El joven, por su parte, espera el resultado de pruebas de ADN que determinen si es el padre biológico
23 oct 2019 . Actualizado a las 17:59 h.Silvia A. M., la joven detenida como presunta autora del asesinato del bebé hallado muerto en un contenedor de basura de Nuevo Roces el pasado 2 de agosto, ha vuelto a declarar hoy ante la titular del juzgado de instrucción de Gijón que lleva el caso y mantiene la versión en la que inculpa a quien era su pareja en el momento de los hechos. Según informa la TPA, la joven, de 28 años, ha declarado que ambos ocultaron el embarazo y, cuando dio a luz, su entonces novio salió de casa con el bebé vivo, asegurando que desconocía su paradero final.
Hoy también han prestado declaración el padre y la mejora amiga de la joven. Silvia A. M., que fue detenida el pasado 21 de septiembre, permanece desde entonces en prisión comunicada y sin fianza en el centro penitenciario de Asturias. La jueza mantenía hasta hoy el secreto del sumario debido a que seguían practicándose diligencias para el esclarecimiento de lo sucedido.
Por otro lado, el novio de Silvia A. M., con el que llevaba siete años de relación en el momento de los hechos, espera el resultado de las pruebas de ADN para saber si es el padre biológico del bebé, cuyo cadáver apareció con varias heridas de arma blanca en un contenedor ubicado justo enfrente del portal en el que la pareja residía desde hace dos años, en la calle de Jenaro Suárez Pérez. Este joven también había sido detenido el mismo día que Silvia A. M. y posteriormente fue puesto en libertad vinculado a la causa con la obligación de comparecer todos los días en el juzgado.
En su momento, el padre de este joven había asegurado que nadie en las familias de la pareja, incluido su propio hijo, sabía que Silvia A. M. estaba embarazada. «Tanto nosotros como los padres de ella no teníamos conocimiento de que estuviese embarazada. Mi hijo tampoco, él no era consciente de lo más mínimo ni estaba con ella ese día, porque entra a trabajar a las siete de la mañana y sale a las siete de la tarde», había indicado, recalcando que la joven había explicado a su hijo que tenía «unos problemas» y «unas pérdidas».
Estas declaraciones las realizaba cuatro días después de que las detenciones sorprendieran a familiares, amigos y vecinos del barrio de Nuevo Roces, tras casi dos meses de investigación policial llevada a cabo por un grupo especializado de agentes que fueron dirigidos por la Unidad de Delitos Violentos, en colaboración con la Brigada de Policía Científica, de la comisaría de la Policía Nacional de Gijón.
El cadáver del bebé había sido encontrado por un vecino que acostumbra a rebuscar en los contenedores de su barrio. Una mochila en buen estado llamó su atención en el contenedor situado frente al portal de la vivienda en la que residía la presunta autora del asesinato y, al abrirla, se encontró con el cuerpo sin vida del recién nacido, que presentaba varias heridas y que tenía también restos de la placenta. Las muestras recogidas en el interior del contenedor fueron determinantes para identificar a la madre del bebé, que había nacido en perfecto estado.