Creen que, «mientras se deteriora la sanidad pública en toda España y en Asturias», el nacimiento de hospitales privados sólo se explica desde la «incapacidad» de la Administración
06 may 2022 . Actualizado a las 09:41 h.Los vecinos de Gijón reciben con cierto recelo las noticias acerca de la próxima instalación de un hospital privado en Nuevo Gijón, proyecto ubicado en una parcela municipal (que se permutará por otra de Cabueñes), que se sumará al equipamiento sanitario, también privado, que está en proceso en el barrio de Nuevo Roces.
Fuentes de la Federación de Asociaciones Vecinales de Gijón resaltan que «con la salud no se juega», si bien admiten que, visto lo visto, «la sanidad privada es una realidad creciente». La noticia relativa a «que se instalará un nuevo hospital privado en Nuevo Gijón que se sumará a la instalación sanitaria privada cuya construcción ya está en marcha en Nuevo Roces» ha sido acogida con cierta desconfianza por parte de la entidad.
«Nuestra sanidad pública y por lo tanto nosotras y nosotros los usuarios de la misma, deberemos estar atentos en lo que estas incorporaciones pueden suponer», explican. Creen que, «mientras se deteriora la sanidad pública en todo el estado español, y en Asturias también lo percibimos así, crece exponencialmente la sanidad privada».
Desde la federación consideran que el hecho de que «‘nazcan’ iniciativas privadas, más allá del legítimo derecho que tienen, sólo se explica en la incapacidad, voluntaria o no, de dar una respuesta a la ciudadanía por parte del sistema sanitario público: Demoras inasumibles y algunas prestaciones inexistentes que tanta demanda generan».
«Todo esto es algo que merece la pena analizar, más allá de la ‘alegría’ de que se establezca en Gijón», abundan. Desde la entidad que representa a las entidades vecinales de la ciudad se explica que, «por otro lado, por parte de la Administración se nos dice insistentemente de la imposibilidad de contratar sanitarios, pero en estas instalaciones se plantean más de 300 puestos de trabajo». «¿De dónde saldrán?», se preguntan. «Seguro que todas y todos lo intuimos», concluyen.
