Cimavilla vuelve a reclamar que Tabacalera sea más que un museo

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Los participantes de la acción reivindicativa de un centro sociocultural en Tabacalera, con las letras elaboradas por ellos mismos, ante la Casa del Chino
Los participantes de la acción reivindicativa de un centro sociocultural en Tabacalera, con las letras elaboradas por ellos mismos, ante la Casa del Chino

Una veintena de personas elaboran y cuelgan de la fachada las 19 letras del centro sociocultural que reivindican para la antigua fábrica de tabacos del barrio

04 feb 2020 . Actualizado a las 13:18 h.

Una veintena de personas se sumaron ayer, por segundo año consecutivo y aprovechando la víspera de Reyes, a la iniciativa de reivindicar un espacio sociocultural para Cimavilla en la antigua fábrica de tabacos, de manera que no sea únicamente un museo sino que también ofrezca espacios de creación y desarrollo de actividades abiertos a distintos artistas y colectivos, como la Asociación de Fiestas de Cimavilla o la batucada.

«Tabacalera debe ser un espacio dinamizador de la economía y de la cultura. La fórmula de gestión mixta está demostrando ser exitosa en espacios similares y la fábrica de Gijón es lo suficientemente grande como para dar cabida a espacios polivalentes de creación y recreación, tanto para el barrio como para la ciudad», consideraron los participantes en esta acción colectiva, residentes del barrio y personas relacionadas con la cultura que como el año pasado volvieron a de demostrar su creatividad elaborando con elementos reciclados las 19 letras de centro sociocultural para colocarlas en la fachada de la antigua fábrica, entre los aplausos de quienes estaban disfrutando por la mañana del tiempo soleado en la plaza del Lavaderu.

Esta petición simbólica a los Reyes Magos de Oriente, en la que el participante más pequeño tenía 2 años y la más mayor 82 años, constituye, según explicaron, «una llamada de atención a la Administración local para recordarles el proceso participativo que dejó claras las necesidades y preferencias de la gente de Cimavilla. No sería muy inteligente decidir los usos de un edificio que forma parte del ADN del Cimavilla a espaldas del propio barrio».