Músicos y promotores celebran que la plaza de Toros vaya a acoger espectáculos musicales. Creen que un recinto de este aforo permitirá «traer a bandas que pasan por otras comunidades»
24 ago 2021 . Actualizado a las 11:33 h.Las corridas de toros en Gijón han recibido la puntilla. Ana González, alcaldesa de la ciudad, adelanta que El Bibio pasará a convertirse en un gran espacio para realizar eventos al aire libre, eminentemente conciertos. Promotores y músicos de la región celebran la decisión. Y es que el coso gijonés proporciona a la comunidad un espacio con el que no se contaba hasta la fecha. Un escenario para acoger espectáculos de tamaño medio, para los que localizaciones como El Molinón o el Carlos Tartiere resultan excesivas en cuanto a su aforo y las salas de conciertos o clubes se quedan cortas.
José Luis Quirós, uno de los responsables de la promotora Mestizo, destaca que, sobre el papel, parece «una noticia muy buena» para el sector en la región. No obstante considera que, a día de hoy, «la plaza no cumple con los requisitos indispensables» para acoger esta clase de espectáculos, por lo que habría que «dotarle de unos recursos que ahora no tiene». Se refiere a una línea de inversiones en infraestructuras y dotación técnica para elaborar un «plan de riesgos, evacuación, equipar con baños adecuados, infraestructura eléctrica en condiciones, luces, techarlo…».
Quirós considera que, con respecto a la música, «también es importante el hablar no de una actividad, sino de una industria con mayúsculas». «Hay que ver en el Reino Unido y resto de Europa la importancia que se le da y los recursos que genera», añade. Destaca que «en un mundo de transición, donde la industria pesada se está abandonando», las industrias culturales han de tener «cada vez mayor realce».
Considera que se debe potenciar a los nuevos talentos y públicos, en el sentido de que «de nada sirve contar con recintos grandes si nadie va a ellos».
Laudi Vallina Arboleya, responsable de Casbah Producciones, cree que se trata de una noticia «genial» para el sector en Asturias. «Todo lo que sea sumar recintos para eventos es fenomenal», apunta. Indica que «ahora mismo tenemos recintos grandes o pequeños, como salas, para conciertos. Solo Estilo es un poco más grande, por lo que por tema de aforos viene muy bien a la comunidad». Apunta que disponer del coso gijonés permitirá «traer a bandas que pasan por otras comunidades».
Este promotor insiste en que es «muy partidario de programación continua», en el sentido de que se puedan organizar, además de los clásicos «festivales de dos o tres días», otros «ciclos culturales de primavera, otoño, verano e invierno» que repercutan más en la ciudad.
Daniel Bárcena es batería del grupo Green Desert Water, profesor de Secundaria y Licenciado en Historia del Arte. Defiende que el recinto se destine a «cualquier uso conservando las características esenciales del edificio». Cualquiera de estas finalidades, a su juicio, «sería mucho mejor y más adecuado a nuestros tiempos».
En su opinión su nueva vida alejada de las corridas de toros se debería emplear «no sólo para conciertos», sino también «para ferias de libros, artesanía, gastronómicas, deportivas, tecnológicas… y haría también extensible esto a la plaza de toros de Oviedo».
Pablo Martínez, productor, guitarra y voz de la banda de rock llanerense Desakato, ve «perfecto que un recinto que estaba destinado a la tortura animal se dedique a la cultura». Además resalta que «en Asturias nunca hubo cultura taurina» y cree que ni siquiera a «la gente más conservadora le apetece que haya corridas de toros».
Álvaro Bárcena productor, cantante y guitarrista de infinidad de proyectos (Amon Ra, Electric Buffalo, Los Bruscos, Los Ministros, Ludovico…), cree que «a grandes rasgos» es una noticia muy positiva. «Para el sector de la música que haya recintos donde poder realizar la actividad es estupendo. Prefiero mil veces que haya conciertos que matanzas», asevera.
No obstante, también aprovecha para «reivindicar que faltan aforos pequeños y medianos, para 150, 200 o 300 personas. En Gijón, por ejemplo, no se me ocurre ninguno».