Un estudio puntúa positivamente cuestiones como la calidad de sus centros académicos, el número global de negocios, el PIB per cápita, las exportaciones y la población
25 oct 2021 . Actualizado a las 09:24 h.Una de las circunstancias que más influye a la hora de comenzar un negocio o fundar una empresa es la ciudad en la que se instala. En efecto, cuestiones como los trámites burocráticos, impuestos, calidad de vida global, población y clientes potenciales resultan claves para que una aventura de este tipo salga adelante. En este sentido, un reciente estudio resalta que Gijón es una de las diez ciudades españolas mejores para emprender.
La plataforma de ahorro Raisin ha elaborado un estudio en el que mide variables como el acceso a talento, a clientes potenciales y proveedores, la calidad de vida o las oportunidades de financiación que ofrece cada una de las poblaciones.
Madrid, Barcelona, Sevilla y Pamplona lideran esta particular clasificación en la que Gijón se sitúa en el noveno puesto, por delante de Zaragoza, Vigo, Valladolid, Las Palmas de Gran Canaria, Toledo, Santander o Logroño.
En el análisis se mide el índice de calidad de vida; el índice para empezar un negocio, el número de empresas (68.433); la población, la puntuación media de las universidades de la ciudad según las 50 mejores universidades españolas en el ranking mundial de universidades 2021, el PIB per cápita (22.709 euros) y las exportaciones (4.315 millones de euros).
Madrid es la ciudad que lidera este Top 10. La capital española acoge a más de medio millón de negocios y ha conseguido aumentar este número en un 2,12% en el último año, pese a la crisis del coronavirus. Es la población española que más ha conseguido crecer en este sentido, seguida por Valencia (2,03%) y Sevilla (2,02%).
De Madrid también se valora su gran variedad de iniciativas y eventos destinados a apoyar la financiación de startups y su situación privilegiada en el centro de la península, «lo que facilita las relaciones comerciales con el resto de las ciudades de España o de Europa, y es también la puerta de entrada a Latinoamérica». Es, además, la gran urbe española con más densidad de población, «lo que determina no sólo el acceso a una cartera más amplia de clientes potenciales, sino también de proveedores y profesionales. Esto se traduce en un mercado más amplio y heterogéneo, con una gran variedad de nichos de consumo, y un talento formado y multidisciplinar».