Es un antioxidante y además la vitamina C es fundamental para el funcionamiento del sistema inmune. Te contamos como no hay que escatimarla en nuestra dieta diaria

Se aproxima el invierno y en esta antesala que es el fin del otoño ya vuelven los constipados y otras enfermedades vinculadas al frío. Muchas personas buscan fármacos y otros remedios para ponerles freno pero una correcta alimentación puede ser la mejor receta. Y entre los muchos nutrientes que ejercen un papel modulador destaca uno: la vitamina C. Más allá de comportarse como un antioxidante, es fundamental para un adecuado funcionamiento del sistema inmune. La vitamina C se convierte en un gran aliado en épocas de frío. A continuación te contamos cómo no hay que escatimarla en nuestra dieta diaria.  

Los seres humanos no producimos vitamina C y es por consiguiente un componente dietético muy importante. Se trata de un potente antioxidante soluble en agua que potencia el sistema inmunológico a través del aumento de los linfocitos T, la movilidad de los leucocitos y la posible producción de anticuerpos. También protege contra el estrés oxidativo generado durante las infecciones. Diferentes estudios dados a conocer apuestan decididamente por la ingesta alimenticia durante todo el año como un remedio eficaz contra diversas enfermedades como el resfriado.

Beneficios sobre nuestra salud

Un consumo adecuado de alimentos que contienen esta vitamina trae muchos beneficios para nuestra salud. Nos ayuda en el proceso de la cicatrización de las heridas, la síntesis de determinadas hormonas como la adrenalina, la conversión de colesterol y ácidos biliares y la absorción de hierro de los alimentos por parte de nuestro organismo y también forma parte de los leucocitos que nos defienden de las infecciones. Y aunque no previenen el resfriado, como han demostrado estudios recientes, sí reducen su duración y severidad.

Por cierto, si eres fumador te damos dos consejos: el primero es dejar el tabaco. Y el segundo, en el caso de que no tengas previsto dejar de fumar, ingiere entre 90 y 120 miligramos de vitamina C diaria porque los fumadores presentan niveles entre un 30%-40% más bajos por razones metabólicas. ¿Cómo lo puedes conseguir? Consumiendo al menos dos cítricos al día. Mira como ejemplo este carpaccio muy bien acompañado. Pueden ser un kiwi y una naranja o pomelo, frutos rojos (frambuesas y arándanos) o fresas y todo ello complementado con verduras y hortalizas.

Dulces o salados

Para los no fumadores, el consejo es muy similar: consumir a diario vitamina C. Unos 60 miligramos diarios a través de los alimentos. Puede hacerlo con recetas saladas o dulces. Entre las primeras te proponemos una ensalada de invierno con salsa de yogur, pepino o romero o un tabulé de espinacas con gajos de naranja. Si optas por el dulce, ahí va este vasito bicolor fresa y naranja o un batido anti resfriado lleno de nutrientes que nos ayudarán a tener un sistema inmunológico más fuerte. Disfruta y fortalécete, todo a un tiempo.