Con casi 100 años de legado, esta peluquería de Gijón opta a convertirse en la mejor barbería de España
GIJÓN
Peluquería Paulino aspira además al premio a la «Mejor Escuela de Barbería» en Barberías con Encanto
01 jul 2025 . Actualizado a las 09:31 h.Con casi 100 años de historia y más de tres decenas de peluqueros en la familia, el legado de Pedro Paulino Cavielles es, sin duda, su amor por la barbería. Su trabajo y evolución constante han llevado a este peluquero asturiano a gestionar una de las barberías más reconocidas del país. Su labor social y su compromiso con la población desfavorecida, combinados con su espíritu innovador y su escuela de formación, han llevado a la peluquería Paulino a lo más alto del ránking nacional. Ahora, este salón competirá por alzarse con el primer puesto en las categorías de Barbería del Año y Escuela de Barbería del Año en el concurso Barberías con Encanto.
Aunque en el 2025 Peluquería Paulino, ubicada en Gijón, es ya todo un referente de la barbería española, su historia se remonta casi un siglo atrás. Fue en 1926 cuando Paulino Cavielles Prieto, hijo y nieto de barberos, abrió la primera peluquería de la familia en Arriondas, iniciando así la saga Paulino. Este negocio marcaría el comienzo de la historia familiar.
A mediados de los años 40, Paulino Cavielles Torres se trasladó a La Felguera, donde continuó con el legado. En los años 60 abrió una segunda barbería, y en los 70 su hijo expandió lo que comenzaba a ser el imperio Cavielles hasta Gijón. Las peluquerías de la familia se multiplicaron por distintas localidades del Principado —Mieres, El Entrego, Sama—, llegando incluso a coexistir hasta siete locales bajo el nombre comercial de Peluquería Paulino.
En 1996, Pedro Paulino Cavielles Llamas se unió al legado familiar, siendo la sexta generación de peluqueros. Con tan solo 22 años abrió su propio negocio en Gijón. Desde entonces, esta barbería ubicada en la avenida de Portugal no ha parado de crecer. A lo largo de casi tres décadas, «la evolución de la peluquería ha sido la clave», asegura Pedro Paulino. Lo que comenzó siendo un pequeño local «para vecinos y amigos» ha terminado convirtiéndose en un auténtico referente a nivel local y nacional.
Hace casi 15 años, «el sector de la barbería sufrió un cambio sustancial, tanto en técnicas como en organización», explica Pedro. «La comunicación, especialmente en redes sociales, comenzó a tener un mayor peso. Cuando empecé, esto ni existía, y su llegada ha supuesto una evolución clara para nuestro negocio». Unos cambios a los que la peluquería gijonesa supo adaptarse, desarrollando nuevas técnicas y marcando tendencia.
Además, Pedro Paulino Cavielles no solo sentía vocación por la barbería, sino también por la enseñanza. Por eso, en el 2008 decidió abrir su propia escuela de barbería. Cada año, su academia recibe a numerosos aprendices de todo el país. «Ahora mismo tenemos gente de Ibiza, Galicia o Valencia. Alquilan un piso para poder pasar aquí el año y formarse con nosotros», cuenta el peluquero. Además, Peluquería Paulino ofrece formación continua para profesionales y cuenta con su propia línea de productos.
Cuando se le pregunta por sus recuerdos al frente del negocio, Pedro confiesa que «hay material para escribir un libro», pero recuerda con especial cariño su labor social y el trabajo con los colectivos más vulnerables. La academia de Peluquería Paulino desarrolla prácticas vinculadas a iniciativas sociales. «Trabajamos con personas desfavorecidas, por ejemplo en el albergue Covadonga, el Hogar de San José o con personas mayores», explica. Un gesto que no solo busca cuidar a las personas, sino que puede suponer un cambio radical en sus vidas. «Un corte de pelo puede cambiar la vida. Es muy gratificante ver que, a veces, un simple corte puede ayudar a alguien a conseguir un empleo».
Para Pedro Paulino, su equipo es una de las claves del éxito. Él, vinculado al mundo de la peluquería desde los 12 años, cuando ayudaba en el negocio familiar, ha continuado su formación como barbero durante toda su vida. A su lado está Laura Amendáriz, con más de 20 años de experiencia de atención al público, quien se unió a la barbería hace más de 9 años tras finalizar su formación en peluquería femenina. Un caso similar es el de María Jesús Lavayos, quien completa el equipo de Peluquería Paulino.
Ahora, Peluquería Paulino y su escuela han logrado clasificarse entre los finalistas del certamen Barberías con Encanto, en las categorías de Barbería del Año y Escuela de Barbería del Año, premio que ya ganaron en la edición anterior. Estos reconocimientos valoran el trabajo y esfuerzo del equipo asturiano. «Estas nominaciones tienen en cuenta la gestión y dirección del negocio, el equipo, nuestras características técnicas y los servicios que ofrecemos. También valoran los protocolos que implementamos», explica Pedro. Aunque, según él, lo que realmente se busca es «la excelencia». Pedro Paulino deberá esperar hasta octubre para conocer el veredicto final, pero estar entre los finalistas «ya es todo un logro».