON

GIJÓN

De arriba a abajo, y de izquierda a derecha, Reyes, Silvia, Jair, Susana, Merchi y Cristina, seis de las mujeres que trabajan en el Acuario de Gijón
De arriba a abajo, y de izquierda a derecha, Reyes, Silvia, Jair, Susana, Merchi y Cristina, seis de las mujeres que trabajan en el Acuario de Gijón Acuario de Gijón

Con motivo del Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia, cinco acuarelistas y una veterinaria explican por qué se decidieron por una profesión que les parece apasionante. «Con seis años vi un documental de Jane Goodall y quería ser ella. Me pareció una heroína», dice una de ellas

11 feb 2019 . Actualizado a las 17:47 h.

«Con seis años llegó a mis manos un documental sobre Jane Goodall y me pareció una heroína. Y me dije: ‘Yo quiero ser Jane Goodall’». Así cuenta Jair, una de las mujeres que trabaja en el Acuario de Gijón y que estudió Biología, cómo ver el trabajo que la antropóloga inglesa realizaba con los primates le influyó desde muy pequeña para tener claro que quería dedicarse a una profesión que la mantuviera en contacto con los animales: «Me parece fascinante que, con una máscara y un tubo, puedas descubrir un mundo tan diferente y con muchísima biodiversidad».

Con motivo del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, cinco acuaristas y una veterinaria que trabajan en el equipamiento gijonés dan la cara a través de las redes sociales para promover la ciencia, en este caso marina, en femenino. Junto a Jair, Reyes, Silvia, Susana, Merchi y Cristina cuentan por qué les apasionan sus profesiones y aportan razones de peso para convencer a las niñas o a las adolescentes, a las que les gusten los animales, de que sigan su ejemplo y se adentren en el «apasionante mundo» de la ciencia marina.

Reyes, una de las acuaristas, explica que con 16 o 17 años descubrió la carrera universitaria Ciencias del Mar. «Siempre tuve una relación especial con el mar y siempre me fascinó saber qué había bajo el agua. Ciencias del Mar, que me encantó y la disfruté todos los días, te permite poder conocer ese mundo desconocido de los mares y los océanos. Saber qué influencia tiene en nuestra vida, en el clima, en lo que comemos. Aunque parezca que el mar solo está ahí y no influye en nuestras vidas, nada más lejos de la realidad».

Silvia, acuarista y buceadora, estudió Salud Ambiental y también es una apasionada del mar desde pequeña. «Siempre quise estudiar algo relacionado con el cuidado de los animales. Además, uno de mis sueños era bucear entre tiburones y aquí lo he conseguido», indica.

Merchi, otra acuarista, estudió Biología también porque siempre le gustaron los animales, terrestres y marinos, y lo que hace en el Acuario le apasiona. «Nunca vi el trabajo en el Acuario como un trabajo en sí. Es mi hobby y mi afición. Estudiar Biología es una de las mejores cosas que he decidido en mi vida».

A Cristina, también acuarista que estudió Biología «porque siempre me gustaron los animales» y se especializó en Biología Marina, la ciencia que estudia a los seres vivos siempre le pareció un campo tan inmenso que es «algo impresionante y espectacular: sabemos muy poco de la naturaleza y es muy interesante seguir avanzando. Además, trabajar en el Acuario motiva mucho porque tienes la capacidad de llevar a las personas cosas en vivo que solo se ven en los documentales. Y es una forma de sensibilizarlas mucho mayor porque cuando se conocen las cosas es cuando interesa protegerlas».

Susana, una de las veterinarias del Acuario de Gijón, explica que su trabajo consiste precisamente en crear pequeños ecosistemas «y eso hace que la gente se interese y consigamos despertar la conciencia del público para que entre todos cuidemos y protejamos el medioambiente».

También en el Centro Oceanográfico de Gijón, que pertenece al Instituto Español de Oceanografía, se celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia con una jornada de divulgación dirigida a escolares de Primaria y centrada en el trabajo de científicas de ayer y de hoy dedicadas al estudio de los océanos. La jornada, además de descubrir un mundo que apasiona a las mujeres que se dedican a él, también sirvió para presentar el libro Oceánicas: pioneras de la oceanografía.