Las cafeterías del campus de Gijón, con las trabajadoras al frente, reabren tras dos años sin servicio

E. G. B. GIJON

GIJÓN

Una de las protestas en apoyo a las trabajadoras de las cafeterías del campus
Una de las protestas en apoyo a las trabajadoras de las cafeterías del campus

«A punto estuvimos de tirar la toalla, pero seguimos adelante sin rendirnos», dicen, tras el largo conflicto que se cierra al resultar concesionaria la sociedad que crearon para «mantener los puestos de trabajo»

04 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Las trabajadoras de las cafeterías del campus universitario de Gijón, que iniciaron una larga lucha por sus puestos de trabajo en 2016, por fin ven la luz al final del túnel y las reabrirán, tras dos años sin servicio, el próximo viernes, a partir de las 12.30 horas, con una fiesta de inauguración. 

«Con estes semeyes entamamos y con estes semeyes queremos cerrar el conflictu, que nun ye el final porque agora entama otra llucha, la llucha por sacar un nuevo proyeutu alantre», aseguran en las redes sociales, mostrando imágenes de las diferentes protestas convocadas desde el inicio del conflicto, las trabajadoras que forman parte de la sociedad creada para optar a la concesión del servicio de las cafeterías de Marina Civil y el Aulario Sur del campus de Gijón.

Macepeda SL, como se denomina la nueva concesionaria, se creó con el expreso objetivo de «buscar una salida al conflicto y mantener los puestos de trabajo» y, en este sentido, con el compromiso de «contratar al resto de compañeras que quieran volver a trabajar en las cafeterías».

Según recuerdan, «hace un año también ganamos la anterior licitación, pero nos excluyeron por un defecto de forma que no de fondo» al alegarse desde la Universidad de Oviedo que «no acreditábamos la capacidad de obrar de Macepeda SL». En vista de ello, se presentó un recurso «muy elaborado por nuestras abogadas» en el que se discutía esa decisión. «Lo perdimos, pero siempre dijimos que cualquier lucha, si esta es justa y si el fin es un bien común, está por encima de ciertas legalidades». En este sentido, explican que «lo que en aquello momento no servía, en los nuevos pliegos ya se admitía», en referencia a que el nuevo concurso incluía expresamente que la acreditación de la capacidad de obrar se realizase mediante la escritura o documento de constitución, estatutos o acta fundacional, en el que consten las normas por las que se regula su actividad.

«Estas decisiones no han sido gratis para las trabajadoras; perdimos un año de trabajo, de cotizaciones a la Seguridad Social y sobre todo muchos desvelos», explican, confesando que «a punto estuvimos de tirar la toalla entonces, pero seguimos adelante con menos fuerzas pero sin rendirnos». Macepeda, que responde al nombre de Marga, Celín, Peque y David, se había presentado a la licitación de las cafeterías en febrero de 2018, quedando excluida y declarándose el concurso desierto. «Un campus como el de Gijón merece unos servicios básicos y no estamos dispuestas a que los puestos de trabajo se pierdan después de tanta lucha y tantos años trabajando allí», aseguraron entonces.

Ahora, con la licitación ganada tras tan largo conflicto, no pasan por alto las dos premisas que les guiaron en este camino: «La única llucha que se pierde ye la que se abandona» y «o nos salvamos juntos con el alma colectiva o nos vamos todos al infierno». De momento, como bien dicen, se abre otro camino cuando menos más halagueño.