Sofía Moreno: «La pandemia nos ha puesto en situaciones que nunca creímos que íbamos a pasar»

Marcos Gutiérrez GIJÓN

GIJÓN

Sofía Moreno, presidenta de Abierto Hasta el Amanecer
Sofía Moreno, presidenta de Abierto Hasta el Amanecer

Sofía Moreno, presidenta de Abierto Hasta el Amanecer, explica cómo ha alterado el coronavirus la actividad de esta asociación de ocio juvenil nacida en 1997 en La Calzada

22 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Sofía Moreno (Piedras Blancas, 1994) es, desde noviembre del pasado año, la presidenta de la asociación de ocio juvenil Abierto Hasta el Amanecer. En un contexto complejo como pocos le ha tocado reinventar los modos de acercar alternativas de entretenimiento a adolescentes y jóvenes. Todo ello, además, con la dificultad adicional que se encontraron a principios de año. El 22 de enero su furgoneta fue intervenida por la Policía Nacional y los Bomberos. La razón fue la surrealista sospecha de que «había un cadáver dentro». Todo quedó en un susto, si bien las puertas de su Ford Transit quedaron inutilizadas. El colectivo carece de partidas presupuestarias para comprar un nuevo e imprescindible vehículo, por lo que han lanzado la campaña #UnaFurgoParaAHA con la que intentarán hacer frente a ese gasto.

--¿Cómo marcha la campaña para conseguir una nueva furgoneta?

--Muy bien. Estamos muy contentas y sorprendidas por la reacción y la acogida que tuvo. No nos esperábamos que la gente fuera a ser tan generosa. Empezamos a recibir donaciones de inmediato y nadie cuestionó la razón por la que se llevaba a cabo esta recogida de fondos. La gente compartía el mismo disgusto que teníamos.

--Obviamente, el vehículo es imprescindible para la asociación a la hora de trasladar material, equipo y personas a los talleres.

--Claro. Todos los fines de semana movemos materiales de todo tipo. Desde tableros de ping-pong a equipos de música. Se trata de un volumen de cosas que en un coche normal no se pueden llevar. Y no solo se trata del traslado. Muchas veces tenemos que llevar los materiales a cualquier sitio y tienen que pasar tiempo en la furgoneta. Ahora, en las condiciones en las que está, no podemos dejar nada dentro.

--¿Saben algo más acerca de por qué se llevaron el vehículo?

--Seguimos a la espera. No tenemos acceso al atestado policial y nos mantenemos en contacto con el seguro y su abogado, pero esto va tan sumamente lento que hay que tocar constantemente todas las puertas para removerlo un poco y que la cosa no se quede en la nada. Menos mal que nos dio por poner en marcha el micromecenazgo, porque si no, no quiero pensar hasta qué punto se prolongaría esto y en qué situación nos dejaría.

--¿Cuántos inscritos hay ya en la XXIX edición del programa de ocio alternativo nocturno?

--Cuando hicimos la presentación la semana pasada ya había más de 700 personas apuntadas. La inscripción se cumplimenta íntegramente por Internet, para un volumen de 50 actividades, que son las que estamos ofreciendo durante esta pandemia. Otros años hubiéramos tenido capacidad para que se inscribiera más gente, lo que pasa que este, con todas las medidas contra el coronavirus, no podemos tener a todas las personas que nos gustaría.

--Recientemente pedían la regulación de un «ocio alternativo» en la pandemia y ayuda a la administración para, entre otras cosas, poder retomar cierta presencialidad.

--En efecto. A nosotros, como a más entidades juveniles con las que estamos en contacto les ha pasado, nos ha sucedido que a la hora de volver a poner en marcha las actividades presenciales nos encontrábamos con un montón de incógnitas que nadie puede resolver, porque en realidad este tipo de ocio alternativo no estaba contemplado en la pandemia. Necesitamos que esto se vea como lo que es: un ocio educativo con un propósito y unos objetivos. Hasta la fecha el único ocio del que se ha hablado, lo cual nos parece muy lícito porque hay que regularlo también, es el vinculado a la hostelería. Pero es que hay más cosas. Echamos de menos algo más de acompañamiento. Por ejemplo, a la hora de solicitar espacios para actividades muchas veces no sabíamos cuál era el aforo y la gente a la que podíamos albergar. Nosotras no somos las que tenemos que resolver esas dudas, sino que es la administración. Queremos que se valore la necesidad de ofrecer este tipo de ocio en un momento como este, pensando en adolescentes y personas jóvenes, a las que no se está contemplando a la hora de ofrecer alternativas.

--¿Cómo ha afectado la pandemia a su actividad?

--Hemos pasado ya por todas las etapas. En la primavera de 2020 no pudimos continuar con la actividad porque las medidas eran muy restrictivas. Se canceló el programa de ocio que estaba en marcha y la asociación quedó en ERTE. Luego, en verano, la cosa se alivió un poco y pareció que se retomaba algo la actividad en Asturias. Tuvimos entonces una fase presencial que salió muy bien y tratamos de hacer cosas en espacios en los que antes no habíamos estado, como exteriores, parques y plazas. En octubre, con las nuevas restricciones, volvimos a dar un paso atrás, porque se cerraron todos los centros municipales y no pudimos hacer talleres presenciales. Lleva desde marzo de 2020 siendo una especie de montaña rusa a la hora de intentar adaptarnos a lo que va viniendo.

--En noviembre del año pasado accedió a la presidencia. ¿Cómo valora estos primeros meses en el cargo?

--Muy intensos (risas: ndr). Está siendo un aprendizaje a contrarreloj. Es un momento complejo. Si ya de por sí presidir Abierto Hasta el Amanecer supone una responsabilidad, por la trayectoria de 25 años que suma como asociación, más lo es en un contexto como este, en el que hay novedades día a día. No te queda más remedio que amoldarte y buscar soluciones creativas. Me está exprimiendo los sesos todo lo posible (risas: ndr).

--¿Cuáles son sus principales objetivos como presidenta de Abierto Hasta el Amanecer?

--La pandemia nos ha obligado un poco a repensarnos y a ponernos en situaciones en las que nunca creímos que íbamos a estar. Todo ello te fuerza a repensar y a hacer una puesta al día de lo que estás llevando a cabo. Abierto Hasta el Amanecer tiene una trayectoria de casi 25 años y hay que situarla en el 2021. Ese bagaje hay que recogerlo y ponerlo en la realidad de este año. La pandemia si algo ha aportado es la capacidad de hacer que toda la sociedad y todas las asociaciones nos removiéramos y cuestionáramos nuestra forma de actuar. Queremos poner en valor esa trayectoria y amoldarla a este contexto.