Sin venganza: el gran acto de generosidad de Germán, el camarero al que una paliza cambió la vida

La Voz

GIJÓN

German, a la derecha, con su abogado
German, a la derecha, con su abogado

«Jamás se me ocurriría hacer daño a nadie, imagínate esto», ha afirmado tras admitir un pacto para que sus agresores tengan una rebaja de las penas. «Por lo menos es feliz después de toda la mierda que pasó», dice su madre

20 oct 2021 . Actualizado a las 19:08 h.

El abogado de la acusación del «caso Germán», Gonzalo Botas, ha señalado a la salida del juzgado tras el pacto para rebajar la condena a los procesados por la  agresión al camarero Germán Fernández, que a sus clientes no les preocupa tanto la extensión de la pena como que el joven esté, de aquí en adelante, lo mejor posible. Tanto Germán como su familia han dado una gran muestra de generosidad y han aceptado la rebaja con un objetivo: zanjar el asunto y pasar página.  

«Me gustaría que se den cuenta de que lo que han hecho es una barbaridad», ha apuntado sobre los procesados, a lo que ha añadido que tiene la esperanza de que la «generosidad» y el hecho de no querer «venganza» tenga un reflejo en la conducta y la mente de los acusados.

De ahí que aceptaran lo que marcó Fiscalía en el acuerdo con las acusaciones, que supone rebajar las penas que eran de 14 y 12 años a cinco y cuatro años de cárcel, y que se indemnice a Germán para que se le ayude a su futuro, ya que, según el letrado, «tiene toda una vida por delante que se ha visto mermada y está muy limitada».

«Si cumplen lo que la Ley exige, tendrán los mismos derechos que cualquier condenado», ha apuntado a la pregunta de si, al haber pasado ya unos dos años en prisión preventiva, podrán acogerse pronto a beneficios penitenciarios. Sobre la indemnización, 300.000 euros, ha explicado que es la máxima que entendieron que los acusados podrían asumir. Aún falta la estimación de los gastos sanitarios, a lo que ha recordado que Germán estuvo rehabilitándose en una clínica de Barcelona, acompañado de su madre.

Por otro lado, ha lamentado que la Justicia no haya sido capaz de determinar quiénes fueron todas las personas que participaron en los hechos. Según él, no se trató de una pelea espontánea a la puerta de un bar, sino que provienen de una «extraña costumbre» de estar en un bar y provocar peleas multitudinarias. De hecho, ha asegurado que tienen la certeza de que hay más de diez o doce personas implicadas que no se han podido identificar. «No deja de ser un fracaso de la Justicia», ha insistido.

Previo al juicio el propio Germán, en declaraciones a los medios de comunicación, había mostrado su nerviosismo después de más de cuatro años desde la agresión. «Llevo cuatro años recuperándome y yo creo que no van a cumplir ni cuatro años», había lamentado sobre las penas a los acusados. E incidió en la importancia de la educación en los jóvenes: «Mi madre fue muy recta conmigo. Jamás se me ocurriría hacer daño a nadie, ningún tipo de daño, imagínate esto», apuntó.

«Por lo menos es feliz, después de toda la mierda que pasó», ha indicado, por su parte, Yolanda, su madre. Y añadió que tenía muchas ganas de ue pasara el proceso judicial y volver a la normalidad.

En cuanto a las defensas, uno de los letrados, Guillermo Calvo, ha explicado que se trató de buscar una solución que fuera justa para todas las partes y reconocer el estado en que quedó la víctima para que fuera compensada y que se vaya recuperando.