Ante el «desconocimiento del borrador del pliego del concurso del Ayuntamiento» los vecinos plantean su estudio de prioridades «para hacer de las futuras instalaciones un proyecto significativo para la zona y la ciudad»
10 jun 2021 . Actualizado a las 16:38 h.Como decía recientemente la nueva presidenta de la asociación de vecinos Santiago de Nuevo Gijón, Perchera y la Braña, María Jesús ‘Susi’ Martínez Carbajal, en una entrevista concedida a La Voz de Asturias, la recuperación del espacio del Soccer World es una de las «prioridades más acuciantes» de la zona. «Hay que arreglarlo de una vez», afirmaba.
Desde la asociación que preside resaltan que «ante el desconocimiento del borrador del pliego de condiciones del concurso sobre el que está trabajando el Ayuntamiento, comenzamos a elaborar un pliego propio que tuviese en cuenta las prioridades para hacer de las futuras instalaciones un proyecto que sea significativo para la zona y la ciudad».
En este sentido la entidad ya dispone de un primer documento para compartir, elaborado por su comisión de trabajo. En este documento plantean los mínimos que consideran «que deben regir un proyecto que recupere y dinamice la zona». Se plantea la concesión en cesión de uso de las instalaciones deportivas. Un contrato de gestión de servicios públicos consistente en la construcción, conservación y explotación de un proyecto integral de ocio, deporte y salud en las instalaciones deportivas en modalidad de concesión.
La cesión de uso y explotación de las instalaciones «se realizará a cuarenta años. Revisando la ejecución y cumplimiento del proyecto cada cinco años en una mesa de seguimiento en la que esté representada la empresa adjudicataria, el Ayuntamiento de Gijón y el movimiento asociativo de la zona».
De acuerdo con el documento, la concesión se adjudicaría a la empresa o unión de empresas licitadoras que realicen la oferta en el concurso más ventajosa, valorándose criterios tales como la oferta de actividades, que estas sean inclusivas, la regeneración medioambiental de la zona, la sostenibilidad en la construcción, la creación de empleo y la participación de la comunidad, entre otros.
Como obligaciones generales la empresa licitadora «tendrá que realizar una propuesta de urbanización del entorno que se adapte e integre a las características de la zona. Además tendrá que poner en marcha un órgano consultivo tripartito (administración, empresa y sociedad civil del barrio) en el que se aborden cuestiones como la programación de actividades, prestación del servicio, cuestiones sobre facilitación del acceso a los servicios de personas de colectivos desfavorecidos…».
Asimismo, el acceso al equipamiento «será de uso público. La explotación económica será por las actividades y servicios programados y ejecutados, no por el uso y disfrute de las instalaciones».