Los dueños de perros denuncian el peligro de los «anzuelos abandonados» en la playa

Esther Rodríguez
Esther Rodríguez REDACCIÓN

GIJÓN

Perros en la playa de San Lorenzo de Gijón
Perros en la playa de San Lorenzo de Gijón

Los propietarios exigen «regular la pesca» tras varios casos de perros heridos y un veterinario alerta de los problemas que generan estos objetos punzantes en los animales

12 ene 2021 . Actualizado a las 16:38 h.

La situación en la playa de Gijón preocupa cada vez más a los dueños de los perros. Varios aficionados a la pesca acuden allí sin «cuidar de su material» y lleva a que los animales ingieran los anzuelos abandonados. El caso más grave ha sido el de Popper. Este perro «se tragó un chipirón con el anzuelo dentro. Su dueña lo llevó rápidamente a urgencias, donde lo tuvieron que operar para sacarle el objeto ya que le iba a producir una hemorragia. Una operación que costó 800 euros y se podía haber evitado si estas personas estuvieran pendientes de sus pertenencias», asegura Carlos Fueyo.

Popper no es el único perro que ha sufrido las consecuencias del abandono de los anzuelos «hay muchos más casos, pero este fue significativo porque no todo el mundo se puede permitir los gastos de un veterinario. Lo que puede llevar a que algún perro se muera por esta broma. Algunos dueños consiguen sacar el objeto de la boca de su mascota y ya le curan las heridas en casa. Por ejemplo, Elvis, que es un perro sabueso y se guía por el instinto, olió el cebo, que llevaba dentro el anzuelo, lo comió y se destrozó el hocico. Esto no hubiese pasado si el hombre no anduviese paseando con la caña colgando por al lado de los perros», reconoce Fueyo.

El problema también radica en la actitud de estas personas, que acuden allí a pescar sin ningún remordimiento. «Son violentos y no se hacen responsables de lo que puede pasar. Es muy injusto porque sé que, si mi mastín rompe una caña, yo asumiría el accidente y sé que ellos se me echarían encima. Además, no solo ponen en peligro a los perros, sino también a los niños que acuden allí a jugar, a los surfistas y a los bañistas. No se les puede considerar pescadores porque los verdaderos profesionales cuidan de su material y nunca pescarían cerca de una zona concurrida. Estos tan solo se justifican con que tienen licencia para ejercer su actividad y la culpa es de los propios perros. Sí tendrán licencia para pescar, pero no para matar perros con esos cuchillos en miniatura por la playa», denuncia este vecino de Gijón.

Tal es la indignación por la actuación de dichos individuos, que el grupo de personas que acuden a la playa con sus perros quieren que la problemática situación «llegue al pleno, para que la alcaldía saque un bando con los derechos y obligaciones de estas personas que pescan en las playas asturianas. Debe regularse la actividad en estas zonas porque mira que hay costa en toda la región para pescar. Mientras tanto, todos los dueños de perros intentaremos localizar a cada uno de estos personajes y avisaremos a la Policía para que se tomen cartas sobre el asunto», sentencia.

¿Qué pasa si un perro se traga un anzuelo? ¿Qué problemas le puede generar?

Cuando un perro se traga un objeto punzante le puede provocar muchas lesiones internas. «Según ingiere el anzuelo, se le puede quedar clavado en la boca o en el paladar. Generalmente, el propietario se da cuenta, ya que el perro puede dejar de comer. También puede ocurrir que se produzca algún desgarro o instrucción en el esófago. Ahí ya el perro puede tardar en un par de días en manifestar el dolor. Empezará a dejar de comer, a salivar en exceso y a echar sangre con la saliva. Hay que quitarlo de alguna manera y para ello hay que meter una sonda con cámara para ver dónde está el problema», explica el veterinario Guillermo García.

Por otro lado, el anzuelo puede pasar al estómago y quedarse clavado ahí. «Obviamente en el estómago no se va a digerir y se corre el riesgo de que se produzca algún desgarre interno o peritonitis, es decir, provoca una apertura en el estómago y el contenido de este sale al abdomen. Generaría una peritonitis y provocaría una infección. Aquí habría que operar al perro para sacarle el anzuelo. También puede pasar al intestino, donde puede producir desgarro u obstrucción y, por tanto, habría que abrir al perro para operarlo. Si sale el material del intestino al abdomen, genera peritonitis. En esta ocasión, puede llevar a una infección generalizada y como no se trate cuanto antes al perro este puede morir», detalla García.

El problema no solo está en las heridas internas que puede generar al animal sino el riesgo que supone una operación. «No solo es el peligro de la anestesia, sino que, también, puede salir mal. Esta también depende del grado de infección, de cómo de extendida está la peritonitis». Además, el postoperatorio también es complicado. «Los animales tienen que estar durante unas semanas con antibióticos, antiinflamatorios y antieméticos. Al mismo tiempo, tienen que seguir una dieta blanda para que en el caso de que el perro vaya a defecar si tuvo infección en el intestino no tenga desgarros ni dolor». Por eso, «es importante que si algun dia vemos que nuestro perro se traga algún alfier, arzuelo o cualquier otro elemento punzante, nunca debemos provocar el vomito. Por que el objeto cuando sale puede provocar algún desgarro. Lo mejor es acudir rápidamente el veterinario», sentencia el experto.